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Argentina: La lucha continúa

TRADICIÓN Y PODER: la propaganda de la historia

Por (((i-sde)))

Desde hace tres años, los festejos por el cumpleaños de la ciudad de Santiago del Estero se han convertido en un mega espectáculo que concentra la atención de los santiagueños por casi todo el invierno. La celebración de este año sirvió, más que nunca, como vehículo de propaganda de la política neofascista del gobierno de Gerardo Zamora. La reivindicación de viejos caudillos y la agitación de sentimientos conservadores en nombre de la tradición fue la estrategia mediante la cuál se manipuló simbólicamente la representación de la historia y de los valores culturales para legitimar su discurso de construcción de poder que los medios oficialistas reproducen a diario. Por tal razón, este artículo se complementa imprescidinblemente con las notas periodísticas indicadas al pie de página.
"La elección de los festejos"

Después de los largos festejos por el aniversario 452 de la fundación de la ciudad capital, la provincia de Santiago del Estero entró en el debate político institucional por la reforma de su constitución. Histórico por su relevancia, pero también por la ilegitimidad de los convencionales constituyentes a cargo del debate, elegidos ante la indiferencia de los dos tercios de la población santiagueña que no asistieron a las elecciones del domingo 17 de julio.

Conformado por una monstruosa y peligrosa desproporción en el reparto de las representaciones sociales (de los cincuenta cargos, cuarenta y cinco están ocupados por la alianza peronista-radical FUS), el cuerpo constituyente tendrá por dos meses la tarea de reformar la constitución provincial diseñada por el juarismo.

A la abrumadora mayoría ocupada por el engendro político del Frente de Unidad Santiagueña (FUS), el hecho de que solo el 35 % de los santiagueños en condiciones de votar dieron su respaldo a la elección de los constituyentes es un elemento de peso para poner en duda la legitimidad social de esta reforma constitucional.

Los datos de la nota "SGO. DEL ESTERO: resultados completos" (
http://argentina.indymedia.org/news/2005/07/309985.php) son contundentes en la afirmación matemática. Traducidos a una lectura política, esos datos reflejan una nueva concentración de poder en las conocidas manos de la "nueva" dirigencia local, que amasan un nuevo autoritarismo bajo el disfraz democrático de una promocionada unidad y de unas elecciones que no le importó al 65 % de la población empadronada. Es decir, casi a nadie.

"Cumpleaños de la ciudad: fundación y autonomía"

Desde su cumpleaños 450, la ciudad de Santiago del Estero celebra los aniversarios de su fundación de manera espectacular y grandilocuente. Promovida por l a gestión cultural del entonces intendente Gerardo Zamora, la idea prendió en la gente con tanta fuerza como la marcha de los bombos, otro evento creado en la ocasión pero desde la iniciativa privada.

Este año, en la ya tradicional fiesta de vigilia que se realiza en la Plaza Libertad a la medianoche del día 24 de julio, se representaron en escena las batallas que el pueblo santiagueño libró contra las fuerzas unitarias del general tucumano Lamadrid durante la guerra de la federación. En la obra se destaca la actuación en esta lucha del comandante Borges, caudillo local que sublevó a los santiagueños contra las arremetidas del ejército tucumano. Borges moriría fusilado por los tucumanos y su "cadáver" arrastrado por todo el escenario.

En el acto siguiente, la presencia de un Juan Felipe Ibarra elegante y de bastón, reivindicando a viva voz la autonomía santiagueña y llamando a olvidar las viejas heridas con los tucumanos, cerraba la parte histórica del espectác ulo. Finalmente, motoqueros, lustrines y bailarines –personajes típicos del folclore cotidiano local- intentaban dar forma a una representación alegórica de la ciudad contemporánea con fondo musical del recientemente fallecido Koli Arce. Todo muy kistch y bizarro.
Está de más decir que la noche culminó con el incesante estallido de fuegos artificiales, una marca en la gestión cultural de Zamora, heredada por la actual gestión del intendente Julio Alegre.

