Argentina: La lucha continúa
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La salud enferma
Carlos Del Frade
Los proyectos del Ministerio de Salud y Medio Ambiente de la Nación producen
más deuda externa y mayor ganancia para los laboratorios, acaba de informar el
Cicop, el gremio que agrupa a diez mil profesionales de los hospitales y centros
de salud públicos de la provincia de Buenos Aires. Mientras tanto, en la
provincia de Santa Fe acaba de desembarcar el denominado proyecto Nutrirmas, que
fue calificado como un proyecto de "medicalización de la pobreza" y
"naturalización de la misma" por los equipos de gestión de Atención Primaria de
la Salud de la Municipalidad de Rosario. Más allá de los anuncios oficiales, la
salud no es un derecho de acceso universal en la Argentina, según sostienen
estas fuentes. Y los que ganan, como ocurre desde el golpe de Estado contra el
gobierno radical de Arturo Illia (1963-1966), son los grandes laboratorios
internacionales.
El silencio es salud
El Ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, tiene suerte, dice el
presidente del Cicop, el médico reumatólogo Jorge Yabkowski. "Sólo recibe
alabanzas del periodismo progre por atreverse a repartir preservativos en
Palermo. Su cruzada mediática por la despenalización del aborto no mereció una
simple repregunta: ¿por qué en tres años de concurrir al Parlamento para
impulsar proyectos varios jamás planteó en el bloque del PJ, su bloque, que los
proyectos de despenalización presentados por la oposición merecían un destino
mejor que los cajones?. Cajones que guardan hoy en el senado –merced a su
consejo– la ley nacional de gratuidad del sistema público de salud que aprobara
la Cámara de Diputados el 18 de agosto de 2004", apuntó el médico durante la
jornada inaugural del segundo encuentro de salud pública realizado en los
predios de la ex Sociedad Rural de Rosario, a fines de abril.
El médico bonaerense sostuvo que "nadie le pregunta por qué hoy los laboratorios
venden más y ganan más que antes de la sanción de la ley de genéricos, ni por
qué el Estado nacional pondrá este año treinta millones de dólares en el Plan
Remediar para comprar medicamentos a laboratorios privados nacionales y
extranjeros por el doble del valor al que los podría fabricar el Estado", se
preguntó Yabkowski.
También aseguró que el plan de médicos comunitarios no cubrió más de la mitad de
las vacantes y que no sabe por qué se aumentará en 430 millones de dólares la
deuda externa para instrumentar un plan focal como el "Nacer Argentina" que va a
repartir entre las consultoras 68 millones de dólares.
Sus conclusiones son que "no hay ningún plan real de fortalecimiento del sector
público de salud contenido en el Plan Federal. Tanto en los documentos del Banco
Mundial como en el Plan Federal en sí, de lo único que se habla es de volver al
hospital de autogestión, de implantar la flexibilización laboral, de cobrar el
recupero como fuente de financiamiento, de introducir las pautas del
gerenciamiento y la cultura del mercado al interior del sector público de salud
como preparación para su transformación en empresas que salgan a competir con el
sector privado".
Dice el titular del Cicop que "en el futuro mediato los hospitales deberán
pelear para captar los fondos de los seguros –meta estratégica del seguro
materno infantil– los que serán la exclusiva fuente de financiamiento de la
salud en la Argentina".
El Plan Federal y el plan del Banco Mundial definen en que el Estado tiene que
"dejar de ser un prestador de servicios gratuitos para pasar a ser un
financiador de los seguros de pobres, que tiene que abandonar su lugar central
en el sector salud y tiene que dedicarse a aplicar vacunas y a regular y
coordinar los fenómenos de mercado".
Peor el remedio
El análisis de Yabkowski enfatiza el rol del llamado Plan Remediar. Por un
lado el Ministerio hizo eje en la prescripción por el nombre genérico de los
medicamentos y, por otro, en la provisión y distribución gratuita en centros
primarios a través de aquél plan.
