Venpres

"Aquí está el pueblo venezolano diciéndole una vez más al mundo ¡qué Venezuela se respeta! (...)", afirmó el presidente de la República, Hugo Chávez Frías, al dar comienzo a su intervención en el cierre de la Marcha por la Paz y Contra el Paramilitarismo, en defensa de la soberanía y dignidad nacionales, donde además anunció que la Revolución Bolivariana entró en la fase antiimperialista.

Vaticinó, nuevamente, que la oposición golpista no conseguirá sus propósitos desestabilizadores, porque "¡hay Gobierno Revolucionario para rato!"; sin embargo, "no debemos, para nada, caer en el error de minimizar de manera alguna lo que ha ocurrido en los últimos días en Venezuela. No debemos dejarnos influir por la campaña de los medios de comunicación privados".

La incursión de paramilitares es un hecho histórico de gran resonancia mundial, que sólo los medios de comunicación privados del país han tratado de restarle importancia. Por qué esta invasión de un centenar y medio de paramilitares, apoyados por una quinta columna de venezolanos traidores, quienes lograron infiltrarse, por más de un mes, en el corazón de la Gran Caracas, donde se entrenaban para luego arremeter contra "el pueblo, soldados y Gobierno venezolanos", preguntó de manera pedagógica el Mandatario nacional, para de inmediato abordar como respuesta el tema del imperialismo, término que incluso, según recordó, fue dejándose de lado en los debates internos y/o internacionales, hasta en los círculos de la izquierda existía una especie de "prurito o temor" para hablar de eso.

Luego de la caída del muro de Berlín y de la Unión Soviética, prosiguió el jefe de Estado, ambos acontecimientos de principios de los 90 del siglo XX, para algunos pensadores contemporáneos significaron el fin de la Guerra Fría, para otros implica la tercera guerra mundial y hay quienes hablan de una cuarta guerra planetaria.

No obstante, en realidad esos dos eventos, ambos en Europa, fortalecen el neoliberalismo, refuerza la globalización, la supremacía del mercado, un "supuesto imperialismo menos malo, que tenía asegurado por la penetración puramente económica, a través de las trasnacionales" el control de los recursos de otras naciones, encabezado por el petróleo y dentro de unos años será el agua.

"En resumen, ese supuesto imperialismo menos malo sería destinado a ser el gran policía del mundo (...) capitalismo con rostro humano (...) Casi nadie se atrevió a hablar de capitalismo menos de imperialismo", en su lugar se hablaba de neoliberalismo; pero, a juicio del Presidente, se trata del mismo "asesino y perverso (...) huesudo y maloliente" imperio, que lleva más de 500 años, el mismo que trata de imponer, con manipulaciones de toda índole, el Área de Libre Comercio para las Américas (Alca), detrás de la cual se fueron muchos quienes lucharon con fusil en mano. Pero, aquí está Venezuela, una vez más, como hace 200 años, "una vanguardia alternativa" que despeja el camino verdadero, el de la dignidad, de vida y de paz.

"Ese maloliente imperialismo estaba camuflado" y ahora al darse cuenta de su fracaso para imponer al mundo su modelo neoliberal, entonces "sin ningún tipo de rubor ni de vergüenza terminó de quitarse la máscara y vuelve a enseñarnos sus garras sangrientas (...) se nos presenta al frente tal cual es: asesino invasor y allí está otra vez el imperialismo masacrando pueblos (...)" obviando a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para "de humillar la dignidad de millones de seres humanos".

La fecha que marcó la arremetida imperialista fue el 11 de septiembre de 2001, cuando un ataque terrorista en Nueva York y Washington, derriba las Torres Gemelas en la primera de esas ciudades estadounidenses. Recordó, como enardeció al Gobierno de Estados Unidos (EEUU) cuando desde aquí él, a nombre del pueblo y del Gobierno, solicitó respeto a la vida de los niños afganos.

Más tarde, los hechos dan la razón, y sin contemplaciones EEUU invade Afganistán, con el pretexto de combatir el terrorismo; el 11 de abril de 2002, se da el golpe de Estado en Venezuela, con financiamiento de sectores imperialistas estadounidenses, para continuar con una cadena consecutiva de eventos contra el pueblo, como paro patronal y sabotaje petrolero (diciembre 2002 a inicios de 2003) con la complicidad de sectores militares traidores y de empresariado de ultraderecha; en ese mismo contexto está el referendo consultivo, que manejaron como revocatorio la oposición golpista, ahora el pretexto es el referendo para tratar de revocarle el mandato, tarea en la cual previó otro rotundo fracaso de los opositores.

Todos estos intentos para derrocar al Gobierno, para desequilibrar el país, entran en la línea de acción que el imperialismo ha tomado, sobre todo en estos dos últimos años, en lo cual se inserta la invasión paramilitar, y el presidente Chávez insistió en la necesidad de norestarle importancia a este acontecimiento. A la fecha hay 102 paramilitares detenidos y en proceso de juicio militar.

Esa incursión de agentes terroristas foráneos "es sumamente grave para la seguridad, la soberanía y el desarrollo de Venezuela", según lo ha vivido durante años "la hermana Colombia" a cuyo pueblo envió su cálido afecto, y solicitó un saludo fraterno de la vasta concentración, instalada frente a él, que respondió con vítores y banderas al viento, respuesta extensiva a todas las naciones del mundo. Colombianos y venezolanos tienen la misma alma, el mismo sueño, el mismo padre: Bolívar Libertador, que llevó la bandera de la unión por Suramérica y más allá, manifestó el mandatario.

