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Medio Oriente - Asia - Africa

¡África ruge! Petróleo, diamantes, minerales raros y... sangre

Enrique Oliva
Rebanadas de Realidad

Cuando en África parecía comenzar a terminarse el vaciamiento de sus riquezas, los colonialistas europeos emprenden una abierta competencia con el imperialismo anglosajón por lo que resta: petróleo recién detectado, diamantes, un raro mineral indispensable para hacer celulares telefónicos y patentes biológicas del continente negro..
Tanto a Estados Unidos como a Gran Bretaña se les agotan las reservas energéticas complicándoseles asimismo las posibilidades de una extracción y transporte normal desde Medio Oriente por culpa de los intratables "terroristas" y "suicidas", hábiles en sabotajes contra oleoductos. Esta situación coincide con convincentes estudios que prueban la existencia de grandes yacimientos en África. Y allí confluyen las ávidas multinacionales a ganar espacios, usando y abusando de su poder de violencia y corrupción.
Los sufridos pueblos africanos solo pueden esperar más despojos de sus riquezas, trabajo esclavo, desarraigos forzados o la eliminación física por los mercenarios de las multinacionales. Estos atropellos sangrientos son viejos, pero ahora provocan inocultables escándalos por la muerte de tropas coloniales francesas en Costa de Marfil.
Pero la vieja Europa, aunque no posee oro negro, si tiene el real dominio político económico en buena parte de África a través de sus ex colonias, donde pone y saca dictadores, tiene la propiedad de las tierras más valiosas y el monopolio comercial.
En el caso de Francia, esta potencia les imprime y maneja una única moneda común: el franco CFA (franco de la Comunidad Financiera Africana) divisa que revalúa o devalúa de acuerdo a sus intereses especulativos.
Los trece (13) países africanos "independientes" atados al CFA, y admiticos como miembros de las Naciones Unidas, son: Togo, Senegal, Benín, Burkina Faso, Camerún, Congo, Chad, Gabón, Niger, Guinea Ecuatorial, Malí, Costa de Marfil y República Centroamericana. A este último estado "independiente" fue donde se condujo secuestrado por EE.UU. al presidente haitiano Jean Bertrand Aristide, democráticamente elegido, para sustituirlo por un gobierno "transitorio" digitado por norteamericanos y franceses, pero el venezolano Hugo Chávez, se niega a reconocerlo.
Como moño de ese paquete colonial, desde la "independencia" de la Côte d'Ivoire, hace 44 años, como en todas sus ex posesiones citadas, Francia mantiene una fuerza militar permanente para "garantizar la democracia" y cuidar la vida y hacienda de los privilegiados residentes blancos (en su inmensa mayoría franceses).
Costa de Marfil es una república cuyo pueblo se ha levantado contra los ocupantes militares franceses, sus terratenientes, sus monopolios y su franco CFA. Los rebeldes ya hace más de dos años que dominan la mitad Norte del país. Para atajar a los patriotas, el gobierno cipayo y París recurrieron a las Naciones Unidas mandando ésta una "fuerza internacional de interposición" entre ambos bandos. Allí la ONU tiene 6.000 soldados y Francia algo más de 4.000, todos con las más modernas tecnologías para matar, aumentando hoy ese poderío aceleradamente. A Abidjan, la capital, los aviones llevan más tropas y pertrechos, regresando con cadáveres o heridos franceses y residentes blancos que huyen del caos reinante.
La tregua de mayo de 2.003 se ha roto. El acuerdo de Marcoussis, donde medió el presidente francés Jacques Chirac, obligaba al presidente socialista Laurent Glagho a llamar a elecciones, pero esa condición aun no tiene fecha. Por su parte, los rebeldes se comprometían a desarmarse, cosa que empezaron a concretar pero luego suspendieron ante "agresiones" de Glagho por medio de "escuadrones de la muerte" Y ahora continúan su lucha contra las fuerzas armadas francesas, señaladas como enemigas del combativo grupo "Jóvenes Patriotas", conducido por Charles Ble Goude.
Días atrás fueron bombardeadas instalaciones franceses en Abidjan matando a 9 militares galos e hiriendo a una treintena más. Los cuerpos de los fallecidos ya descansan en su tierra. En París fueron recibidos con honores oficiales como "héroes de Francia".
Con aquel primer bombardeo se reinició la lucha armada. Allí murió también un civil, ciudadano norteamericano. Este podría ser un "contratista", como se llama ahora a los criminales mercenarios. De las acciones de los últimos días no hay informaciones precisas ni de las víctimas de los desórdenes que se intensificaron.
Por supuesto, París ha requerido más apoyo a la ONU y Estados Unidos para "defender a la población blanca" de las multitudes enardecidas que matan, saquean y queman, pese a la metralla que lanzan sobre ellas helicópteros franceses.
Francia, el país con más colonias del mundo, no ha aprendido las lecciones de Vietnam, Argelia y varios enclaves menores en todos los mares del globo. Ahora se resiste en África, bajo la cobertura de moda de culpar de todo al terrorismo internacional, como se calificaban antes a los movimientos de liberación con el sello de comunistas.
Costa de Marfil es parecida a nuestra provincia de Buenos Aires, tanto en extensión como en cantidad de habitantes. Rica en productos agrícolas valiosos como caucho, tabaco y aceite de palma, es el primer exportador mundial de cacao. Pero, tiene la desgracia de poseer importantes minas de diamantes que codician grandes empresas sin escrúpulos para reparar en medios. Desde su "independencia" en 1960, este país fue gobernado durante 33 años seguidos, hasta su muerte a los 88 años de edad, por Félix Houphouet Boigny, quien integrara el primer gabinete del presidente francés Charles De Gaulle.
Las nuevas guerras africanas implican a los indígenas manipulados por la fuerza para tomar partido en la lucha entre multinacionales, solo por razones económicas.
Ante esta dolorosa y repetida situación, vaya una advertencia. Como los medios de comunicación hoy están globalizados contra el "terrorismo", no deben esperarse noticias provenientes de los rebeldes independentistas. Solo nos harán consumir lo que emane de las multinacionales, en especial las del petróleo y los diamantes, sin informarnos de la verdad ni de hechos salvajes de los ejércitos mercenarios.