Argentina: La lucha continúa
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En nombre de los chicos del Garrahan y de los que no pudieron ni podrán llegar a serlo
Aníbal Montoya
EL MILITANTE
'Un niño de 11 meses que padecía desnutrición crónica murió
ayer en un ómnibus en el que su madre lo trasladaba desde
Formosa a Capital Federal para su atención, informaron
fuentes judiciales del distrito bonaerense de Campana,
donde se comprobó el deceso. El pequeño, identificado como
Fabricio Cisneros, era llevado al hospital Garrahan
(Clarín, 21 de agosto 2005)
Todos los chanchos, perros, hienas y cuervos de la sociedad 'decente' se vienen
agitando desde hace semanas, como bestias enloquecidas, exigiendo la crucifixión
de los trabajadores del hospital Garrahan. Alentados por sus amos, no hay
periodista que se precie, político burgués (en el Gobierno o en la oposición),
fiscal o juez, que no demande su participación personal en esta cacería. Por
supuesto, esta noble causa se justifica 'en nombre de los chicos del Garrahan'.
Lamentablemente, el pequeño Fabricio nunca pudo convertirse en un 'chico del
Garrahan'. Un triste designio le impidió convertirse en objeto de preocupación
para personalidades tan bienintencionadas.
La triste muerte del pequeño Fabricio, anunciada en un costadito semioculto del
diario Clarín, pone al desnudo la verdadera naturaleza que se esconde tras el
conflicto del Garrahan, y sitúa en el lado correcto de la realidad a las
verdaderas víctimas y verdugos de este conflicto.
Es un hecho que ni el gobierno ni los políticos patronales han podido imputarle
todavía a los trabajadores del Garrahan la responsabilidad por la muerte de ni
un solo chico por falta de cuidado o de asistencia, aun durante la huelga. En
cambio, ni el gobierno, ni los políticos burgueses, ni los capitalistas podrán
escapar jamás a su responsabilidad por la muerte de todos los Fabricios de la
Argentina, sean o no 'chicos del Garrahan'.
Preguntas por todos los Fabricios
¿Quién responde por la desnutrición crónica de miles de chicos en un país que
produce alimentos para 200 millones de personas? ¿Quién responde por que la
mayoría de esos alimentos se exporten al extranjero y acá se vendan a precios
cada vez mayores para aumentar las ganancias de un puñado de terratenientes y
empresarios millonarios? ¿Quién pagará por la pobreza, la miseria y la
desocupación que condena cada año a la muerte por desnutrición a cientos de
chicos pobres mientras los capitalistas argentinos evaden sus capitales al
extranjero por valor de 120.000 millones de dólares?
¿Por qué se condena a un chico pobre a que agonice en un viaje infernal de 17
horas en ómnibus sin la posibilidad de que pueda ser atendido a tiempo ni que su
vida pueda ser salvada? ¿Cómo es posible que exista un solo hospital pediátrico
de alta complejidad en un país como la Argentina, con 37 millones de habitantes
y con un territorio tan extenso?
Señores Kirchner, Ibarra, Macri, López Murphy y Duhalde ¿dónde está su
preocupación por los 4.000 chicos que viven en las calles de Buenos Aires, al
margen del sistema educativo y de salud? ¿Quién se preocupa por sus derechos,
señores hipócritas?
Todos ustedes sin excepción, señores políticos burgueses, acuerdan con destinar
al pago de la deuda pública más de 20.000 millones de pesos cada año del
presupuesto nacional para llenarles los bolsillos a un puñado banqueros,
corporaciones y agencias imperialistas ¿Cuántos nuevos Garrahans no podrían ser
construidos, mantenidos y mejorados en todo el país con solo la cuarta parte de
ese dinero?
¿Quién llama a los jueces y fiscales, Señor Presidente, para que actúen contra
todo esto? O mejor dicho, Señor Presidente, ¿Por qué los jueces y fiscales sólo
actúan decididamente contra los trabajadores y los pobres sin recursos, mientras
que mantienen en la más completa impunidad a los genocidas y represores,
evasores, coimeros, entregadores de la riqueza nacional y corruptos que
conforman la inmensa mayoría de la casta de políticos burgueses profesionales,
de la judicatura, de mandos de las fuerzas represivas, y de la elite empresarial
del país?
Lo que piden los trabajadores del Garrahan
La lucha de los trabajadores del Garrahan ha adquirido un protagonismo de
envergadura nacional. La dirección del hospital y los representantes del
Gobierno lo han intentado todo para doblegar la voluntad de lucha de los
trabajadores: insultos, intimidaciones, calumnias, amenazas de cesantías, etc.
