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Medio Oriente - Asia - Africa

26 de marzo del 2004

Abedlaziz Rantisi: el nuevo jefe de Hamas
Palestina: Yasser Arafat y Hassan Nasrallah en la lista negra de Israel

Ferrán Sales
Correspondencia de Prensa

Guerra total al liderazgo palestino El general Moshe Yaalon, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas israelíes, dijo que Yasser Arafat, jefe de la OLP, y Hassan Nasrallah, líder del Hezbolá libanés, son los próximos en la lista negra de Jerusalén tras el asesinato de Ahmed Yassin, líder de Hamas.

Responsables del ejército y de la seguridad anunciaron ayer que Israel proseguirá con las operaciones de caza y asesinato de los dirigentes radicales palestinos. El número uno del Estado Mayor, el general Moshe Yaalon, se atrevió incluso a dar nombres y reveló que la lista negra de objetivos a abatir la encabezan por ahora el líder palestino Yasser Arafat y el del jeque Hassan Nasrallah, el jefe de la guerrilla fundamentalista libanesa del Hezbolá.

"Creo que sus reacciones -tras el asesinato selectivo del jeque Yassin- demuestran que han comprendido que les está llegando su turno", aseguraba el general Moshe Yaalon, en un seminario universitario celebrado en Tel Aviv, tras haber desvelado el nombre de estos dos futuros posibles blancos del ejército israelí. Aunque las palabras del responsable del Estado Mayor fueron rápidamente desmentidas por el numero dos del Ministerio de Defensa, Zeev Boim, quien aseguró que de ninguna manera se está planeando el asesinato de Arafat, el mentís dejó entrever cuanto menos una razonable polémica. La situación alimentará sin duda aún más las angustias y temores del presidente palestino, quien el día antes había asegurado a sus íntimos colaboradores ser "el próximo de la lista".

Toda la clase política palestina es consciente de que el único escudo real y decisivo con que cuenta por ahora Arafat es el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que hace tres años al llegar a la Casa Blanca arrancó a la fuerza a Ariel Sharon un juramento de que nunca atentaría contra el máximo líder palestino. En medios diplomáticos se asegura que en los últimos meses Bush ha tenido que recordarle a Sharon en reiteradas ocasiones la validez y vigencia de este compromiso.

El espíritu de las declaraciones del jefe de Estado Mayor, el general Yaalon, fueron confirmadas por el ministro de Defensa, Saul Mofaz, quien insistió también ayer en que Israel continuará con las operaciones de caza de los dirigentes terroristas palestinos, que éstas no había hecho más que empezar y que el ejército continuaría abatiendo a los dirigentes fundamentalistas de Hamas y de otras facciones radicales.

"Si continuamos con determinación llevando a cabo nuestras operaciones contra Hamas y otros grupos terroristas, con los métodos indicados, incluidos las operaciones contra estos líderes, incrementaremos la seguridad de los ciudadanos israelíes", recalcó el general Mofaz, mientras que el ministro de Seguridad Interior, Tzachi Hanegbi, miembro del partido nacionalista Likud, afirmaba: "Desde ayer cualquiera que lidere un grupo terrorista en la Franja de Gaza, Cisjordania o cualquier otro lugar sabe que no tiene inmunidad".

El ministro responsable de la policía israelí se negó a dar nombres, pero añadió más confusión, al asegurar que entre los objetivos marcados y sentenciados a muerte se encuentran también "quienes aparecen en la televisión". Era referencia velada pero suficiente para entender que estaba hablando de Abdelziz Rantisi y Mahomud al Zahar, portavoces de Hamas en Gaza, que en estos días aparecen constantemente haciendo declaraciones en las cadenas de televisión internacionales.

Fuentes militares israelíes aseguraban ayer que la decisión de continuar la lucha selectiva contra los dirigentes terroristas palestinos se habría tomado el lunes, horas después del asesinato de Yassin, en el transcurso de un encuentro secreto, en el que participaron los mandos militares y policiales israelíes. Los reunidos acordaron continuar con las operaciones sin tomarse ni un minuto de respiro y sin que tuvieran que esperar otro ataque de Hamas.

Ante esta lluvia de amenazas, la respuesta de los fundamentalistas no se hizo esperar. El nuevo líder de Hamas en Gaza, el doctor Abdelaziz Rantisi, anunció anoche ante millares de militantes y simpatizantes, reunidos en un campo de fútbol, su decisión de continuar combatiendo contra Israel, dando preeminencia a la lucha armada por encima de la pugna política o la asistencia social.

