Argentina: La lucha continúa
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El proyecto analizado en el artículo de Hugo Alberto de Pedro revela, a las claras, ciertas intenciones que subyacen en nuestra sociedad, en general y en algunos docentes que, todavía, pretenden regresar al pasado oscuro de 1976.
Ellas resultan de la 'mano dura' propiciado por el blumbergismo y de una vieja idea duhaldista de aprovechar los recursos militares ociosos, cuya conjunción resulta de gran peligrosidad para nuestros niños y nuestros jóvenes.
Más allá del despropósito de este proyecto de ley, es indudable que todavía muchas mentes siguen pensando más en 'domesticar' a los jóvenes que en formarlos como personas y ciudadanos, en clara consonancia con los ideales neoliberales sustentados por los genocidas y sus continuadores democráticos.
Y la idea de domesticación no es nueva en la Argentina... Bajo la fachada de una socialización destinada a perpetuar los valores sustentados por la Iglesia y por la oligarquía, reforzando la idea de sumisión por ser integrantes de otra clase social que le debe respeto a quienes los 'rescatan' del analfabetismo...
No es más que un reciclado de ideas viejas para seguir perpetuando la pobreza, tanto material como intelectual, e impedir una formación para la vida y para el trabajo en consonancia con los intereses del poder económico.
Y tanto es así que, si recordamos a Paulo Freire en su 'Pedagogía del oprimido', podríamos decir que se pretende una acuartelación de nuestros jóvenes para someterlos en lugar de educarlos, en una nueva versión de la bancarización expresada por el pedagogo brasileño.
En rigor de verdad, debe esperarse el rechazo legislativo a esta iniciativa porque ella supone vulnerar los derechos de los niños como también avalar la ausencia del Estado en materia social y educativa. Nuestros jóvenes no asisten a la escuela porque quieren, sino porque los grandes condicionamientos económicos y sociales que tienen sus familias lo impiden.
El derecho a la Educación debe ser garantizado por el Estado e implementado por las instituciones que deben hacerlo: las escuelas.
Cualquier otro invento, como el que hemos conocido, desnaturaliza la verdadera esencia de la Educación como medio para la formación en normas y valores, para construir un ser consustanciado con la vida y la ciudadanía como también para la producción y el trabajo.
* Juan Carlos Sánchez es Profesor de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales en I.S.P.'Dr. Joaquín V. González'.