Medio Oriente - Asia - Africa
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25 de enero del 2004
Nueva medida de
desesperación israelí
Israel obstaculiza la entrada de visitantes a los Territorios
Ocupados
Applied Research Institute
Traducido para Rebelión por Felisa Sastre
Bienvenido al Estado de
Israel... con este advertencia/ declaración Israel añade un obstáculo más
para evitar que los extranjeros entren en los Territorios Palestinos, como si
los 84 puntos de permanente control militar, las 58 zanjas, las 95 barreras de
bloques de hormigón y las 464 barreras de escombros (Haaretz), no fueran
suficientes para disuadir a cualquiera que tenga intención de visitar los
Territorios Palestinos En apariencia, ese es el caso, dado que Israel no ha
conseguido desalentar o impedir que la gente llegue a visitar Tierra Santa y los
territorios palestinos, y es lo que ha llevado al Gobierno de Israel a
establecer nuevos trámites que los extranjeros de cualquier condición
(peregrinos, turistas, hombres de negocios, etc.) han de llevar a cabo con
anterioridad a su entrada en las zonas bajo jurisdicción palestina (Zona A).
El folleto de información que se distribuye a todos los extranjeros que entran
por las fronteras del aeropuerto Ben Gurion, por el control de Erez, por el de
Jiser al Malik Hussayn (Allenby Bridge) y por el de Jisr esh Shiakh Husayyn
(las únicas fronteras por las que se puede entrar en los territorios palestinos
bajo control israelí) y que tienen intención de visitar las zonas palestinas,
así lo indica. (Para ver el mapa: http://www.poica.org/casestudies/Judea & Sameria
15-01-04/Welcome to the State of Israel.jpg )
Las nuevas normas prohíben estrictamente que los visitantes entren en
Cisjordania y Gaza sin una autorización oficial que concede Israel. Las
cláusulas advierten también de que la no observación de las normas tendrá
graves repercusiones legales entre las que se incluyen la deportación o/ y la
prohibición de futuras entradas en el Estado de Israel. Las normas establecidas
indican a quienes desean entrar en la zona de Gaza que deben presentar una
solicitud a la Oficina de Relaciones Internacionales de la Administración de
Coordinación y Enlace, situada en el control de Erez en Gaza. Pero va más allá:
el folleto informativo establece que la solicitud de autorización será
tramitada con la máxima urgencia en el plazo de cinco días laborables y pone el
énfasis en que la presentación de la solicitud no supone la autorización para
entrar (Para ver el folleto: http://www.poica.org/casestudies/Judea & Sameria 15-
01-04/image001.jpg)
(La traducción de las normas es la siguiente:
1. Nos gustaría advertirle de que la entrada en los territorios bajo control de
la Autoridad Palestina, en la Franja de Gaza, Judea y Samaria (Área A) está
prohibida sin que, con anterioridad, haya obtenido autorización por escrito.
2. La entrada en los territorios mencionados, sin la autorización previa, puede
ocasionarle problemas legales que incluyen la deportación y /o la prohibición
de futuras entradas en el Estado de Israel.
3. Quienes tengan intención en entrar en la Franja de Gaza por el paso
fronterizo de Erez necesitan rellenar una formulario de solicitud de entrada
(en los territorios controlados por la Autoridad Palestina) y presentarlo al
Oficina de Relaciones Internacionales en Administración de Coordinación y
Enlace de Gaza, situada en el paso fronterizo de Erez.
4. Las solicitudes se tramitarán con la máxima urgencia para conceder la
autorización en el plazo de cinco días laborables.
5. Se puede obtener información adicional en la Oficina de Relaciones
Internacionales en Administración de Coordinación y Enlace de la Franja Gaza
bien por teléfono (08-674-1556) bien por fax (08-689-2613).
6. La presentación de la solicitud de autorización de entrada en los lugares
mencionados no supone un permiso para hacerlo hasta que se reciba la
autorización escrita.)
Es claro que el propósito de Israel es el de aislar a los palestinos del resto
del mundo para reducir el contacto directo con los visitantes, peregrinos y
turistas que, entre otros, acuden a Palestina y pueden tener una visión directa
de la aniquilación rutinaria que Israel ejerce en la población palestina. Las
restricciones, obligatorias para los que visiten los territorios palestinos,
están dirigidas a impedir a los visitantes la posibilidad de entrar en los
territorios palestinos, habida cuenta de que su viaje normalmente es de una
semana o diez días en la gran mayoría (sólo de unos pocos días para los hombres
de negocios). Con estos trámites, Israel está literalmente coaccionando a los
viajeros a permanecer en el país al menos cinco días habida cuenta de que la autorización
sólo se tramita durante los días laborables, que excluye el fin de semana que
en Israel lo constituyen viernes y sábado. Los trámites israelíes impuestos a
los visitantes de los territorios palestinos tendrán graves consecuencias en la
economía- ya en situación catastrófica a causa de los impedimentos y
restricciones israelíes vigentes en los territorios palestinos con anterioridad
al establecimiento de las nuevas normas. El sector turístico será el que más
sufrirá, puesto que el pequeño número de turistas que todavía desea visitar
Tierra Santa se mostrará más cauteloso ante la idea de hacerlo después de la
implantación de los nuevos trámites. Israel intenta también demonizar el cada
vez más creciente apoyo a la Autoridad Palestina y al Presidente Arafat, al
someter a una congelación de cinco días el entusiasmo de los grupos de apoyo
para conseguir la autorización- ¡si es que la consiguen! Grupos de apoyo
provenientes de todo el mundo llegan para una rápida visita a Cisjordania y
Gaza y a la sede del Presidente Arafat en Ramala, y todo ello les supone unos
dos o tres días, lo que ni tan siquiera alcanza el tiempo que se necesita para
obtener la autorización de Israel,... lo que puede ser una de las razones
ocultas del programa israelí. Los impedimentos israelíes controlarán el trabajo
de las organizaciones humanitarias que actúan en los territorios palestinos ya
que la autorización que se les concede a esas organizaciones y a personas
individuales se encuentra siempre bajo la amenaza de revocación. Las
restricciones y control que Israel trata de imponer a las organizaciones
humanitarias y grupos pacifistas no es sino otra manera de ocultar la verdad de
lo que está ocurriendo en esta parte del mundo, lo que Israel ha estado
haciendo durante décadas.
Los palestinos han sido siempre acogedores con los visitantes y los han tratado
con la máxima generosidad durante su estancia en los territorios palestinos.
Los únicos peligros y amenazas han venido siempre de los israelíes: Mary Corey,
la mártir estadounidense a quien los bulldozers israelíes aplastaron cuando
intentaba detener la monstruosa máquina israelí que iba a demoler casas en Gaza
en 2003 y, recientemente, Tom Horendal, un pacifista británico que ha muerto
tras permanecer en coma desde abril de 2003 cuando recibió un disparo del
ejército israelí durante una protesta en Gaza, (así lo atestiguan).
Otro efecto de los procedimientos israelíes afecta a centenares de miles de
palestinos a quienes se les negó el permiso de residencia por estar viviendo en
el extranjero con anterioridad a 1986, lo que quiere decir que cualquier
palestino que tenga pasaporte extranjero podría estar sujeto a los nuevos
trámites para visitar a sus propias familias.
Las nuevas normas han entrado en vigor el 4 de enero de 2004, y obligan a todos
los extranjeros que residen en los territorios palestinos o en Israel a
solicitar la autorización del Departamento del Interior israelí o de la
Administración Civil para entrar en las áreas bajo control palestino.
Jersusalem. 17 de enero de 2004