El Tribunal Penal Internacional para los Crímenes de Guerra en la Antigua Yugoslavia, con sede en La Haya, acusó de crímenes de guerra al ex primer ministro de Kosovo, Ramush Haradinaj.
El líder kosovar de origen albanés enfrenta 37 cargos por actos cometidos mientras fue comandante del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) al final de la década de 1990. Es decir antes de la intervención de la OTAN que participó para proteger al ahora acusado de crímenes de guerra e instalarlo en el poder.
Sobre el ex primer ministro pesan 17 cargos de lesa humanidad y 20 cargos de crímenes de guerra.
El acta de acusación indica que durante la guerra separatista de Kosovo con Serbia, Haradinaj planificó y supervisó operaciones que conllevaron a asesinatos, violaciones, secuestros y persecuciones.
Asegura que el ex primer ministro utilizaba "su propia casa como centro de operaciones y utilizaba el apoyo de su familia para consolidar su poder y la persecución de los civiles".
Agrega que "en algunas ocasiones personalmente ordenó, controló y participó en golpear a personas detenidas por sus fuerzas".
Víctimas serbias
Las víctimas fueron serbios étnicos, Roma y los que parecieran ser colaboradores albanos.
Haradinaj, quien asegura que es inocente, renunció a su cargo este martes y viajó el miércoles a La Haya para enfrentar sus cargos.
Había asumido la posición el pasado 6 de diciembre.
Durante la guerra de Kosovo, Haradinaj dirigió la división del UCK conocida como "Las Águilas Negras" responsables de la muerte de unos 39 civiles albaneses y serbios en 1998 en las cercanía de su pueblo natal, Glodjane, en el oeste de Kosovo.
Haradinaj, de 36 años, también es solicitado por la justicia serbia por presuntos crímenes de guerra cometidos contra civiles serbios durante el conflicto.
Lahi Brahimaj, otro sospechoso nombrado en el acta de acusación, se entregó en La Haya con Haradinaj. Brahimaj era un ex rebelde y miembro de los Cuerpos de Protección de Kosovo, un grupo civil de servicios de emergencia compuesto por rebeldes de la etnia albana. Un tercer ex rebelde, Idriz Balaj, también fue inculpado por el TPIY y se entregó el pasado 9 de marzo. Las autoridades internacionales que les auparon al poder mediante el bombardeo de Yugoslavia se han limitado a alabar a Haradinaj por su decisión de entregarse a la Corte e instaron a otros países de la región a seguir su ejemplo.