Argentina: La lucha continúa
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Identifican restos de 3 desaparecidas de Madres de Plaza de
Mayo
Víctimas de Astiz durante la dictadura en Argentina
Stella Calloni
La Jornada
Entre varios cuerpos que fueron recogidos en las playas de la zona atlántica
de Argentina durante la pasada dictadura militar (1976-1983) los antropólogos
forenses habrían identificado a Azucena Villaflor, Esther Balestrino de Careaga
y María Ponce de Bianco, fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo, secuestradas
por un grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma) entre el 8
y el 10 de diciembre de 1977 y desaparecidas.
Una fuerte conmoción sacude por estos momentos a Familiares de
Detenidos-Desaparecidos y a Madres de Plaza de Mayo, porque faltan horas para
que la Cámara Federal ratifique si fueron identificados estos cuerpos y ha
habido un especial cuidado para que esta confirmación surja de la Justicia, por
conducto de esa cámara.
Este fue uno de los hechos aberrantes, cuando el capitán de corbeta Alfredo
Astiz, simulando ser un joven perseguido por la dictadura, se infiltró en las
Madres de Plaza de Mayo.
Varias fueron secuestradas, junto a dos monjas francesas y otros familiares en
la iglesia de Santa Cruz por los marinos. Villaflor fue a su vez secuestrada en
una calle cerca de su casa. El delito de todos ellos era exigir la aparición o
noticias de sus hijos y familiares secuestrados.
La noche en que se llevaron al grupo, Astiz besó a cada una de sus víctimas para
señalarla ante sus compañeros de la Esma y desde entonces nunca más se supo de
ellas.
Cuidadosos como han sido siempre los familiares están esperando lo que dirá la
Cámara Federal, para tomar las medidas necesarias.
La Esma fue el mayor centro clandestino de detención, donde desaparecieron a
unas 5 mil personas y en una época comenzaron a aparecer en el mar -incluso en
Uruguay- cuerpos de las víctimas.
En 1995, el marino Alfredo Scilingo -hoy condenado en España- dijo que miles de
personas fueron llevadas en aviones de la marina para ser arrojados al mar; la
mayoría estaban vivas, pero se les había aplicado un somnífero, en los llamados
vuelos de la muerte.
Mañana puede darse otro paso hacia la dolorosa y trágica verdad del terrorismo
de Estado impuesto en el Cono Sur en los años 70, con el apoyo de Estados Unidos