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Desde 1992 el Continente africano ha transferido al Occidente acreedor cada año el 41,8 por ciento de sus riquezas naturales, para obtener a cambio una agudización de sus problemas sociales tradicionales y la llegada de otros nuevos.

Así se desprende de un documentado estudio elaborado por la Comunidad Económica de Estados del Africa Central (CEEAC) y de la Comunidad Económica y Monetaria (CEMAC) para ser analizado hoy y mañana por los ministros de economía de los 11 países de esa región africana en Brazzaville.

El encuentro que auspicia la CEMAC es la continuación de la Cumbre de jefes de estado o de gobierno que concluyó ayer en la capital del Congo Brazzaville, la que aprobó importantes medidas políticas para el futuro del Continente.

La cita iniciada este jueves bajo la conducción del secretario ejecutivo de la CEMAC, Jean Kwete, y a la que asiste el presidente de la República del Congo, Denis Sassou Nguesso, aborda una agenda en la que están los pormenores de la creación de una zona de libre intercambio comercial, cuya entrada en vigor será el 31 de diciembre del 2007.

Según explicación del propio Sassou Nguesso, la misma tiene el objetivo de promover las inversiones privadas en Africa Central y el trueque y venta de mercaderías de los estados del área con preferencias especiales.

El informe de 22 páginas sobre las consecuencias sociales y políticas del endeudamiento externo de Africa, atribuye a las políticas de ajuste ortodoxo 'buena parte de la responsabilidad en la caída del nivel de vida de amplios sectores de la población'.

Precisa que los problemas de empleo, vivienda, salud y educación se agravaron en la década pasada y sin salida, prácticamente, en los primeros años de este quinquenio.

Subraya que los esfuerzos de la mayoría de los países han estado dirigidos a cumplir con una deuda que, pese a ello, no hizo sino aumentar.

Esto la limita al simple papel de proveedor de materias primas, cuyos precios son determinados por centros bursátiles de los países occidentales, los que succionan sus venas mediante el pago de servicios de una gigantesca deuda, calculada en mas de 450 mil millones de dólares.

Todo esto sucede en una parte de este vasto continente de 30 millones 271 mil kilómetros cuadrados, que reúne a 11 de los 47 países más pobres del mundo y con una esperanza de vida que no pasa de los 43 años.

Para los líderes africanos, Sassou Nguesso, principal promotor de la Comunidad Economica del Africa Central, Thabo Mbeki, de Sudáfrica y el nigeriano Elesegún Obasanjo, impulsores de la Unión Africana (UA), junto a los demás jefes de estado o de gobierno que asumen la responsabilidad de hacer realidad el sueño de sus predecesores, el reto esencial es cumplir la tarea de reconstruir el Continente.