Internacional
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Estados unidos apunta a otro "eje del mal"
Jim Lobe
IPS
Los medios de prensa de Estados Unidos no estuvieron concentrados esta semana en
la agenda del presidente George W. Bush, sino en la gira de su secretario de
Defensa, Donald Rumsfeld, por Am�rica Latina.
Uno de los objetivos de Rumsfeld en su visita a Argentina, Brasil y Guatemala,
del lunes al mi�rcoles, fue hacer sonar la alarma sobre el creciente peligro que
a su juicio representan algunos gobiernos latinoamericanos.
Al tope de la lista se encuentra el presidente de Venezuela, Hugo Ch�vez,
seguido por el ex presidente nicarag�ense Daniel Ortega (1984-1990), quien
present� su candidatura para las elecciones de ese pa�s en 2006.
Washington teme que Ortega, del Frente Sandinista de Liberaci�n Nacional, vuelva
al poder y controle los m�s de 1.000 misiles tierra-aire rusos que adquiri�
Nicaragua en los �ltimos meses.
Poco antes de que Rumsfeld iniciara su gira, el gobierno estadounidense anunci�
la suspensi�n de la ayuda militar anual a Nicaragua, por 2,3 millones de
d�lares, hasta tanto ese pa�s no destruya unos mil misiles que datan de los a�os
80, cuando Nicaragua fue gobernada por los sandinistas.
Washington arguye que las armas podr�an caer en manos de terroristas.
En esos d�as, la revista derechista National Review public� un art�culo de Otto
Reich, ex secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental,
sobre 'los dos terribles de Am�rica Latina', en referencia a Ch�vez y su par
cubano Fidel Castro.
La portada ten�a una foto de los dos jefes de Estado conversando, y debajo la
frase: 'El eje del mal... versi�n del hemisferio occidental'.
'Si se combinan el mal genio, la experiencia en lucha pol�tica y la
desesperaci�n econ�mica de Castro con el ilimitado dinero y la temeridad de
Ch�vez, la paz en la regi�n estar� en peligro', escribi� Reich, quien mantiene
una gran influencia en Washington e incluso sobre su sucesor, el m�s diplom�tico
Roger Noriega.
'El emergente eje de subversi�n formado por Cuba y Venezuela debe ser enfrentado
antes de que socave la democracia en Colombia, Nicaragua y Bolivia u otro pa�s
vecino vulnerable', se�al�, en la misma l�nea que otros editoriales recientes
del diario The Wall Street Journal.
El discurso de Rumsfeld en su gira parece parte de una campa�a iniciada en
enero, cuando la secretaria de Estado (canciller), Condoleezza Rice, indic� que
Ch�vez era una 'fuerza negativa' en la regi�n.
La semana pasada, The Miami Herald inform� que el propio Bush segu�a de cerca
las acciones de Ch�vez y consideraba todas las opciones para endurecer su
postura hacia Caracas, incluyendo acusar al presidente venezolano de corrupto o
pedirle a sus vecinos, en especial a Brasil, que se distancien de �l.
'Necesitamos una estrategia para contener a Ch�vez', dijo Rogelio Pardo Maurer,
el experto del Departamento de Defensa estadounidense en asuntos
latinoamericanos.
Pardo Maurer, un pol�tico de l�nea dura cercano a las posturas de Reich y
Noriega, dijo a The Financial Times que Ch�vez 'se mete con pa�ses de tejido
social d�bil y, en algunos casos, promueve la subversi�n'.
El hecho de que Rumsfeld haya elegido Brasilia para lanzar su ataque m�s fuerte
a Ch�vez, al condenar su decisi�n de comprar 100.000 rifles AK-47 rusos, dej� en
claro que la estrategia ya est� en marcha.
