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Argentina: La lucha continúa


Alianzas bien progres


Martín Echenbaum
CONOSUR

Duhalde, Kirchner, Alvarez, Ibarra, Hadad, Moneta y Tinelli han decidido finalmente terminar con la dispersión del campo popular y presentan su nueva alianza progre, para un país en serio. La flamante coalición ya promete investigar la masacre de Cromagnon 'hasta las últimas consecuencias'.

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El nuevo Secretario de Seguridad del Gobierno de la Ciudad es Juan José Alvarez. El Jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, convocó al ex ministro nacional y provincial de Eduardo Duhalde. ¿Qué pasó? ¿Ibarra no era aliado de Kirchner? ¿Y Kirchner no estaba enfrentado a Duhalde? ¿Duhalde no era la vieja política? ¿Y lo nuevo por donde estaría, entonces?

'Juan José Alvarez fue el responsable directo de lo que pasó en la estación de Avellaneda, porque fue el personaje, el monje negro, que se reunió con las cuatro fuerzas y coordinó toda la represión de lo que pasó en Avellaneda. Lamentablemente, esto parece que nunca acaba, porque para aquellos que perdimos nuestros hijos, es todo una burla, es todo muy siniestro, es todo maquiavélico, porque esta clase de tipos, en vez de estar pudriéndose en una cárcel, son todos premiados, son todos premiados, porque es así. Ahora este señor, con esta impunidad, fue uno de los responsables directos de la muerte de Daniel y de Maxi y está como que va a ser el que nos va a proteger. ¿Y cómo nos va a proteger alguien que ha matado?' Lo dijo Alberto Santillán, papá de Darío, asesinado junto a Maximiliano Kosteki en el Puente Pueyrredón por policías integrantes de un operativo conjunto que incluyó a las tres fuerzas federales (Prefectura, Gendarmería y Federal), y a la Bonaerense, bajo un mando común, el del por entonces Ministro Juan José Alvarez.

Alvarez asume después de la Masacre de Cromagnon, que se llevó la vida de 190 pibas y pibes en su mayoría. Quienes exigen la presencia de un Estado 'ausente' deberían recordar que el Estado, aunque no aparezca, siempre está. Y está bien presente hoy, como desde hace casi treinta años, para favorecer a los sectores cada vez más ricos, en detrimento de los más pobres. ¿Entonces lloramos su ausencia o señalamos su criminal presencia?

¿En qué se parece este enero del enero de 2002? En pocas cosas, pero bastante interesantes. Del aquel enero queda el eco de la muerte, del asesinato de pibes y pibas llenos de sueños, como aquellos matados en las calles y estos asesinados en el boliche. Quedan también las asambleas, quedan las marchas, el reclamo, y queda un canto que muchos sentenciaron muerto y olvidado: Que se vayan todos. Como, ¿no era que había fracasado la consigna? La realidad le contestó finalmente a los que creen que la potencia de una consigna se agota en unas elecciones y piensan que desde un escritorio se puede determinar su invalidez. Pues bien, el que se vayan todos sigue siendo interesante para entender la realidad. Para entender el miedo de los funcionarios, la represión de la Policía en las marchas, ordenada por funcionarios, para entender por qué se critica a los piqueteros pero igualmente todos los conflictos se protestan en las calles. Aunque el Que se vayan todos no se cante, se siente.

La vigencia del que se vayan todos no implica creer en una situación pre-revolucionaria, ni mucho menos. Simplemente permite captar los procesos culturales en paralelo pero no atados exclusivamente a los tiempos políticos. ¿Acaso se agotaron las razones que llevaron a aquel 19 y 20, a las asambleas, saqueos y piquetes? Claro, Kirchner no podría entenderse fuera de ese contexto y ha logrado bloquear parte de esas demandas. Sin embargo, muchas permanecen incumplidas y han surgido y se han profundizado otras. ¿No hay motivos para protestar?

¿Qué nos sigue abriendo el que se vayan todos? Nada menos que un fértil campo de prácticas y acciones que merecen ser recorridas.

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¿Qué tiene que ver en todo esto Tinelli? Bueno, se dice que el Gobierno busca conformar un multimedios oficialista, que por supuesto no sería conformado por Canal 7 y Radio Nacional, sino por los medios de comunicación de Tinelli y Hadad.

El titular del Comité Federal de Radiodifusión (COMFER) Julio Barbaro, dijo hace unos meses en una revista que Moneta, ex banquero de Menem, ex titular del Grupo de medios CEI, investigado por numerosos actos delictivos, es 'uno de los nuestros', porque es un empresario nacional, y también popular, como no.

Moneta es socio de Hadad en Canal 9. Hadad es dueño del Grupo Infobae (además del 9, tiene Radio 10, FM Mega, FM Amadeus, el Diario Infobae y el portal de Infobae digital). Tinelli es dueño de la productora de Ideas del Sur y de Radio del Plata.

Moneta sueña con destruir al Grupo Clarín. Tinelli quiere tener un canal (piensa quedarse con el 9). Hadad quiere... ¿sólo seguir acumulando millones?

Al Gobierno esta alianza le resulta encantadora. ¿Escuchaste Radio 10 últimamente? Esta re progre. Ya no se escuchan arengas contra el setentismo del modelo K, el Presidente es defendido a capa y espada y aún hay más. Tras la masacre de Cromagnon, la radio de Hadad, al igual que en sus otros medios, se ocuparon de dejar en claro que la responsabilidad absoluta de la matanza era del empresario Chaban. Para Aníbal Ibarra, nada. Es más, Ibarra fue entrevistado en el mismísimo estudio de la radio por Eduardo Feinnmann (este es el malo), quien le dejó picando todas y cada una de sus preguntas, ni una crítica salió de su boca.

¿Qué tienen en común Duhalde, Kirchner, Alvarez, Ibarra, Hadad, Moneta y Tinelli? ¿Qué intereses defienden y defenderán? QSVT.