Europa
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El aislamiento carcelario: La prisión de Tipo F
Presos Polícos en Turquía
Comité Tayad
La prisión de Tipo F se basa en el concepto del aislamiento del prisionero, es decir que la detención del prisionero es diseñada en forma individual.
Este proyecto, de inspiración occidental y engendrado en el modelo de celda estadounidense, fue revivido por primera vez en 1982 y es la culminación de una sofisticada reflexión de las autoridades turcas.
Los primeros programas de investigación sobre el tema fueron hechos por Estados Unidos y fueron confiados a la NASA, como consecuencia de estudios sobre el comportamiento de prisioneros que volvían de la guerra de Corea. En efecto, estos soldados, que no fueron maltratados en el sentido tradicional durante su detención, es decir en términos de tortura física, ni privados de comida o de sueño, fueron llevados en su totalidad a una colaboración plena durante sus interrogatorios.
Para llegar a esto, bastó sencillamente encerrarlos en celdas escasamente iluminadas, abandonarlos en estas condiciones por largos periodos, logrando mediante este método que los mismos prisioneros solicitaran tener contacto con quienes los habían sometido a interrogatorio. En esta situación de quiebre, los prisioneros terminan por afirmar todo lo que se les pregunta en el interrogatorio. La NASA, reconstruyendo las condiciones en que encontraron a los prisioneros de Corea, confirma que mediante el aislamiento total de un ser humano se puede conseguir su completa adhesión y su adaptación o destrucción, sin ninguna intervención de violencia física exterior.
En la Alemania Federal de los 60 se retoman las investigaciones sobre el aislamiento carcelario, en la clínica universitaria de Hamburgo-Eppendorf y donde se experimenta con la habitación silenciosa. Se trata de un local del tamaño de una celda donde los muros y el escaso mobiliario son blancos, perfectamente aislados del exterior; sin luz natural, sin sonidos que vengan a perturbar el silencio absoluto. La comida es pasada por un tapiz al prisionero, para que no pueda ver nada del exterior. ĦLos resultados de tal experiencia enseñan que el prisionero más determinado a resistir sólo ha podido resistir dos días y una noche! Tomando en consideración los resultados de la experiencia alemana, las autoridades turcas lo adoptaron como sistema de aislamiento carcelario, justificando esta medida a través de una serie de argumentos de orden político, jurídico, sanitario y de seguridad. Estos argumentos fueron presentados por los campos mediáticos, que insisten sobre la necesidad de tal reforma para responder a las múltiples necesidades y reducir la superpoblación carcelaria. Pero la realidad es todo esto, es que tal acción se lleva a efecto contra los prisioneros políticos, quienes no son engañados: Las prisiones de Tipo F son de hecho centros de "rehabilitación" y destrucción psíquica, extremadamente sutil y perversa.
Conviene ante todo destacar el aspecto puramente concreto de estas prisiones. El prisionero político es puesto en una celda individual de 2 metros por 3, a la que accede por una puerta acorazada. Los cuatro muros están pintados uniformemente de un blanco monótono a veces con la añadidura de una minúscula ventana, en lo alto.
Todo es hecho para que el prisionero no tenga que salir a los servicios higiénicos: una cama, una mesa y una silla constituyen la única presencia material. No a los libros, no a la música; nada. La comida es pasada a través de una trampa, como se hace para nutrir a una bestia. El conjunto es insonorizado y el mundo físico del prisionero es reducido a una distancia de tres metros, circundada de un silencio agobiador. A eso se suma el de un uniforme, de los registros a cuerpo desnudo, una censura aumentada, como también, la supresión o la limitación de las visitas de los padres y amigos, la imposibilidad de hablar a otros presos. Existe una analogía que permite asociar la cárcel a un cementerio y la celda a un sepulcro.
Someter a un ser humano a una detención de este orden es también someterlo a una forma perversa de tortura llamada tortura blanca o muerte blanca.
Aislamiento = Tortura = Muerte De un modo general, ese tipo de prisión reduce el universo del individuo social y un simple diagnóstico clínico permite demostrar que la privación crónica de libertad arrastra cambios de personalidad que se manifiestan en una disminución de las facultades sensoriales y del funcionamiento normal.
El aislamiento, la prisión en la prisión, crea una situación donde el conjunto de estas manifestaciones se ven reforzadas.
Los efectos del aislamiento riguroso han sido constatados claramente, particularmente en los prisioneros sometidos a encierro celular o aislamiento en pequeños grupos en la República Federal de Alemania. Estas observaciones se describen en numerosas relaciones establecidas por un amplio espectro de médicos expertos que constatan un estado de agitación patológica en los siguientes campos: a.. agitaciones psicosomáticas, en particular del sistema neurovegetativo, que controla las reacciones del cuerpo a su entorno natural.
b.. agitaciones de las facultades intelectuales (dificultad de concentración) de articulación, hasta llegar a síntomas alucinatorios.
c.. agitaciones emocionales que se desarrollan generalmente hacia reacciones depresivas y, en estadios extremos, hacia tendencias suicidas.
El aislamiento mata. A esta agresión de ausencia, todo el cuerpo responde con la irregularidad de todas sus funciones.
El sometimiento al aislamiento es más intenso que la tortura física. Pasa por transformar al prisionero en un ser miserable, físicamente y mentalmente. Las metodologías de aislamiento son una forma futurista de la pena capital, donde se logra con este método torturar y asesinar lo mental del individuo, estableciéndose un sistema de opresión carcelario que conduce a la muerte por miseria psíquica.
Según la definición misma de la ONU, el término 'tortura' designa cada acto que impone un dolor o sufrimiento agudo, físico o mental y que es infligido deliberadamente a un individuo, en el caso de los prisioneros en Turquía, tal rigor es aplicado por el Estado.
Es urgente salvar de una muerte cierta a los prisioneros políticos en Turquía. Es urgente ayudar a todos aquellos que luchan por la Justicia, la Libertad y la democracia en Turquía. Allí, el castigo que se impone constituye una negación del ser humano: es una ejecución síquica.
Mañana se podrá decir. "Yo no sabía". Ahora se sabe y el mundo entero sabe que se muere en Turquía, sólo por querer vivir libre y como todos los seres humanos.