Medio Oriente - Asia - Africa
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7 de marzo del 2004
Polémica sobre el velo en Arabia Saudí
El Gran Mufti de Arabia Saudí afirma que las mujeres musulmanas sin velo se comportan "como prostitutas occidentales"
Webislam
El tema del hiyab y la segregación de los sexos ha sido el motivo de la polémica más áspera surgida tras la celebración del Foro Económico de Yeddah. Una de las ponentes fue Lubna bin Suleiman al-Olayan, directora de la Al-Olayan Finance Company, con la cual se ha situado a la cabeza de las empresarias saudíes.
Al-Olayan pronunció una conferencia titulada "Una visión Saudí para el desarrollo". Durante su intervención, aprovechó para hacer un llamamiento al cambio, e instó a la recuperación de los derechos que el islam garantiza a las mujeres. En la misma sala, el príncipe Abdul-lâh bin Abdul-Aziz aplaudió (entre un bostezo y otro) su discurso.
Su intervención, sin embargo, ha despertado las iras de Sheij Abdul-Aziz al-Asheij, el Gran Mufti de Arabia Saudí, máxima autoridad religiosa del país, quien ha criticado el hecho de que al-Olayan apareciese ante una asamblea de hombres sin velo.
En un comunicado hecho público a través de la Agencia de Prensa Oficial de Arabia Saudí (SAP), el gran mufti ha cargado contra lo que califica como una "conducta intolerable", criticando además el hecho de que la Agencia Arab News publicase una fotografía de al-Olayan durante el Foro, en la cual se la muestra conversando con un grupo de hombres sin hiyab.
En su polémico comunicado, el mufti, y máximo dirigente del Consejo Grandes Ulemas del Reino de Arabia Saudí, afirma que las mujeres musulmanas que asisten a actos públicos sin velo se comportan "como starlets y prostitutas".
Según ha destacado la prensa árabe, el mufti no se refería únicamente a Lubna al-Olayan, sino que sus palabras apuntaban a la Premio Nóbel Shirín Ebadi y a la Presidenta de Indonesia Sukarno Putri. Ambas han aparecido recientemente en actos públicos sin velo, la una para recoger el Nóbel de la Paz, y la otra ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Imágenes que han sido ampliamente divulgadas en los países de mayoría musulmana.
De esta "desviación", hecha la culpa a "América y occidente", ya que desde ahí operan aquellos que "quieren liberar a las mujeres mediante el kufr o tergiversan la ley y la historia islámica, tratando de declarar que el hiyab no es obligatorio Ellos quieren convertir a las mujeres musulmanas en fornicadoras y adúlteras como sus mujeres".
El mufti añade que las mujeres saudíes son las únicas que permanecen libres de estas influencias perniciosas: "Hasta ahora, solo los saudíes han sido capaces de mantener a estas mujeres bajo control. Pero en todo el mundo islámico están surgiendo este tipo de mujeres que, bajo la reivindicación de los derechos de las mujeres, están perdiendo su islam y tratan de destruir el islam".
Por su gravedad, estas declaraciones no pueden ser pasadas por alto. En primer lugar, es de lamentar la absoluta falta de respeto hacia las mujeres que deciden libremente abandonar el uso del hiyab. Tal y como nos dice Al-lâh en el Qur'án, cada uno es responsable de sus actos ante Al-lâh, y aunque es el derecho de los estudiosos aconsejar u opinar cuando se les pide, no lo es meterse en la vida ajena, y menos de un modo insultante.
Hay que lamentar que en su afán de criticar a las mujeres musulmanas que abandonan el uso del hiyab, haya caído en graves ofensas hacia las mujeres occidentales. ¿Quién es Abdul-Aziz al-Asheij para generalizar e insultar a unas mujeres que no conoce, y sobre las cuales no tiene autoridad alguna? En un momento en el que se están realizando esfuerzos para el diálogo entre el islam y occidente, declaraciones de este tipo solo empeoran las cosas.
A petición de Webislam, la presidenta de la Asociación de Mujeres Musulmanas an-Nisa, Jadicha Candela, nos ha enviado las siguientes líneas:
"Al hablar del control ejercido sobre las mujeres saudíes, el propio Mufti es la prueba de que las mujeres musulmanas de Arabia Saudita no desean ser anuladas y convertidas en sombras que se someten en todas las decisiones a los dirigentes masculinos. También me parece inviable que se pueda volver a establecer un Islam donde la libertad de conciencia y expresión se subordine a los dictados de los 'escolares', todo lo cual, como ya hemos experimentado con el comunismo y con el catolicismo, crea un aparato de pensamiento dogmático y de practica dictatorial."
Al margen del debate en torno a la mujer y el papel que se otorgan los ulemas oficiales, hay quien afirma que las declaraciones de Abdul-Aziz al-Asheij son un signo de que estos sienten peligrar su influencia, y no están dispuestos a aceptar cambios en un sistema legal que han establecido para preservar su patrimonio. En la actualidad, el sector empresarial demanda con urgencia una apertura.
En este sentido, merece resaltarse la valentía de Lubna al-Olayan. Ante las severas leyes sobre vestimenta que rigen en el país, aparecer sin velo en público ha sido visto como una osadía, en si mismo un mensaje de esperanza para las mujeres saudíes.
Desde nuestra modesta posición, creemos que lo más práctico es remitirse a la shar'îa para solucionar esta polémica. Dado que en el Islam existe el delito por calumnia, solicitamos al reino de Arabia Saudí que le sean aplicados al sheij Abdul-Aziz al-Asheij el hadd (castigo límite permitido por Al-lâh) de ochenta azotes.
Solicitamos, asimismo, que sea despojado de su cargo. Resulta bochornoso ver a una persona de este talante ocupando un cargo influyente, y cuyas decisiones y fatuas (consejos jurídicos) son escuchadas por miles de personas.