Utilizaron hasta el hartazgo la prensa, la TV y la radio en manos de los grandes
pulpos capitalistas del país para demonizar a los trabajadores y a sus
dirigentes, como al compañero Gustavo Lerer. Utilizaron los jueces y fiscales
con maniobras y procedimientos que conculcaban derechos democráticos básicos
como el derecho de huelga, en franca violación de la propia legalidad burguesa
consagrada en la Constitución nacional. Enviaron a la policía para intimidar a
los trabajadores. Intentaron reventar la huelga contratando a personal ajeno al
hospital y obligando a enfermeras y profesionales de otros hospitales de la
ciudad a trabajar en el Garrahan para que actuaran como carneros rompehuelgas.
Pero aún así y todo no lo pudieron conseguir ¡Qué grande e inspiradora es la
lucha de los trabajadores cuando éstos deciden luchar!
El gobierno y los medios se escandalizan por los perjuicios a los pacientes
causados por las medidas de fuerza. Los trabajadores han demostrado una y otra
vez a todos los jueces y fiscales que pasaron por el Garrahan que todos los
chicos internados están bien atendidos, que incluso durante la huelga se
efectuaron operaciones de alta complejidad sin menoscabo del servicio, que las
demoras en algunos servicios son solamente un poco más elevadas que las que se
dan normalmente. Y que las actuaciones que se aplazan por motivo de la huelga se
dan en los casos no graves o que pueden derivarse a otros hospitales. Y que, en
cualquier caso, la responsabilidad por las alteraciones del servicio motivadas
por la huelga son responsabilidad del Gobierno por negarse a solucionar este
conflicto por causas ajenas a las demandas de los trabajadores.
Pero a estos señores no se los nota tan preocupados en el día a día ante las
gravísimas deficiencias del sistema hospitalario, por la falta de insumos de
todo tipo en los hospitales y centros de salud, y por los profesionales y
trabajadores dedicados que sufren 14 años de congelamiento salarial. Y todo
porque se privilegia el pago miles de millones de dólares para la deuda pública
en lugar de destinar ese dinero a atender los gastos sociales en salud,
educación, infraestructuras, barrios y otras áreas.
El gobierno considera 'exagerado' el reclamo de los trabajadores de recibir
$1.800, un salario justo equivalente a la canasta familiar y que debería ser el
salario promedio percibido por cualquier trabajador independientemente del
sector donde trabaje. Según un estudio del propio Ministerio de Trabajo
publicado en el diario Clarín hace 2 años (el 2 de septiembre del 2003) se
afirmaba que para mantener el poder adquisitivo de los salarios que los
trabajadores recibían en 1975 (hace justamente 30 años) el salario promedio
debía ser de $1.570, equivalente justamente al costo de la canasta familiar en
aquel momento (hace 2 años). En estos dos años el costo de la canasta familiar
creció hasta situarse en los $1.800. Luego lo escandaloso no es exigir salarios
que nos permitan vivir en condiciones parecidas a las que teníamos hace 30 años
(sólo el planteo de este pedido refleja la profundidad de la bancarrota del
sistema capitalista en nuestro país y su incapacidad para garantizar condiciones
de vida mínimamente dignas para las familias de la clase trabajadora). Lo
verdaderamente escandaloso es cobrar salarios de $500, de $600 que no dan para
vivir.
Además, ¡cuánta hipocresía en boca de estos señores! ¿Qué autoridad moral tienen
todos estos políticos burgueses para acusar a los trabajadores de recibir 'los
mejores salarios del país'? Lo que es absolutamente falso. Los mejores salarios
del país los perciben precisamente estos políticos burgueses. El señor
Presidente es millonario, como viene señalado en su declaración formal de bienes
tras asumir el cargo de Presidente de la Nación. Aunque formalmente todos los
ministros, gobernadores, diputados e intendentes reciben un salario de $6.000
mensuales todos sabemos que con los adicionales en viáticos, dietas y otras
artimañas legales multiplican estos ingresos por dos y por tres.
¿Qué esconde la intransigencia del gobierno?
El gobierno y la dirección del hospital dicen que detrás del conflicto hay una
motivación política. Y es cierto. Pero no por el lado de los trabajadores, sino
por el del gobierno y de las patronales. Ellos temen con razón que el conflicto
del Garrahan se transforme en un caso testigo estimulando al resto de sectores
estatales a romper el techo salarial impuesto por el gobierno a los salarios
públicos por el pago de la deuda y las subvenciones públicas multimillonarias a
bancos y empresas.
