Europa |
Un NO al neoliberalismo. Un SI a los derechos ciudadanos
Antonio Cruz González
Rebelión
Los comentarios de los neoliberales y de los medios que manejan (casi todos
los medios de comunicación) dejan un rastro de desprecio por lo que ellos mismos
predican. Referéndum si, democracia si, libre competencia si, pero…
Efectivamente, si el referéndum es contrario a quién lo convoca, si la
democracia es de todos, no de las élites, si la libre competencia es para
competir todos, ciudadanos y empresas, servicios públicos y privados, derechos
humanos y sociales, entonces comienzan las injurias, las blasfemias y el anuncio
de terribles catástrofes. La Francia entonces es retrógrada, antieuropea, camina
hacia atrás, no confía en sus gobernantes, lleva al caos de la Unión, etc. etc.
No voy a seguir, basta con observar los títulares de la prensa, ni siquiera los
contenidos, "amenaza" del NO (las comillas son mías), la "crisis gravísima", el
"impulso" de la ultra derecha, la defensa de los derechos individuales contra
los "europeos", etc. etc.
Es necesario volver a alzar la voz. Sólo con el NO parece que no vale. Y eso que
no necesita explicación. Se aprueba un texto ó NO. NO se aprueba, y punto. ¡Pues
no vale!. Antes de la votación, el lider derechista neoliberal Giscard d’Estaing
decía a toda página que si salía el NO, habría que repetir la votación. Este es
el respeto que tienen por la soberanía del pueblo. Ahora no dicen pueblo, dicen
populismo. Lo cierto es que no precisaríamos dar explicaciones, ya que no han
sido pedidas y darlas parecería que nos autoacusamos. Nuestro programa es limpio
y claro. Está en la calle. NO queremos el capitalismo neoliberal, NO queremos la
privatización de todo lo público, NO queremos una Economía pactada en oscuras
habitaciones, NO queremos una democracia dirigida por monopolizadores, NO
queremos una Europa construida por mercaderes sin escrúpulos que entienden la
deslocalización como un mal menor, o un riesgo inevitable, NO queremos que nos
desprecien a los trabajadores, a los europeos deslocalizándolos (el más conocido
y reciente, Miniwatt-Philips) y a los emigrantes que trabajan en Europa sin
reconocerles un Estatuto de trabajador europeo. Sólo SI a los beneficios. Pues
ese SI no lo queremos. Lamentablemente hay gentes bien pensantes (o ignorantes
pasivos) que piensan que con el SI es como se construye Europa. ¡Pues
contruyamos otra Europa!. La Europa de la regulación y el respeto, la de los
derechos humanos y del trabajo, la del respeto social a las minorías, a los
desfavorecidos, a los débiles. Eso también es construir Europa. Tanto rasgarse
las vestiduras por ese 59% del Partido Socialista a favor del NO. Yo creo que
habría que rasgarse las vestiduras por socialistas como Pascal Lamy, un redomado
capitalista neoliberal burgués, que de socialismo sabe bien poco, o ya puestos,
por ese 40 % Socialista que apoyó el SI. Sólo oscuros intereses en el politburó
de las organizaciones pudieron motivar el solicitar la desregulación francesa de
su "savoi
r faire" y su "grandesse". Son muchos siglos de luchas, 1.789, 1848, 1877 y
siguientes, guerras mundiales incluídas, resistencia al nazismo, resistencia al
invasor, aunque en este caso sea económico, ya venga de USA, de Japón, de China,
o de Turquía, con sus poderosas multinacionales y sus imposiciones militares,
incluido el poderoso ejército europeo que pretendían montar, ¡bajo mando OTAN!.
Los ilusos son los que se sorprenden del NO.
La vía de la alterglobalización ha comenzado. No caer en el fariseismo de cesar
al gobierno francés. ¡Chirac también pidió el SI!. ¡Chirac también debe
dimitir!. Podremos darle más vueltas a: ¿qué hacemos ahora?. Simplemente empezar
a construir para los europeos, para los pacífistas, para los emigrantes, para
los ciudadanos, en suma. Otra Europa ha aparecido, ya no es posible, ya es real.
Esperamos que esta marcha siga ahora con Holanda, Dinamarca, Irlanda, Portugal,
etc. y esperamos también que se caiga la venda de los ojos de los ciudadanos del
Este. Entrar en la Europa de los derechos es para ellos mejor que entrar en la
de los mercaderes. Se trata, en suma, de ser ciudadanos, no clientes.
¡Vive la France!