VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Internacional


Desde Estados Unidos
¡En las luchas del pueblo, nadie se cansa!


P. Luis Barrios*

¡En mi patria Puerto Rico no necesitamos ni del realismo o surrealismo mágico para decir las cosas porque todo sucede! Imagínese usted, en una ocasión cuando la industria de la producción de leche rompió el récord de manufacturación el gobierno condecoró a una vaca en vez de honrar a la gente trabajadora que realizó el trabajo. Tremenda caballada.

Usted me preguntará que cual es la moraleja del asunto de la leche y las vacas y yo le respondo que la misma está en la celebración del 1 de mayo. Por ejemplo, cuando en el mundo entero se rescata la memoria histórica del 1 de mayo como el Día Internacional de la Gente Trabajadora, aquí en Estados Unidos -y por supuesto en su colonia Puerto Rico- preferimos mejor honrar al trabajo y de aquí nuestro invento capitalista del Día del Trabajo, el cual celebramos el primer lunes del mes de septiembre. Para el colmo de los colmos esta celebración la hacemos con desfiles comerciales y propaganda de especiales para que la gente vaya a las tiendas de compras. Sociedad de consumo le llaman a esto.

¿Cuál es entonces el significado histórico del 1 de mayo? Para buscar la respuesta se hace necesario el que nos remontemos a la ciudad de Chicago, ese mayo del 1886, cuando la jornada de trabajo de 10 a 18 horas de trabajo fueron razones suficientes para inspirar al pueblo trabajador a luchar por sus derechos de solo trabajar 8 horas al día. O sea, trabajo con dignidad. Esto sin lugar a dudas desató una serie de confrontaciones entre dos bandos, personas trabajadoras y los dueños de las empresas, o sea, en lenguaje bíblico, una confrontación entre las masas proletariadas y las masas capitalistas.

El gobierno -para no perder la tradición estadounidense- optó por darles apoyo a los patrones. Como hubo huelgas, demostraciones y confrontaciones físicas, los medios de comunicación -también para no perder la tradición estadounidense- por un lado le dieron la espalda al pueblo y por otro lado demonizó y criminalizó sus luchas. Sin embargo la clase trabajadora se organizó y llevó a cabo sus pedidos y reclamaciones a través de un movimiento de huelga general cuya fecha sería el 1 de mayo de 1886. De aquí entonces que a partir de esta fecha el 1 de mayo aparece vinculado a la lucha del pueblo trabajador preservando de una manera genial sus luchas y sus conquistas laborales.

Me parece justo también recordar que este 1 de mayo dejó como resultado lo que conocemos en nuestra historia como los Mártires de Chicago, en donde al estilo judicial estadounidense, sin pruebas fueron acusados de asesinato y ejecutados el 11 de noviembre de 1887 Albert Parsons, Adolph Fischer, August Spies, George Engels y Oscar Neebe. Louis Ling, otro de los acusados, prefirió suicidarse en la prisión y los otros dos, Samuel Fielden y Michael Schwab se les conmutó la pena por cadena perpetua.

¿Cuál fue su pecado? Organizar al pueblo trabajador y luchar junto a ese pueblo retando las estructuras de poder de los patronos.

Como usted se dará cuenta aquí en Estados Unidos el no celebrar el 1 de mayo tiene varios propósitos y entre los cuales se puede mencionar que se destacan el poder mantener invisible la realidad de las jornadas de explotación, la lucha de clase entre la gente trabajadora y los patronos, la realidad de los Mártires de Chicago y por supuesto, la manera en que ese proletariado se organizó, lucho y logro unas conquistas favorables. Por supuesto, hay que sumarle a todo este meollo que el 1 de mayo sabe y huele a un movimiento socialista.

Ahora bien, ¿en donde están mis expectativas para este 1 de mayo de 2005? Me gustaría el que podamos tener una mayor definición entre lo que estamos llamando revolución y lo que estamos llamando reformismo dentro del movimiento sindical aquí en Estados Unidos. En la actualidad nadie puede negar que la mayoría de los sindicatos -hay sus excepciones, por supuesto- que tenemos no responden a los intereses de la clase trabajadora sino mas bien funcionan como empresas privadas en donde los salarios y beneficios marginales de sus administradores son la motivación principal dizque para organizar al pueblo trabador. Por supuesto, cada vez que estalla un conflicto obrero-patronal estos sindicatos de una manera sospechosa contribuyen a que el patrono salga airoso. A esto se suma los supuestos endosos políticos los cuales se llevan a cabo bajo promesas de dinero que se le otorgará al sindicato.

Por lo tanto, como en las luchas del pueblo, nadie se cansa, sigamos rescatando y celebrando la memoria histórica del 1 de mayo mientras a la misma vez democratizamos, politizamos y movilizamos a los sindicatos para que se conviertan en instrumentos del pueblo y para el pueblo. Paz con justicia.


* El Padre Luis Barrios pertenece a la Iglesia San Romero de Las Américas (Nueva York).