Al igual que en la Edad Media, todavía sobrevive uno de los feudos mas escandalosos de la Argentina, como el de los hermanos Rodríguez Saá, en el cual se han cometido y se siguen cometiendo ataques contra los intereses populares.

Terratenientes y dueños de la vida y de la suerte de sus comprovincianos, los puntanos como aquí los conocemos, construyeron un Estado provincial a la medida de sus caprichos y de sus desmedidas ambiciones, sin importarles el pensamiento y los derechos acordados por la Constitución Nacional y Provincial a sus ciudadanos y habitantes.

Y lo hicieron a punto tal que, en aras de su propia supervivencia personal y política, solamente les faltó el derecho de pernada... Por lo demás, buscaron el sometimiento mediante el amiguismo pueblerino y el clientelismo más burdo, sin contar con el ejercicio arbitrario del poder en numerosas oportunidades.

Ni siquiera Natalio Botana se dejaría de asombrar ante el enroque permanente entre Adolfo y Alberto en la senaduría y la gobernación, ante la construcción de una educación y de una prensa adicta a sus intereses y ante la pertinaz destrucción de los derechos económicos y sociales que disfrazan en sus campañas en la vía pública.

Tienen la osadía de un Ministerio de la Legalidad en el medio de una corrupción generalizada; de la búsqueda insistente en la privatización de la Educación, solamente detenida por el esfuerzo de docentes comprometidos con la Educación Pública y de un asistencialismo sin precedentes, con tal de disimular los fracasos evidentes de su política económica.

Pero lo grave es, sin dudas, el alto grado de indefensión de los ciudadanos y habitantes ante los abusos de un poder feudal que no duda en hacerse sentir cada vez que se prende la mecha de la justa protesta social, de la exigencia de justicia en forma generalizada.

La grave crisis en el Poder Judicial, evidenciada por las denuncias de las Dras. Gretel Diamante y María Cristina Zilloto, pone negro sobre blanco con respecto a dicha indefensión. Y no existe fuero que se salve... porque muchos de sus integrantes calzan el traje de medida confeccionado por el rodríguezsaaísmo.

Desde el escándalo Torrontegui a la actualidad, se vienen sucediendo fuertes espasmos en la sociedad sanluiseña que son acompañados por la represión indiscriminada hacia la prensa y hacia la población, lo cual habla a las claras de la real situación en una provincia donde el Estado de Derecho se ha convertido en una utopía.

Sin dudas, la Multisectorial viene cumpliendo un rol fundamental en la resistencia al poder feudal, socavando sus bases de sustentación con el fin de terminar con los escándalos generalizados: el famoso Y NO CE...; un Mundial de Ajedrez, tal vez para que los hermanos aprendan ese hermoso juego y de paso, hacer excelentes negocios o seguir confeccionando trajes a la medida para el disfrute menemista, nuevo aliado que también supo ser señor feudal en su provincia, La Rioja, y durante su larga y nunca amada gestión como Presidente de la Nación.

Feudalismo en pleno siglo de la carretera informática, es lo que encontramos en San Luis. Un sistema destinado al súbito enriquecimiento de los que se subieron al carro rodríguezsaaísta desde 1983 y al paulatino y continuo empobrecimiento de los puntanos.

Sin dudas, un sistema que debe, y va, a caer por su propio peso y por la lucha de amplios sectores de la sociedad puntana que comenzaron a decir basta a los caprichos de dos hermanos bastante soberbios, que pretenden ser Gardel, Lepera y sus guitarristas...