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Argentina: La lucha continúa

Genéricos que llegan a los barrios de la mano de farmacias sociales

 

Una mutual formada por ex detenidos y exiliados políticos inauguró una farmacia de genéricos en Pompeya, con el objetivo de "facilitar el acceso a los remedios a quienes lo necesitan". "La idea es que haya miles en los barrios donde viven trabajadores", se entusiasman.
La farmacia es la segunda de su tipo que inaugura la mutual y está ubicada en Avenida Sáenz 1298.

No se trata de una nueva sucursal de las grandes cadenas de farmacias que venden medicamentos genéricos. El local que abrió esta semana en el barrio porteño de Pompeya es el segundo capítulo de la experiencia que lleva a cabo una ONG integrada por ex presos y exiliados políticos, la Mutual Sentimiento, cuyo objetivo es facilitar el acceso a la salud. "Un antibiótico pediátrico de las marcas comerciales puede estar entre los 20 y 30 pesos. El genérico está entre 6 y 8, y nosotros lo podemos ofrecer a 4. La clave está en que el margen de ganancia es el mínimo para que el proyecto sea sustentable", explicó a Página/12 Graciela Draguicevich, presidenta de la mutual. "Muchas personas logran llegar a una instancia de diagnóstico, pero cuando les recetan un medicamento no lo pueden comprar", afirma Carlos Pelloli, miembro de la ONG. Frente a este cuadro, el objetivo inmediato es facilitar el acceso a la salud "que no es una mercancía".
La Asociación Mutual Sentimiento fue fundada en 1998 por un grupo de ex detenidos y exiliados políticos. Todos ellos trabajan en los ámbitos de la salud, educación y empleo. La farmacia es la segunda de su tipo que inaugura la mutual y está ubicada en Avenida Sáenz 1298. El mecanismo para acceder a los medicamentos es sencillo. El único requisito es ser socio de la mutual, con una cuota social de 50 centavos al mes. En la mutual aseguran que el trámite es inmediato y uno puede tener su medicamento en el mismo momento en que se hace socio.
Los miembros de la mutual empezaron a poner el ojo en los genéricos tras la devaluación de 2001. En ese momento ya sabían que dentro de los hospitales se distribuía a los pacientes los llamados medicamentos básicos esenciales, "que se llaman genéricos cuando ingresan al circuito comercial", detalló Pelloli. "Nosotros empezamos a indagar en la posibilidad de que pudieran ser puestos al alcance del público y nos encontramos con que sí, era posible. Entonces empezamos a trabajar la idea de instalar una farmacia de medicamentos genéricos. Iniciamos los contactos con laboratorios, mayoritariamente de capitales nacionales, y en 2003 abrimos la primera farmacia en Chacarita", recordó.
Asimismo, Pelloli afirmó que esa inauguración coincidió con "el lanzamiento de una política pública sobre los medicamentos genéricos que aunque existe una ley no se cumple a rajatabla, porque muchos médicos siguen recetando por la marca y no por el nombre de la droga".
"Nuestra política es que los medicamentos básicos esenciales sean gratuitos, porque el país puede producir medicamentos con los laboratorios que existen –por ejemplo– en universidades", afirmó la presidenta de la mutual. "Mientras tanto, nosotros ponemos este parche", añadió.
El proyecto fue subvencionado por la Federación ginebrina de cooperación y el Sindicato interprofesional de trabajadores y trabajadoras de Ginebra, quienes pusieron el capital para abrir el local. Y se privilegió la zona de Pompeya "porque este núcleo urbano linda con un área muy necesitada", afirmó Pelloli. "Además, aquí hay una altísima concentración de gente, tratamos de acercarnos a las paradas de colectivos con los volantes para empezar a contarles que esta propuesta existe", agregó Draguicevich.
La experiencia de Chacarita "fue buena –aseguró Pelloli–. Rompió el mito de que son medicamentos de segunda calidad, que no sirven o que tienen efectos colaterales".