Latinoamérica
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Democracia participativa
Los partidos ya no tienen monopolio electoral
Antonio Peredo Leigue
Servicio Informativo "Alai-amlatina"
El pasado 7 de julio, el gobierno convocó a elecciones municipales que se
realizarán el 5 de diciembre próximo con la participación, por primera vez, de
agrupaciones ciudadanas y pueblos indígenas, con capacidad de presentar
candidatos, en las mismas condiciones que los partidos políticos.
Esta es otra de las importantes conquistas que logró la movilización popular de
octubre pasado. La demanda de los sectores sociales estaba asentada en el
desprestigio de los partidos tradicionales que se adueñaron del quehacer
político, acercándose al pueblo sólo a demandar su voto para, luego, traficar
con los beneficios del poder.
La participación de agrupaciones ciudadanas y pueblos indígenas se inscribió en
la reforma constitucional aprobada en febrero pasado y se consolidó con la
promulgación de una ley específica, el mismo día de la convocatoria electoral.
Pueblos indígenas
Bolivia, con una población indígena mayoritaria, carecía de leyes que
garantizasen los derechos políticos de las comunidades originarias.
Ya en 1978, cuando se abrió el proceso democrático que se vive ahora,
aparecieron partidos políticos que reivindicaban la representación de los
indígenas. Sin embargo, las comunidades nunca se identificaron con tales
partidos que pudieron tener representación parlamentaria sólo cuando se
presentaron en alianza con partidos tradicionales.
Esta situación se modificó en la última elección (junio de 2002) , en la que el
MAS-IPSP alcanzó el segundo puesto de preferencias y el MIP logró una importante
representación parlamentaria.
Estas dos fuerzas lucharon por lograr que los pueblos indígenas tuviesen una
representación propia. Tal demanda adquirió fuerza en las movilizaciones de
septiembre y octubre pasados y se concretó con su reconocimiento en la
Constitución y las leyes.
Reconocida la personalidad jurídica de un pueblo indígena – el Estado les
reconoce tal personería para todo trámite-, ahora podrá presentar sus propios
candidatos en el municipio de su asentamiento. Si quiere hacerlo en varios
municipios, deberá reunir un número determinado de adhesiones.
Agrupaciones ciudadanas
El monopolio que tuvieron los partidos políticos durante tanto tiempo, también
se restringe en el medio urbano. Un grupo cualquiera de ciudadanos puede decidir
proclamar un candidato, o varios si así lo quiere, sin necesidad de ser partido.
Por supuesto, debe presentar un número mínimo de firmas que apoyen esa
candidatura.
Hay, por supuesto, otras condiciones que deberá cumplir. En todo caso, se trata
de permitir que haya otras formas de representación, además del partido
político.
Si tenemos en cuenta que, una gran mayoría de los municipios tiene menos de 1000
ciudadanos, podrá formarse una agrupación ciudadana con menos de 100 personas,
para participar en las elecciones en ese municipio. Naturalmente, si su
intención es presentar candidatos en un departamento o en todo el país, la
recolección de firmas será mayor.
La ley será perfeccionada
El 6 de julio se aprobó la Ley de Agrupaciones Ciudadanas y Pueblos Indígenas.
En el Senado Nacional se elaboró el proyecto, consultando con instituciones que
hicieron hincapié en las condiciones que regularan la inscripción en ambas
categorías.
El proyecto debió aprobarse sin modificaciones en la Cámara de Diputados, para
posibilitar su inmediata promulgación. De no haber sido así, la convocatoria a
elecciones municipales no habría incluido las modalidades de agrupación
ciudadana y pueblo indígena.
En estos días, una comisión especial estudiará algunas reformas que faciliten la
participación de aquellos, cuidando que no haya posibilidades de participación
desmesurada.
En todo caso, más que facilitar la formación de agrupaciones ciudadanas, las
correcciones que se incorporen a la nueva ley, deben orientarse en función de
garantizar la participación de los pueblos indígenas.