"Sharon y los israelíes no conocerán la seguridad. Vamos a dar una lección a Israel. Vamos a combatirlos hasta la liberación de Palestina, de toda la Palestina", recalcó Rantisi, cerrando así de golpe la puerta a cualquier compromiso territorial sobre Israel, en la línea del apuntado por los sectores moderados de su organización, incluido el propio Ahmed Yassin, que en determinados momentos de su vida habló de reconocer las fronteras de 1967, es decir la existencia del Estado de Israel, y la posibilidad de abrir la organización a un debate político, que condujera a los militantes a participar en la vida democrática.

Las palabras de Rantisi de ayer suponen también el fin de un diálogo que Hamas había iniciado con la Autoridad Palestina hace pocas semanas, para poner fin al caos y la anarquía y preparar la futura administración de Gaza, una vez que se llevara a término el repliegue de las tropas israelíes, de acuerdo con el plan diseñado por el premier Ariel Sharon.

* De El País de Madrid. Especial para Página 12




Abedlaziz Rantisi, médico pediatra y jefe militar
Cómo es el nuevo hombre fuerte de Hamas

Un duro, Abdelaziz Rantisi, 56 años, nacido en Yubna, cerca de Jaffa, refugiado en Gaza desde 1948, se ha convertido en el nuevo hombre fuerte de Hamas en la Franja de Gaza. Su nombramiento fue refrendado por millares de militantes y simpatizantes reunidos anoche en el estadio de fútbol del Yarmuk, en la capital, en el mismo lugar donde se estaba celebrando el velatorio por el jeque Ahmed Yassin.

La aclamación de Rantisi como máximo responsable del principal movimiento fundamentalista en Gaza no ha sorprendido a nadie, ni siquiera a aquellos sectores legalistas de la organización que reclamaban poco menos que la apertura de un debate ordenado y una elección democrática en el seno del partido o en el Majlis Choura, el consejo consultivo. Desde hace años este médico pediatra estaba considerado el sucesor indiscutible de Yassin, un puesto que se lo ha venido ganando a pulso sobre todo desde que el pasado mes de junio saliera milagrosamente con vida de un ataque perpetrado por los helicópteros israelíes, que lanzaron siete misiles sobre su vehículo.

Abdelaziz Rantisi, formado intelectual y religiosamente en Egipto, donde estudió medicina en la Universidad de El Cairo y se afilió a la secta de los Hermanos Musulmanes, empezó a militar en Hamas en 1987, pocos días después de que estallara la primera Intifada. Miembro activo de la organización, se convirtió desde un primer momento en la mano derecha del jeque Ahmed Yassin, hasta que en 1992 los israelíes lo expulsaron a "tierra de nadie" al sur de Líbano, junto con otros 416 fundamentalistas.

La firma de los Acuerdos de Oslo hicieron posible que Rantisi volviera de su exilio en 1993, para colocarse de nuevo a la derecha del jeque Ahmed Yassin y enfrente del líder Yasser Arafat, para adoptar desde entonces una posición respetuosa, pero permanentemente crítica hacia la Autoridad Palestina. Su actitud de permanente reproche hacia el presidente le ha costado largos períodos de prisión en cárceles palestinas, de los que no logró librarse a pesar de contar con una sentencia absolutoria del Tribunal Supremo, que ordenaba además su excarcelación inmediata.

Las posiciones radicales de Rantisi, detractor a ultranza de cualquier acuerdo de paz con los israelíes, lo llevaron meses atrás a oponerse a los diferentes procesos de tregua en la Intifada, enfrentándose así a los sectores moderados de su propia organización que desde Damasco propugnaban una pausa estratégica, que sirviera de respiro a los tremendos desgastes producidos por el ejército entre sus filas.

Abdelaziz Rantisi no cree tampoco en la desmilitarización de la Intifada ni en la alternativa de las movilizaciones sociales y pacificas, defendidas por numerosos dirigentes palestinos, ni en la orden de alto el fuego decretado en reiteradas ocasiones por Arafat desde Ramala. Su propuesta es siempre la misma: la lucha sin fin, sin fronteras, ni líneas rojas, hasta conseguir la proclamación del Estado de Palestina. El asesinato de su mentor, el jeque Yassin, ha radicalizado aun una postura, que amenaza llevarlo al suicidio o al martirio. En cualquier caso, a la muerte.

* desde Jerusalén