El Gulag Gringo
Mariadela Linares
Periodista
No me pertenece esta definición.
La tomo porque forma parte del informe que Amnistía Internacional hizo público
esta semana, en el cual expresa duros conceptos en relación a las reiteradas
violaciones de los derechos humanos por parte de Estados Unidos, especialmente
en Irak y Afganistán.
El informe está en internet (por supuesto no lo va a
encontrar en nuestros medios) y allí se leen cosas como éstas: el organismo
califica el nuevo orden internacional como "peligroso"
particularmente por la actitud de doble discurso que frente al terrorismo ha
venido poniendo en práctica la primera potencia mundial. Esta definición es un
respirito para nosotros porque ya nos estaban convenciendo de que los
peligrosos vivimos al sur.
Irene Khan, secretaria general de AI, expresa en el prólogo que "la
tragedia de Bagdad fue un claro recordatorio... de la amenaza global que representan
los que están dispuestos a avanzar de cualquier modo en sus objetivos
políticos. Condenamos sus actos de forma inequívoca.
Son culpables de abusos contra los derechos humanos y de violaciones del
derecho internacional humanitario, en algunos casos equiparables a crímenes de
guerra y crímenes de lesa humanidad".
El Folha de Brasil, que sí dio amplia difusión al
informe, manifiesta que Amnistía Internacional calificó de Gulag
moderno la base de Guantánamo donde los detenidos no son juzgados de acuerdo
con las normas del derecho internacional.
"El camino hacia una seguridad viable -dice AI- pasa de forma ineludible
por el respeto a los derechos humanos. El programa de seguridad global divulgado
por la administración estadounidense está falto de principios y desprovisto de
perspectiva. La política de sacrificar los derechos humanos en nombre de la
seguridad nacional, cerrar los ojos a los abusos en el resto del mundo y
utilizar de forma preventiva la fuerza militar donde y cuando convenga no ha
aumentado la seguridad ni garantizado la libertad".
En su doble discurso, como lo señaló la secretaria general de AI, "Estados
Unidos y sus aliados aseguraron que hacían la guerra de Irak para proteger los
derechos humanos; sin embargo los menoscabaron abiertamente con el fin de ganar
'la guerra contra el terror'".
Ello, de acuerdo al informe, "ha oscurecido el mayor desafío al que se
enfrentan los derechos humanos en nuestra época".
Como era de esperarse, Washington hizo uso una vez más de su lenguaje cínico
para dar respuesta al informe de Amnistía. Scott MacClellan, portavoz de la Casa Blanca, calificó de
"ridículas e infundadas" las críticas de Khanporque
"Estados Unidos defiende los derechos y la dignidad humana. Nosotros
liberamos a más de 50 millones de personas en Irak y Afganistán".
Amnistía denunció en el informe que "algunos, con el mayor cinismo, buscan
imponer una nueva definición edulcorada de la tortura para evadir la
prohibición total aplicada a ese tipo de técnica interrogatoria".
Pero para MacClellan las acusaciones son
desestimables porque la prueban sólo fotografías. Al parecer, al portavoz de Bush le hace falta una sesión en vivo del sadismo militar
gringo para convencerse de que en verdad el terror son ellos.