Cambiando el enemigo tucumano por algún rival político de esta era (la intervención federal, el juarismo, etc.), la proclama de unidad de Ibarra parecía un comunicado de prensa oficial extraída de un diario local. Además, con la sorpresiva presencia de Leo Dan bendiciendo al público entre sus clásicas canciones, la celebración adquirió un barroquismo de compleja coherencia entre el relato de contenido histórico y la mentada identidad cultural santiagueña, conservadora de los valores tradicionales y del culto católico.

De la muerte del comandante Borges a las canciones de Leo Dan. Del pasado trágico al presente de esperanza. Síntesis trazada en corta línea recta para subordinar los sentidos de la historia a los intereses políticos.

"25 de julio: empanadas, genocidio y otros gestos"

Desde su creación, el megaevento –como se denominan a estos espectaculares festejos- sirvió como escenario de las internas de artistas y funcionarios, que suelen atravesar al plano político, y también como plataforma de lanzamiento. A Zamora, que la celebración del 450 aniversario haya coincidido con su gestión le resultó una oportunidad inmejorable para proyectar una imagen de dirigente moderno y progresista, con apertura política y cultural. La proyección de esta imagen se concretó mediante el diseño de este megaevento que involucra a cientos de actores en escena, que reúne a 100.000 personas entre sus distintas actividades, y que cada vez convoca a más turistas. Invirtiendo el orden natural donde la política es una expresión de la cultura, la idea fue altamente eficaz. Y sigue siéndolo, por lo que se lee.(1)

En su condición de gobernador, Zamora no tiene competencia directa en la organización del megaevento. Pero igual aprovechó la celebración para invitar al presidente Kirchner a visitar por segunda vez la provincia en un plazo de sesenta días (el presidente había venido el 25 de mayo a celebrar con otro mega espectáculo un nuevo aniversario de la declaración de mayo).

Kirchner llegó a Santiago del Estero el día 25 de julio en tren de campaña electoral. Firmó compromisos de reparación histórica con la provincia y le rindió un homenaje a los desaparecidos santiagueños de la dictadura. En ese acto, realizado por la mañana en el monumento que los desaparecidos tienen en la Plaza del Maestro, el presidente saludó a la gente como es habitual en sus apariciones públicas. Zamora, provocado por algunas manifestantes del radicalismo, imitó al pr esidente pero obviando a las madres y familiares de los homenajeados: los desaparecidos.
Este gesto pasó inadvertido para la mayoría de los presentes (sobre todo para la prensa), tanto como muchos de los significados de los festejos que se habían desvanecido detrás de los fuegos artificiales la noche anterior.

Después de las firmas y los discursos, Kirchner no se quedó a presenciar la gran batalla entre los soldados españoles y los aborígenes nativos representada por doscientos cincuenta actores al pie de la estatua del conquistador Francisco de Aguirre, fundador de la ciudad. El presidente comió unas empanadas y emprendió el regreso a Buenos Aires, feliz por el poncho que le regaló Zamora pero más feliz aun por haber afianzado el respaldo político del gobernador y de los dirigentes peronistas alineados tras este (2), al módico precio de algunos millones por la "reparación histórica".(3)

Hablando de eso, la masacre de aborígenes desplegada por los doscientos cincu enta actores fue un broche de oro exitoso para terminar una semana de intensos festejos. Los santiagueños recordaremos por mucho tiempo la imagen de San Francisco Solano bajando en paracaídas al final de la batalla ante la mirada atónita de los derrotados tonocotés (4) y de los ávidos turistas.(5)

Como dicen los documentos españoles de la conquista, Santiago del Estero es una ciudad "muy noble y leal". En la Casa Rosada pueden afirmar lo mismo con tranquilidad.