También está el interés del gobierno y de los empresarios por quebrar la lucha
para desembarazarse de las nuevas conducciones sindicales combativas que están
apareciendo y que se oponen a las actuales direcciones sindicales burocráticas
que dirigen el movimiento obrero.
Los trabajadores se han mostrado dispuestos incluso a posponer alguno de los
reclamos para destrabar el conflicto, aceptando el aumento de un 20% en los
haberes propuesto por el Ministerio de Salud, pero exigiendo que este aumento
del 20% (unos 10 millones de pesos para el segundo semestre de este año) se
redistribuya igualitariamente entre todas las categorías de forma que en lugar
de que un médico reciba un aumento de $1.200 y una enfermera sólo $200, como
sería el caso actualmente, esta redistribución implique un aumento de en torno a
$600 igual para todas las categorías, de manera que las categorías más bajas se
acerquen al objetivo de un básico de $1.800 para todos los trabajadores del
hospital.
Pero incluso esto lo rechazan los funcionarios del Gobierno. Luego, ¿quién es el
que quiere prolongar el conflicto? ¿Quién es el que especula con la salud y la
atención de los chicos? Esto demuestra la naturaleza política de la
intransigencia del gobierno. Ellos no quieren un arreglo. Lo que quieren es
derrotar la lucha de los trabajadores, hacerlos hincar de rodillas, darles una
lección que no olviden en mucho tiempo. Crear una atmósfera en el hospital de
miedo y desmoralización que abone las condiciones para el despido de los
trabajadores más luchadores, comenzando por los miembros de la Junta Interna de
ATE en el Garrahan.
De esta manera, el gobierno de Kirchner una vez más desnuda sus vínculos con las
patronales y la defensa de sus intereses. En este sentido, tampoco es una
casualidad que el resto de sectores y dirigentes políticos burgueses opuestos a
Kirchner (desde López Murphy y Macri, hasta Menem, Sobisch y Duhalde) se hayan
sumado a la campaña del gobierno calificando de irresponsables a los
trabajadores y exigiendo 'mano dura'.
Democracia, ¿en interés de qué clase social invocan tu nombre?
El gobierno de Kirchner no puede ocultar el carácter de clase de su política.
Carácter que responde a los intereses de clase de los capitalistas. Kirchner, en
complicidad con los medios, armó toda una manipulación pública sobre unas
declaraciones del compañero Lerer para acusarlo al compañero de que no confiaba
de la 'democracia' para solucionar los problemas de los trabajadores. Por
supuesto que los trabajadores queremos democracia, no en vano fuimos nosotros,
con nuestras luchas y el miedo que inspiraban a los capitalistas, los que
terminamos con la última dictadura militar y los que sufrimos la represión con
la detención y el asesinato cobarde de decenas de miles de compañeros. Fuimos
nosotros quienes arrancamos a los milicos y empresarios los derechos
democráticos que vienen recogidos en la Constitución nacional y que los
funcionarios, jueces policías tratan de conculcar cada vez que pueden.
Los compañeros del Garrahan están dando una verdadera lección de democracia a
todos los dirigentes sindicales burocráticos de la CGT y la CTA porque someten
cualquier decisión, cualquier paso en la lucha y sus reclamos, a la soberana
voluntad de las asambleas de trabajadores que son las que deciden en última
instancia.
Son ellos, el gobierno, los políticos burgueses y los empresarios quienes nos
demonizan y criminalizan por ser militantes de izquierda, por decir que el
capitalismo sólo sirve a los ricos pero no a los trabajadores. Son ellos quienes
nos tachan de 'terroristas' por el delito de luchar y exigir vivir y trabajar en
condiciones dignas, utilizando exactamente los mismos argumentos que se
utilizaron en los 70 por la Triple A y la policía para detener, secuestrar y
asesinar a miles de luchadores. Ser de izquierda, un socialista y un luchador
que no traiciona a sus compañeros horroriza al gobierno de Kirchner, de la misma
manera que a las patronales, y somos considerados enemigos de la nación a los
que se debe despedir, enjuiciar y encerrar en la cárcel ¿Quién amenaza,
entonces, los derechos democráticos Señor Presidente?
