Un docente del Chaco, de la localidad de Castelli, en el Impenetrable envió esta carta a la Agencia R. Walsh. El compañero es parte del grupo de maestros que en ese lugar levantaron una de las seis carpas de resistencia. Rescatamos su testimonio del laberinto de cifras y datos para dar cuenta de los seres humanos que impulsan y protagonizan las luchas. Este es su mensaje.

Soy docente rural desde hace 18 años, hice de portero, enfermero, asistente social, de consejero matrimonial. Como a casi todos los maestros de aquí me catalogan como asistencialista porque pedimos a las ONG ayuda para los chicos. Ellos sufren de frío, hambre y las enfermedades derivadas de la desnutrición,  que comienzan a padecerla cuando todavía son un feto, porque la madre no puede alimentarse bien. Es triste ver a un niño de 6 años que se duerme en la clase porque la noche anterior no cenó y en la mañana que asiste a la escuela no desayunó en su casa, a  eso hay que sumarle que tiene que caminar varios kilómetros para venir a la escuela. Al llegar toman agua para llenar el vacío que tienen en su estomago, para tener la sensación de que están llenos.

Casi el 70 por ciento de las escuelas  chaqueñas son rurales y no salen en televisión, aquí la prensa está comprada por el gobierno, y no se puede denunciar nada porque creen, y te acusan, que pertenecés a la oposición, lo sufrí en carne propia. Por decir la verdad y pedir cosas para mi escuela me llamaron la atención.

Hoy, hace 41 días que estamos de paro, por mejoras salariales y por becas para estudiantes primarios de 50 pesos y de 100 para los secundarios.

Para sostener las escuelas nos dan 60 pesos por año, o sea nosotros tenemos que comprar pinturas, elementos de limpieza, y elementos que hacen al quehacer educativo.

En el Chaco, más precisamente en Quitilipi, una ciudad en el centro chaqueño, se hace una Cabalgata de la Fe. Esto consiste en que varios peregrinos a caballo recorren alrededor de 50 km. hasta el santuario de San Pantaleón. Nosotros estamos de acuerdo en el aspecto religioso, pero no de la manera en que el gobierno gasta el dinero de la provincia. Digo esto porque el año pasado fui a mirar y me produjo bronca ver el dinero que se gasta en el transporte de animales de otras localidades, la comida, la policía movilizada, el gobernador también participa de este evento y en la noche hay un festival folclórico con famosos como el chaqueño Palavecino, que viene por una buena suma. Todos los espectáculos y actividades son gratis y es para el voto, pero en definitiva todos estos gastos los paga el pueblo.

Rosas, el gobernador de la provincia, gastó 500 millones de pesos en propaganda y ahora estamos pagando todos; con las escuelas y los hospitales parados, los campesinos movilizados. Casi toda la provincia está de paro.

GQ
Docente del Chaco