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Argentina: La lucha continúa

Telesur vs. Telebush

Ernesto J. Navarro
Argenpress

Los intentos del gobierno de Bush y la oligarquía colombiana, para desprestigiar a Telesur, antes de que el canal comience oficialmente sus transmisiones, evidencian que el proyecto integracionista va por buen camino y que el imperio no sabe como cerrar esta ventana que mostrará a los latinoamericanos una realidad que jamás hemos visto a través de la 'objetividad' de CNN.
El presidente Hugo Chávez, en llamada telefónica que hiciera a programa de opinión de la estatal Venezolana de Televisión, hace apenas dos días, analizó la decisión del congreso norteamericano de impulsar señales de televisión para hacer frente a Telesur. Al respecto señaló:

'El gigante imperialista esta entrando en una etapa peligrosa de desespero. No hay nada más peligroso que un gigante desesperado. Todo el mundo es testigo de cuánto esfuerzo ha realizado el gobierno imperialista de Estados Unidos tratando de aislar al gobierno venezolano y sin embargo, los resultados son contrarios, esto ha funcionado algo así como un boomerang. En los últimos meses nuestras propuestas avanzan ahora mucho más que ninguna otra época'.

Como muestra de esos 'avances' se refirió los convenios y acuerdos firmados con los gobiernos de Brasil y Argentina, en el caso de Petrosur. PetroCaribe con 13 Jefes de Estados y del Caribe y la aprobación del docum ento que incluye PetroAndina, rubricado en el marco de la XVI Cumbre de la Comunidad Andina.

Recordó que Telesur es un proyecto que trasciende la frontera venezolana que responde a una propuesta La idea es salga al aire con plena libertad de expresión: 'espero ver críticas a mi gobierno, yo soy el primer crítico de mi gestión', ha dicho Chávez.

Señal en EEUU y guerra electrónica

El gobierno de Bush pareciera haber entrado en pánico cuando Telesur anunció corresponsalías en varias ciudades de Estados Unidos que dejarán ver aquello que nos niegan, que vuelve pesadilla al 'sueño americano' y que dejará ver las costuras al leve zurcido interno sujetado por la tv corporativa… que en definitiva pondrá en evidencia a la administración de 'mister danger' como llama el presidente Chávez a al mandatario norteamericano.

Por eso la propuesta de los senadores estadounidense no extraña a nadie. Por eso mismo la respuesta de Chávez fue concreta, precisa, digna: 'el tiempo de replegarse y callar quedó en el pasado, luego de las experiencias del golpe de estado y del golpe petrolero de 2002. Como dice Cristo, si te dan por una mejilla pon la otra, a nosotros se nos pusieron las dos moradas como cantaba Alí Primera, ya basta'.

Si el gobierno de Estados Unidos se atreviera a tomar alguna acción cualquiera que ella sea, que lancen señales muy potentes, entonces sería una guerra electrónica, manifestó el Presidente Chávez, y recordó que 'si Fidel Castro ha podido neutralizar la señal de Radio Martí, aquí también neutralizaremos cualquier señal'.

Impacto

Pero más allá de los intentos por opacar el lanzamiento de Telesur, los pueblos de América de Sur han expresado su esperanza en el proyecto televisivo que pretende hacernos ver a nosotros mismos.

Sergio Arelovich, Profesor de Economía Políti ca en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina, en carta enviada a este servidor señala 'este parto (el de Telesur) tiene un significado que hoy no alcanzamos a dimensionar'.

En sus reflexiones, sobre el papel de los medios en nuestro continente, el profesor y amigo Sergio Arelovich apunta que 'los medios masivos intentan homogeneizar lo heterogéneo, borran artificialmente las diferencias. Estas son señaladas como un problema y no como la expresión de la riqueza multicultural. Como dice un amigo: el sistema te plantea no ser diferente a los demás... no ser diferente... no ser'.

En su emotiva pero analítica carta Arelovihc dice: 'Si quisiera hacer una lista incompleta de nuevos principios, diría (que Telesur debe): INFORMAR aunque no guste. CONTRAINFORMAR frente al discurso único del imperio. Tener AGENDA PROPIA y no la que imponen los medios masivos. Crear un espacio accesible a la COMUNIDAD, que no se limite al consumo de una información diferente sino también a la producción de información desde la sociedad civil'.

Coincidencia feliz la los latinoamericanos, los que pensamos en nosotros mismos y que pone en sintonía a Arelovich con el ministro de Comunicación e Información y presidente de Telesur, Andrés Izarra, al señalar que el canal es 'una poderosa herramienta para la integración (…) más que un simple canal de televisión. Creo que es precisamente un paso, un camino, una autopista por la cual vamos a hacer realidad esa Unasur, la Unión de Naciones del Sur'.

Desde Venezuela se piensa que Telesur representa un escenario, un peligro para los enemigos de la integración, para los que nos quieren tener divididos para dominarnos.

Nacimiento bajo el fuego

Como una gran victoria para Telesur calificó el Vicepresidente Ejecutivo de la República Bolivariana de Venezuela, José Vicente Rangel, las medidas adoptadas por el Congreso estadounidense, para contrarrestar al canal Telesur.

Al hacer un paralelismo sobre los mecanismos imperiales dijo, 'En el fondo es la aplicación del mismo formato que han aplicado con Cuba durante 50 años sin resultados. Es la misma experiencia de Radio Martí en Cuba'.

El vicepresidente venezolano, no ve problemas en que 'así como hay un Telesur, puede haber un TeleBush no tiene nada de particular'.

En resumen, Telesur representa la posibilidad de ver lo que nos ocultan como por ejemplo:

- Los 40 millones de pobres que tiene Estados Unidos.
- Sus 30 millones de consumidores de drogas.
- Un país con el déficit fiscal más alto del mundo.
- Que mantiene un centro de torturas en Guantánamo.
- Y que desconoce a placer las leyes internacionales.
- Y que encarcela periodistas por no revelar su fuente.

¿Quién en su sano juicio podría pensar que a Bush le gustaría que estas cosas se muestren al mundo? Aún así Telesur es un he cho, viene a convertirse en un canal tan nuestro como el sol de América, como el espíritu de nuestros libertadores, como lo que siempre hemos sido y no lo han querido negar.