Sí, estamos a favor de la democracia. Pero la 'democracia' actual es una ficción
y una cortina de humo que esconde una verdadera dictadura del capital. Bajo esta
democracia burguesa cualquier persona puede decir (más o menos) lo que quiera,
siempre que las decisiones fundamentales que afectan a la vida de millones de
personas las decidan un puñado de banqueros, grandes empresarios, terratenientes
y multinacionales.
Esta es la verdadera esencia de la democracia burguesa, de la democracia en la
sociedad capitalista. Cuando este poder que tiene la burguesía se ve amenazado
por las luchas de los trabajadores, que aspiran a establecer su control y
dominio sobre sus vidas terminando con la opresión y la explotación, entonces es
cuando la burguesía 'democrática', con toda su corte de políticos, periodistas y
jueces a sueldo, decide que ya es suficiente y se prepara para establecer la
dictadura desnuda de las fuerzas represivas policiales y militares, como lo
demostró suficientemente la historia de nuestro país desde hace un siglo.
¿Por qué se paga la deuda externa cuando la inmensa mayoría de la población está
en contra? ¿Por qué se permite la suba de tarifas, por qué no se reestatizan
YPF, las telefónicas, las eléctricas, las empresas de aguas, el sistema
ferroviario y el subte, cuando es un clamor popular este reclamo? ¿Por qué no
suben todavía más los salarios y no se blanquean y efectivizan los empleos como
reclamamos a diario millones de trabajadores que somos la inmensa mayoría de la
sociedad? Conseguir todo esto ¿sería o no un verdadero ejercicio democrático ya
que lo desea la mayoría de la población? Pero todo esto nos lo niegan. Luego la
única opción que nos dejan para conseguirlo es 'a la manera del Garrahan', al
costo de innumerables y prolongadas luchas y sacrificios.
Apoyemos con todo la lucha de los trabajadores del Garrahan
Es vital por lo tanto rodear de la máxima solidaridad la lucha del Garrahan. Por
eso de ahora en más adquiere la mayor importancia extender el conflicto al resto
de sectores de salud y estatales que están actualmente en lucha para evitar el
aislamiento, viendo las posibilidades de convocar huelgas y movilizaciones
conjuntas, los mismos días, al mismo tiempo, organizando marchas en común,
sacando el conflicto de dentro del hospital para llevarlo a la calle.
Quienes deberían organizar esto son las direcciones nacional y de Capital de
ATE, pero lamentablemente parecen estar más interesadas en una política sindical
de pactos y de consenso con las administraciones públicas que en ponerse a
disposición de los trabajadores para luchar por sus intereses. Es una vergüenza
que los dirigentes nacionales de ATE y la CTA no hayan convocado en estas
semanas un paro nacional unificado en la salud y otros sectores estatales, no
sólo en solidaridad con la lucha del Garrahan, sino para unificar los reclamos
de los trabajadores de la salud y estatales de todo el país por el salario y por
más recursos en el sistema de salud, en lugar de dejar que todas estas luchas se
atomicen y se agoten sectorial y geográficamente.
De ahí que la Junta Interna de ATE del Garrahan, como lo ha empezado a hacer,
debiera continuar con los esfuerzos para emplazar a todos los sectores en lucha
a unírseles en un plan de lucha común para conseguir la satisfacción de los
reclamos. No hay otro camino para doblarle el brazo al gobierno y a las
patronales que inspiran su política que extender y coordinar el conflicto con
otros hospitales y sectores de la salud y estatales, apelando a la comprensión y
la solidaridad del pueblo trabajador. En este sentido, es un gran paso adelante
que la asamblea de trabajadores del Garrahan haya decidido sacar el conflicto a
la calle convocando a una movilización el próximo día Jueves 25 acompañados por
otros sectores en lucha junto a dirigentes sindicales y comisiones internas que
los vienen apoyando.
Una victoria de los trabajadores del Garrahan sería una victoria de todos los
trabajadores ya que estimularía la lucha de otros sectores de la clase obrera
que todavía no salieron a la lucha o que no vieron satisfechos sus reclamos.
Pero una derrota del Garrahan sería una derrota para el conjunto de la clase
obrera argentina ya que esto reforzaría al Estado y a las patronales negreras
para negarnos nuestras demandas, empeorar nuestras condiciones de vida y de
trabajo, y perseguir y criminalizar a todos los dirigentes y trabajadores
combativos que nos empezamos a organizar en las empresas y sectores, como todos
aquellos que venimos impulsando la construcción de la Corriente Intersindical en
las empresas y al interior de los sindicatos.
¡La única lucha que se pierde es la que no se da!
¡Si gana el Garrahan ganamos todos!