Remedios que se ofrecen en quioscos y supermercados como si fueran caramelos. El Estado que no regula el mercado. Laboratorios que imponen marcas y precios. Y el grave problema de la sobremedicación, según un reconocido militante italiano del derecho a la salud. Gianni Tognoni, el sanitarista más prestigioso del mundo, y su lucha contra el marketing de la industria farmacéutica.

Ignacio Jawtuscheriko
Revista Veintitrés

El consumo descontrolado de medicamentos es uno de los problemas más graves que afectan a la población mundial. Cada vez se consumen más remedios que son ineficaces caros y hasta en algunos casos letales. Esta situación se profundiza por culpa del silencio y la falta de regulación de los gobiernos. "Detrás de este flagelo esta el negocio millonario de los laboratorios farmacéuticos, una industria sólo comparable con la del armamento militar", aseguró a Veintitrés el italiano Gianni Tognoni, el sanitarista más prestigioso del mundo.

"¿Quién compraría un auto nuevo y caro que no funcione? Nadie. Eso es lo que sucede con los medicamentos: a diario se consumen miles de remedios inocuos que los laboratorios producen con el único objetivo de lucro" sostuvo Tognoni, reconocido militante del derecho a la salud que vino al país invitado por la Cátedra Libre de Salud y Derechos Humanos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires para reabrir este debate.

La Argentina está considerada un país "sobreconsumidor" de medicamentos. Suena contradictorio: aquí los hospitales carecen de insumos, millones de habitantes no acceden a una cobertura mínima de salud y reaparecieron enfermedades de la pobreza, como la tuberculosis, que se cobran quince mil víctimas nuevas cada año,

Pero, al mismo tiempo, en a provincia de Buenos Aires hay tres mil de personas que consumen habitualmente ansiolíticos. Y en todo el país, 7 de cada 10 mayores de 70 años están "polimedicados: toman más de cuatro pastillas por día. Sólo frente al 15 por ciento de los dolores de garganta corresponde medicar con jarabe. Según datos oficiales, en la Argentina se lo receta y compra casi cuatro veces más. Comparado con otros países, también es alto el consumo de placebos sin acción probada.

El panorama es complejo. Hay quioscos supermercados y farmacias que venden remedios como si fueran golosinas y miles de personas que los compran por su cuenta: desde productos para adelgazar, analgésicos y laxantes hasta antibióticos, digestivos, antiinflamatorios y calmantes. Para Tognoni, esto se debe a que "los Estados abdicaron el ejercicio de sus derechos. Deberían responsabilizarse por la salud de sus habitantes, como un capitulo esencial de la democracia. Pero el sector de los laboratorios define las reglas de evaluación y distribución de sus propios productos, e imponen precios a su antojo. Es un mercado protegido y no respetan ninguna regla establecida, ni siquiera las del mercado".


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"EN LOS ‘90 SE CAMBIÓ EL CONCEPTO DE EFICACIA POR EL DEEFICIENCIA, BASADO EN EL COSTO. HOY, LA ECONOMÍA PESA MÁS QUE LOS CRITERIOS SANITARIOS."

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SILENCIO HOSPITAL. En Latinoamérica la salud es sinónimo de brecha social. El 8O por ciento del gasto en el rubro se concentra tan sólo en el 20 por ciento de la población. "Ya existen productos que pueden bajar el índice de mortalidad, pero no están a disposición de los sectores críticos. La salud es desigual por que es una herramienta que sostiene la lógica que dice que es normal que haya dos o tres clases de ciudadanos", explicó Tognoni. Casi en soledad, el médico denuncia un estado de inequidad sanitaria generalizado, surgido a partir de recomendaciones del Banco Mundial durante la década dc ‘90. "Se cambió el concepto de eficacia en salud que rige el precepto médico por el de eficiencia, que se basa ni el costo. Hoy la economía pesa más que los criterios sanitarios", dijo.

En los últimos años, la falta de control multiplicó los escándalos farmacéuticos alrededor del mundo. Y dejó a la luz la impunidad de los fabricantes. "Los intereses que se esconden detrás son poderosos. La composición económica de la industria farmacéutica es uno de los secretos mejor guarda dos del mundo financiero", agregó Tognoni.



EN PELIGRO. En 1977 el sanitarista colaboró en el armado de la lista de los 200 medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta lista de medicamentos validados por su eficacia, en su mayoría genéricos (que por no pagar patentes son menos costosos), funcionó como una virtual declaración de derechos universales de la salud. Por eso su voz suele alzarse contra las campañas publicitarias de productos cuya eficacia no está debidamente probada: "Falta información clara, porque no se la considera información pública. Lo mas grave es que tampoco hay seguridad sobre los productos que lanzan los laboratorios, como se demostró con el polémico rofecoxib".

En septiembre pasado la FDA, la agencia norteamericana que controla los alimentos y medicamentos, relacioné el consumo del superanalgésico Vioxx (compuesto por

rofecoxib) con 27785 infartos de miocardio y muertes súbitas ocurridos entre 1999 y 2003 en los Estados Unidos. Los problemas cardíacos aparecían tras consumirlo a lo largo de cuatro meses. En esos años se hicieron en aquel país 92.791.000 recetas de rofecoxib. Nadie lo retiró del mercado hasta que el propio laboratorio fabricante, Merck Sharp & Dohrne, decidió hacerlo desaparecer.

"La no medicación, ¿no existe?", se preguntó Tognoni.

"Parece que no, porque la salud sin remedios no es negocio".

ARGENTINA EN GRAVE ESTADO

• La Argentina gasta 6.000 millones de dólares anuales en medicamentos. Está primera en el rankinq de Latinoamérica y 12 a nivel mundial.

• El principal comprador es el Estado. El PAMI gasta anualmente alrededor de 800 millones de pesos.

• El 35 por ciento del gasto total en salud se destina a la compra de remedios.

• El 90 por ciento es para consumo ambulatorio y sólo ello por ciento corresponde a internaciones.

• La industria farmacéutica está formada por 270 laboratorios con cobertura nacional. Sólo 25 concentran el 75 por ciento de las ventas.

• Durante los ‘90 las ventas descendieron de 470 a 400 millones de unidades. Pero la facturación creció un 80 por ciento: de 2.100 a 3.800 millones.

• Desde la devaluación los remedios aumentaron en promedio un 60 por ciento, llegando en algunos casos al 350 por ciento.

EL ENFOQUE COMUNITARIO

Tognoni (64 años) es director de Instituto de Farmacología Mario Negri de Milán, especialista en farmacología y cardiología y consultor permanente de la Organización Mundial de la Salud en el área de medicamentos. Es, además, el mentor de la epidemiología comunitaria: una metodología alternativa no centrada en la medicación y que entiende al paciente ‘no corno un órgano enfermo" sino como un individuo con una historia de vida que se debe integrar en su tratamiento". Este enfoque se va a aplicar por primera vez en el país en Córdoba. Se estudiarán las causas del estrés laboral de los emplea das municipales y la relación entre los casos de leucemia y la contaminación ambiental en el barrio Ituzaingó entre otros estudios.