Ginés González García "siempre planteó que la industria farmacéutica argentina
era suficientemente diversificada y desarrollada como para que esta producción
estatal no fuese necesaria y con el apoyo de sus amigos del Banco Mundial
reformuló parte de los créditos para instalar el Plan Remediar, que se basa en
la compra del Estado –a través de créditos provenientes de deuda externa– de un
paquete de medicamentos genéricos para entregar en las unidades sanitarias",
algo que terminó configurando una "respuesta parcial e insuficiente a la crisis
de acceso a la medicación que estalló en el 2002", sostiene el titular del Cicop.
A la hora de pensar las consecuencias de la aplicación de la ley de genéricos,
Yabkowski afirmó que estos remedios aumentaron "sustancialmente sus valores y
los medicamentos líderes de marca los fueron disminuyendo para mantener su
proporción del mercado con un resultado final de aumento global del precio y,
por ende, de aumento de la facturación total de los laboratorios en los últimos
dos años, tanto en el 2002 como en el 2003, del orden del 27 por ciento. Con lo
cual el gasto de los argentinos en medicamentos, lejos de disminuir, aumentó".
El profesional añadió que el Plan Remediar no se entrega en los hospitales
públicos, donde se hacen aproximadamente la mitad de las consultas totales del
servicio público de salud.
Para Yabkowski "la propaganda oficial de que quince millones de argentinos tiene
garantizado su acceso a la medicación es una burla, una mentira, una de las
peores manipulaciones con el dinero del pueblo argentino que ha hecho el
Ministerio de Salud de Ginés González García. Con un botiquín cada 300 consultas
no se puede garantizar "el acceso gratuito de 15 millones de personas". El
presupuesto 2005 financiará 180 mil botiquines para 55 millones de consultas en
los Centros de Atención Primaria. Los hospitales tendrán 50 millones de
consultas sin un programa de provisión de medicamentos gratuita", enfatizó el
médico.
Nutrirmas
Los equipos de gestión de Atención Primaria de Salud de Rosario emitieron un
documento a fines de abril en relación a "un nuevo embate de las políticas
focalizadas que atentan contra el modelo" que se pretende construir en los
centros de salud de la ciudad.
El texto es una respuesta al anuncio de la Secretaría de Promoción Comunitaria y
del Ministerio de Salud y Medio Ambiente provinciales de implementar el
denominado Programa de Recuperación del Niño en Riesgo Nutricional: Nutrirmas.
Consiste en la entrega de tickets de cincuenta pesos destinados a niños menores
de seis años y que padezcan desnutrición aguda con un máximo de dos niños
beneficiados por familia. El programa también incluye controles de salud,
acciones de capacitación sobre nutrición adecuada dirigida a las madres de esos
niños, asistencia a los beneficiarios de comedores y/o copas de leche
"desmembrando aún más las familias, todas de carácter coercitivo por cuanto no
recibirían los tickets si no las cumplieran", opinan los trabajadores del sector
de Atención Primaria de la Salud.
Para ellos el programa es un "subsidio a la demanda, cobertura focalizada,
asignación normativa de prestaciones (rol pasivo de trabajadores y
beneficiarios), paquete de prestaciones restringido, medicalización de la
pobreza, naturalización de la misma (no son incluidos en el beneficio los niños
que padecen desnutrición crónica –que son los más numerosos– ni los que
pertenecen a familias con criterios de vulnerabilidad que no incluyen
desnutrición en el diagnóstico)" y agregan que "la estrategia de implementación
es más peligrosa".
Termina diciendo el documento que "hacer los padrones del Nutrirmas no será una
batalla perdida, será una nueva oportunidad para discutir las políticas
globales, para socializar información y para la organización".
"Sólo juntos podemos trabajar para buscar soluciones a los problemas de manera
que el derecho a la salud se haga efectivo. Debemos socializar poder y
conocimiento para buscar consensos. Consensos en un proyecto sanitario que nos
contemple a todos", apunta el texto elaborado por los equipos de gestión de
Atención Primaria de la Salud rosarinos.
Más allá de las máscaras progresistas, la salud sigue siendo un territorio
fecundo para los negocios de las multinacionales. Como en 1966, como durante
toda la década de los años noventa.