"La reforma de la constitución"

Con el escenario copado por radicales y peronistas, las cinco bancas que no les pertenecen se reparten entre el MST (dos), la Multisectorial (dos) y el Partido Obrero (uno). Con este panorama, poco se puede dudar sobre el nivel de debate que tiene la convención constituyente y de la hegemonía que impondrá el neoconservadurismo gobernante respaldado por el monopolio económico del grupo Ick.

Entre la enfervorizada multitud que presenció el espectáculo de la noche del 24 de julio, seguramente nadie se preguntó por qué el aniversario de la fundación de la ciudad se celebraba con la conmemoración de la autonomía provincial, declarada un día 27 de abril.

El carácter autorreferencial de su identidad y la profunda necesidad que esta sociedad tiene hoy de reafirmar su independencia institucional, política y cultural, después de una intervención federal y de la caída de su patriarca protector Carlos Juárez, sea tal vez una explicación a tanta retórica histórica entreverada.

Superar cincuenta años de régimen juarista no es algo que se consiga en pocos meses. Por eso, apuntar la mirada a un capítulo heroico de nuestra historia (la guerra de la federación) para festejar la fundación de la ciudad, ligada –obviamente- a la conquista de América y no a la conformación institucional del estado argentino, denota esa debilidad santiagueña por abrevar en la "fuente de sus ancestros", ese pasado histórico reconocido por la tradició n criolla del folclore, para salir de los períodos críticos. Tradición que no se asienta entera ni sustancialmente en la huella de las culturas precolombinas, sino que más bien se modela en la construcción de un imaginario popular de la superstición mitológica, la reproducción de los ritos religiosos cristianos, la superchería pagana y la evocación heroica de la historia.

Huérfano del juarismo, Santiago del Estero se ve obligado a reinventarse como sujeto colectivo de la historia. Para ello hecha mano de los contenidos (acontecimientos) de su propia historia y los desempolva para representarlos con didáctica escolar de estética "billiken". La elección de una estética imprime marcas ideológicas –si no la define completamente- a la puesta en escena de un relato en cualquier formato de obra (cine, teatro, televisión, etc). En los años calientes de la dictadura de Videla y compañía, la revista infantil "Billiken" vehiculizaba sistemáticamente en las escuelas el germen ideo lógico del proceso militar mediante la exaltación del patriotismo, de la moral ejemplar de nuestros próceres (héroes militares en su mayoría), de los fundamentos católicos y occidentales de nuestra sociedad y de la justificación del exterminio aborigen (figura que se oponía a la "civilización del progreso", como los grupos insurgentes armados de los setenta). También la revista recurría a la omisión y tergiversación de acontecimientos y figuras de la historia que obstaculizaban el proyecto genocida de la dictadura.

La exaltación de los nacionalismos como rasgos de identidad provenientes de las más profundas raíces culturales de los pueblos –"la tradición"-, fueron prácticas comunes empleadas tanto por el nazismo en Alemania como por el fascismo en Italia, para imponer sus ideologías totalitarias en sociedades desbordadas por la pobreza extrema, la fragmentación social y la fragilidad política institucional. La propaganda, instrumentada entonces por los propios aparatos del estado, hoy cuenta, además, con las enormes estructuras de los pools mediáticos que operan a través de la prensa, la radio, la televisión y los sitios informáticos su negociación con los gobiernos de turno.

Esta "mediación" que los medios de Santiago del Estero aparentan ejercer entre la sociedad y su cultura tradicional, destinando amplios espacios para la difusión, la aprobación y el elogio desmedido (exaltación) de los acontecimientos festivos de la ciudad (6), tanto en idea como en realización, termina por convertirse en propaganda de la política oficial que recrea esa visión escolarizada y estática de la historia (hechos y circunstancias del pasado remoto), negándole a ésta su condición de proceso dinámico. Este recorte sobre el flujo de la historia actúa de un modo selectivo y perverso sobre la memoria colectiva: se orienta la mirada hacia el lejano territorio de los heroicos caudillos mediante el dispositivo teatral, provocando de esta manera el efecto de extrañamient o (distanciamiento) a través del artificio del escenario, el vestuario, el maquillaje, la iluminación, la musicalización y la actuación. Quedan afuera de este recorte ciertos períodos de la historia contemporánea imposibles de recrearse en el escenario oficial de la cultura por su lacerante e inconveniente cercanía en el tiempo, inoportunos a los fines políticos.

