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Elecciones en Alemania: Y el verdadero ganador es….¡el Partido de la Izquierda!
Thadeus Pato
Rebelión
Traducido para Rebelión por G. Búster
Las elecciones al parlamento alemán han tenido un curioso resultado: casi
todos los partidos han perdido votos. Con dos excepciones: el FDP liberal
aumento un 2,4% y el Partido de la Izquierda multiplicó por dos los suyos hasta
el 8,7%.
Sorpresa
Para mayor sorpresa, las encuestas no fueron capaces de señalar esta tendencia.
Todas ellas predijeron una clara victoria de los cristiano-demócratas. Pero el
CDU y el SPD del Canciller Schroder obtuvieron casi el mismo resultado, con una
diferencia menor del 1%.
Los cristiano-demócratas perdieron masivamente votos (sobre todo a favor de los
liberales). Los social-demócratas perdieron aún más (en este caso hacia el nuevo
Partido de la Izquierda). Y los Verdes perdieron un 0,5%. La situación es ahora
complicada, porque ni la anunciada coalición de liberales y cristiano-demócratas
ni la de social-demócratas y verdes –que ha estado en el poder los últimos siete
años- tiene la mayoría suficiente para formar gobierno.
¿Qué ha ocurrido?
Según las encuestas, por primera vez en la historia electoral de Alemania, un
alto porcentaje de votantes (un 20%) no ha decidido su voto hasta pocos días
antes de las elecciones. La primera razón para ello es que los programas de los
partidos y su aplicación práctica en los últimos años, son muy similares. Todos
ellos anuncian nuevas reformas neoliberales, más o menos radicales, y todo el
mundo sabe que las aplicadas por el gobierno Schroder-Fischer han sido apoyadas
y votadas por todos los partidos.
De hecho no ha habido oposición en el parlamento, si se exceptúa a los liberales
que exigían medidas aún más duras. La decisión final de los electores dependió
de su simpatía por los candidatos y en este punto la ventaja de Schroder era
evidente frente a Merkel.
En segundo lugar, los social-demócratas han sido capaces de recuperar una parte
importante de sus votantes tradicionales obreros, sobre todo en el Rhin-Norte/
Westphalia, donde habían sufrido una derrota espectacular en las elecciones
regionales.
Los cristiano-demócratas cometieron el error de anunciar una reforma fiscal muy
impopular, con un aumento del IVA en su campaña electoral. Pero la mayoría de la
gente, ante el temor de nuevos recortes en el gasto social, creyeron las
mentiras de Schroder de que los evitaría de ser reelegido.
Además, los cristiano-demócratas han perdido un gran número de votos a favor de
los liberales del FPD ante el temor de un sector de su electorado más a la
derecha de una posible coalición con el SPD. Al final, ninguno de los dos
bloques obtuvo la mayoría. Como siempre, todo el mundo se declaró el vencedor, a
pesar de su pérdida de votos.
Por el momento, la opción más probable será una gran coalición CDU-SPD (aunque
sin Schroder o Merkel como canciller), porque los liberales se comprometieron en
las elecciones a no sumarse a un gobierno de ese tipo. Hay la posibilidad
teórica de la llamada "coalición Jamaica" (CDU-FPD-Verdes), pero muy pocas
prácticas. Pero la línea política será muy similar en cualquier caso.
Gran avance del Partido de la Izquierda
Pero el verdadero ganador es el Partido de la Izquierda, que en realidad ni se
ha constituido aún formalmente por problemas legales, como resultado de la
fusión del PDS y del nuevo WASG surgido de sectores sindicales y la izquierda
del SPD.
Así que el PDS cambió su nombre por "Die Linke-PDS" y abrió sus listas a los
candidatos del WASG (Alternativa electoral por el Trabajo y la Justicia Social).
Y ha obtenido un 8,7%, mientras que el PDS solo consiguió el 4% en el 2002.
La mayoría de estos votos vienen de la clase obrera. Según las encuestas, el 12%
de los trabajadores y el 25% de los parados votaron al Partido de la Izquierda.
Lo que significa que de los 4 millones de votos que ha obtenido, un millón son
de parados.
Hay todavía enormes diferencias entre las dos Alemanias. En el Este, el Partido
de la Izquierda ha obtenido entre el 23% y el 27% y es el segundo partido más
votado, mientras que en el Oeste los resultados oscilan entre el 3,5% y el 7,9%
en las ciudades industriales. Estos votos son claramente anti-neoliberales, pero
no socialistas. Su campaña fue contra las medidas neoliberales, la participación
de tropas alemanas en Afganistán y los Balcanes y por una reforma fiscal
progresista. Lafontaine representa ante todo un programa neo-keynesiano.
Perspectivas
Ante todo, esta es la primera vez que surge una verdadera oposición en el
parlamento alemán. No hay peligro de que la dirección del Partido de la
Izquierda pueda participar en el gobierno federal, a pesar de que el PDS lo hace
en algunos gobiernos regionales. Pero hoy la Izquierda es el leproso de la
política alemana, nadie quiere hablar con ella y se le acusa de "populista", a
pesar de que representa la primera oportunidad en veinte años de un verdadero
debate.
En su primera conferencia de prensa, los dirigentes de la Izquierda han
confirmado un proceso de fusión que durará uno o dos años. Será muy importante
para toda la izquierda alemana, en el sentido de que determinará si la nueva
formación es una mera reconstrucción de la "auténtica social-democracia" (como
parecen querer Lafontaine y Gysi) o un partido socialista pluralista que lucha
por una sociedad alternativa y participa en los movimientos sociales.
Porque las luchas son inevitables en los próximos años, contra la desregulación
neoliberal. La tarea de la izquierda revolucionaria en el Partido de la
Izquierda será luchar por ligarlo a los movimientos sociales y luchar por un
programa alternativo de verdad.
Thadeus Pato es miembro de la dirección de la organización
marxista-revolucionaria alemana RSB