'No puedo imaginar por qu� Venezuela necesita 100.000 AK-47. No puedo imaginar
qu� va a acontecer con los 100.000 Ak-47', afirm� Rumsfeld poco antes de
reunirse con el presidente brasile�o Luiz In�cio Lula da Silva, quien ha
oficiado como mediador entre Washington y Caracas en el pasado.
Si la compra se concreta, 'no ser� bueno para el hemisferio', a�adi�.
Algunos en Washington se�alan que los rifles ser�n entregados por Ch�vez a las
guerrillas izquierdistas de Colombia o a los seguidores del l�der ind�gena
boliviano Evo Morales. Pero el presidente venezolano asegura que las armas son
para reemplazar los antiguos rifles FAL de su ej�rcito.
Washington est� preocupado por el desarrollo militar de Venezuela, financiado
con el incremento de los precios internacionales del petr�leo. En los �ltimos
meses, Caracas compr� aviones de combate a Brasil, barcos a Espa�a y 50
helic�pteros de ataque y 30 jets MIG a Rusia.
'Estas y otras adquisiciones militares venezolanas amenazan la paz de toda la
regi�n', sostuvo Reich.
El gobierno de Bush tambi�n est� preocupado por la pol�tica petrolera de Ch�vez.
Estados Unidos importa 1,5 millones de barriles de 159 litros de petr�leo al d�a
de Venezuela, o sea, 60 por ciento de las exportaciones totales del pa�s
sudamericano.
Ch�vez, que amenaz� con interrumpir el suministro si Washington intentaba
sacarlo del poder, ahora busca otros consumidores. En los �ltimos meses, firm�
contratos con Francia, India y China.
El mandatario venezolano visit� Beijing en enero, y recibi� en Caracas al
presidente chino Hu Jintao en febrero. A comienzos de este mes recibi� a su par
de Ir�n, Mohammed Jatami, con quien logr� acuerdos de asistencia t�cnica.
El mandatario venezolano afirm� que Teher�n ten�a derecho a 'desarrollar energ�a
at�mica y continuar con sus estudios en esa �rea', y conden� 'los deseos
imperialistas del gobierno de Estados Unidos'.
Al mismo tiempo, Venezuela redujo el precio del suministro de petr�leo a Cuba a
cambio del servicio de miles de m�dicos y maestros de ese pa�s en �reas rurales
y asentamientos urbanos venezolanos.
Pero lo que m�s le preocupa a Bush es la tendencia a la izquierda en toda
Am�rica Latina.
'Hay una alianza izquierdista y populista en la mayor parte de Am�rica del Sur.
Esta es una realidad que los pol�ticos de Estados Unidos deben enfrentar, y
nuestro mayor desaf�o es neutralizar el eje Cuba-Venezuela', escribi� Reich.
La clave est�, seg�n �l, en hacer una distinci�n entre los 'izquierdistas
democr�ticos', como Lula y el presidente de Chile, Ricardo Lagos, y los
populistas m�s radicales, como Ch�vez y Castro.
'El verdadero peligro para la paz y la estabilidad de la regi�n no emana de los
presidentes democr�ticos electos recientemente, sino de dos demagogos que est�n
por ah� hace m�s tiempo: Fidel Castro y Hugo Ch�vez', afirm�.
Algunos sostienen que una campa�a contra Ch�vez ser� contraproducente.
'Parece que estas personas tienen la necesidad compulsiva de ver la realidad
latinoamericana a trav�s de lentes maniqueos. Tienen que identificar fuerzas del
mal contra las que luchar, y simplifican en dualismos de bueno y malo las
complejidades de la regi�n', dijo Geoffrey Thale, de la no gubernamental Oficina
de Washington sobre Am�rica Latina.
'Hemos tratado a Castro como una encarnaci�n del demonio, y nos convertimos en
el hazmerre�r en toda la regi�n sin hacer nada para efectivamente impulsar la
democracia y el respeto a los derechos humanos en Cuba', a�adi�.
'Si encaramos a Ch�vez de la misma manera, tendremos los mismos resultados',
alert�.