La participación de Zamora en el homenaje a los desaparecidos es una puesta en escena montada sobre mecanismos operados desde la ingeniería política: el gobernador fue al acto para ofrecer un gesto al presidente, no para homenajear a los protagonistas de un período de la historia claramente omitido en sus propios discursos de pacificación y unidad. La omisión que Zamora practica sobre el terrorismo de estado de los setenta, se extiende, de manera subrepticia, a su lectura del terrorismo de estado desplegado por el juarismo, que perseguía, torturaba y asesinaba por medio del aparato represor de Musa Azar hasta hace un par de años atrás, al que muchos no creen totalmente desarticulado y temen por la reagrupación de sus piezas diseminadas.

Unidad, olvido y perdón, como proclamaba el actor que personificaba a Juan Felipe Ibarra en el escenario del 24 de julio, son problemáticas que deben discutirse con el conjunto de la sociedad y no en las sedes de los partidos mayoritarios para tejer alianzas electorales. Ese comportamiento soberbio ya fue conocido en Argentina cuando Carlos Menem indultó a los militares condenados por violaciones a los derechos humanos, sin consenso social y bajo el falaz argumento de pacificar al país. En Santiago del Estero hay personas y sectores sociales que no tienen razones ni motivos para olvidar, perdonar y unirse a los socios de sus perseguidores políticos, torturadores y asesinos. Y esas razones deben ser escuchadas y atendidas por el estado provincial, no ignoradas.

En este sentido, el Frente de Unidad Santiagueña viene a renovar la ronda del ga llito ciego en una sociedad con tradición en este juego de dar un paso hacia adelante para retroceder dos y luego caerse.

(1) "Santiago, una fiesta" (editorial)
http://www.elliberal.com.ar/secciones.php?nombre=home&file=ver&id_noticia=0507260DF
(2) "Rotundo apoyo peronista al gobernador Zamora"
http://www.elliberal.com.ar/secciones.php?nombre=home&file=ver&id_noticia=050804ZIX
Se recomienda link: "Zamora convocó a impulsar la "gran esperanza" de la provincia" (ver foto)
(3) "Kirchner inicia la reparación histórica"
http://www.elliberal.com.ar/secciones.php?nombre=home&file=ver&id_noticia=050726YD7
Se recomiend a link: "Rached no descarta un acuerdo político con el Presidente"
(4) Etnia local que actualmente representa la única comunidad aborigen de Sgo. del Estero. Después de varias décadas, el estado provincial reconoció sus derechos: "Reconocen derechos de comunidades aborígenes"
http://www.nuevodiarioweb.com.ar/nota.asp?id_seccion=1&seccion=&id_nota=18636
(5) "La afluencia turística fue superior a la de años anteriores"
http://www.nuevodiarioweb.com.ar/nota.asp?id_seccion=1&seccion=&id_nota=17979
(6) El Liberal: "Felices 452 Santiago" (ver fotos)
http://www.elliberal.com.ar/secciones.php?nombre=home&file=ver&id_noticia=050725SZO
Se recomienda n los links: "Es necesaria la historia para no perder la memoria" y "El saber, la verdad y el honor".
Nuevo Diario: "Una noche de esplendor para celebrar los 452 años de la Madre de Ciudades"
http://www.nuevodiarioweb.com.ar/nota.asp?id_seccion=1&seccion=&id_nota=17881