Uno de los más prestigiosos periódicos de Rusia, Izvestia, que está por cumplir 90 años, está vendido. Lo adquirió el holding GAZPROM-Media, que hoy día posee las carteras centrales de acciones de las compañías de televisión NTV, NTV Plus, TNT, de varias emisoras de radio, incluida 'Eco de Moscú', y por último de la editorial 'Siete días'.
GAZPROM-Media ha informado oficialmente de haber adquirido a la Casa Editora 'Prof-Media' el 50,19 % de las acciones de la sociedad anónima 'Redacción del periódico Izvestia'. El monto de la transacción no se hace del dominio público, pero expertos sostienen que puede tratarse de 20 a 25 millones de dólares, lo que no es mucho.

Apenas la colectividad de la Redacción se hubo enterado de la adquisición del rotativo, se le pagó al instante el salario de los últimos dos meses, que se le debía. Se supo que el compromiso de pagar la deuda salarial era una de las condiciones de la transacción concertada entre las dos estructuras mediáticas.

Realizado el acto oficial de entrega de documentos entre los top managers: el director general de 'Prof-Media', Rafael Akopov, los entregó al director general de GAZPROM-Media, Nikolay Senkevich, en el Izvestia se celebró el primer encuentro entre el nuevo gerente y los periodistas.

Senkevich comentó del modo siguiente los motivos de la adquisición: Nos gustó el periódico, decidimos comprarlo, porque GAZPROM-Media se ocupa de los medios noticiosos politizados. Pero luego Senkevich se corrigió, diciendo: medios noticiosos de alta calidad. Rafael Akopov, en su calidad de representante del ex propietario, explicó el sentido de la transacción del modo siguiente: Por nuestra parte hicimos lo contrario, decidimos ocuparnos de las ediciones 'tabloides', que aportan beneficios.

En efecto, resulta difícil creer que la compañía pública GAZPROM haya adquirido ese haber partiendo sólo del interés comercial. El estado financiero del Izvestia no es de los mejores actualmente. Es que los últimos meses, su nuevo equipo integrado por periodistas talentosos hizo mucho para que aparecieran artículos críticos bien argumentados, se modificó la maqueta del rotativo, se fortaleció notablemente la edición de Moscú, gracias a lo cual aumentó bastante el rating del Izvestia. A partir del mes de abril éste empezó a editarse en colores. Para todo ello se necesitaron cuantiosos gastos. Al propio tiempo, las medidas adoptadas aumentaron el atractivo del periódico para las compañías publicitarias, y en un futuro el Izvestia podría alcanzar el nivel de autofinanciación.

Pero para quienes les interesa en Rusia sólo la ganancia, un periódico político no puede ser una mercancía atractiva: tal es hoy día la situación en el mercado de la prensa. Por lo cual sería inoportuno hablar de una adquisición ventajosa desde el punto de vista económico hecha por GAZPROM. Parece ser más verosímil la versión de que esa compañía pública monopolista, cuyas ventas alcanzan muchos miles de millones de dólares, siga intentando instalarse en el nicho de influyentes medios noticiosos con miras al futuro: por ejemplo a las elecciones parlamentarias de 2007 y las presidenciales de 2008. Por lo cual la lógica del cambio de los dueños del Izvestia sólo puede buscarse en el cauce de la alta política.
* Vasily Kononenko es comentarista de RIA NOVOSTI.