En su conversación, como caracterizó su mensaje magistral, también comentó que el paramilitarismo "es hijo de la oligarquía colombiana", y de ésta específicamente la bogotana, con la caraqueña y la valenciana se unieron una vez y echaron de aquí a Bolívar, de quien es preciso imaginarse su "infinita tristeza".

"No es la primera vez que las oligarquías de allá (Colombia) y de acá (Venezuela) se unen", y ahora unidas, el par de lacayas del imperialismo infiltra los paramilitares para matar "al Presidente, a Chávez".

Significó, que la mayoría de los paramilitares son de extracción muy pobre, pero son capaces de cualquier cosa, como degollar viva a una persona. A uno de ellos fue a ver, el que capturó la Brigada Ezequiel Zamora en Barinas en un autobús donde iba huyendo, y en su anécdota dijo que el paramilitar le sorprendió ver al jefe de Estado frente a él pero "no se inmutó".

El objetivo no era derrocar el Gobierno, porque sabían que eso no era posible, la meta era el magnicidio, degollar el Presidente, asesinarlo, cazarlo, denunció con absoluto convencimiento, a objeto de que Venezuela entrara en un proceso de profundas convulsiones y en medio de ello darle paso, abrirle la puerta al viejo imperialismo, asegurándole una de las mayores reservar petrolíferas del planeta.

De manera hipotética dijo que si el magnicidio hubiera ocurrido u ocurriera, aseguró que le "horroriza" no por él, porque ya ha vivido como expresó, sino por el "sueño de una Venezuela bella, para todos quienes merecen una patria digna", porque si eso pasara y pretendieran imponerle un gobierno bajo la bota imperialista, desde su tumba oiría el retumbar de un pueblo respondiendo con coraje, no van a imponerle a Venezuela jamás un gobierno, éste será sólo el que el pueblo se quiera dar libre y soberanamente. A coro y fuerte se escucho "Chávez, amigo, el pueblo está contigo".

"Me declaro como el último en querer la violencia, pero estoy completamente seguro que si triunfara este plan internacional de eliminarme físicamente, esta oligarquía venezolana se va a arrepentir por 500 años (...) y no sólo ella, sino que eso generaría una respuesta muy contundente de pueblos latinoamericanos y caribeños, que a pesar de la campaña del "CÑM" (CNN) tienen cifradas sus esperanzas en la experiencia venezolana, al llegarles las ondas expansivas del proyecto bolivariano a través de misiones como la Robinson", auguró, en el supuesto negado del éxito de ese plan imperial. "¡Alerta, alerta, alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina!" al unísono, respondió la multitud.

Advirtió Chávez, que las conspiraciones van a continuar, cada día van a tomar formas más dramáticas, pues mercenarios probablemente sembrados en otras partes de la capital (además del núcleo descubierto en El Hatillo) y regiones del país, estén a la caza de futuras oportunidades.

Especificó, que de los paramilitares capturados hay algunos con amplia experiencia, otros son reservistas del Ejército de Colombia y un tercer grupo de menores de edad, el cual cree que fue engañado, y por su edad es un número importante, aunque fuera uno.

De estos últimos, dijo que no están presos en la cárcel militar y tiene el propósito de llevarlos al Palacio de Miraflores para comerse con ellos un helado Copelia, que regularmente manda Fidel Castro; quisiera además devolverlos a su familia en Colombia, en presencia de funcionarios especialistas de menores, y más aún, si quisieran quedarse aquí, los dejaría, a vivir y a estudiar en alguna escuela bolivariana. Sin embargo, lo más probable es la devolución a sus parientes en el vecino país. En cuanto a los otros 102 insurgentes, están presos en la cárcel de Ramo Verde, en Los Teques, estado Miranda.

Pidió una ovación a los soldados compatriotas, quienes dan la espalda a los propósitos imperiales y oligárquicos, por lo que recurren a mercenarios de otras latitudes. Una sola voz colmó la avenida Bolívar de esta ciudad, al atender la solicitud presidencial.

Respecto a la etapa antiimperialista el Mandatario nacional dio la "orden de operaciones", conformada por tres objetivos estratégicos: primero, la repotenciación de la Fuerza Armada Nacional (FAN); segundo, el reforzamiento de la unión cívico-militar y tercero, la organización popular en la defensa territorial "en cada barrio, quebrada, isla, campo, universidad, fábrica, selva, en cada lugar donde haya un grupo de patriotas (...) El pueblo protagonizando, junto a la Fuerza Armada (...)".

La revolución sigue su curso garantizó y dio especial importancia a la Agenda Bolivariana 2004- 2006, Fondo Extraordinario para el Desarrollo, que contempla la creación de la aerolínea venezolana Conviasa, el impulso agrícola, a la Misión Vuelvan Caras, al proyecto ferroviario, entre los planes que marchan sin tregua ni pausa.

Explicó, que no hizo su programa "Aló Presidente" de cada domingo, en función de que la señal de Venezolana de Televisión, de Radio Nacional de Venezuela, así como medios radioeléctricos alternativos emplearan toda su capacidad para transmitir la jornada de este día.

Reconoció la labor y esfuerzo de gobernadores, alcaldes, ministros y demás funcionarios, gran parte de ellos presentes, a quienes también les agradeció su permanente apoyo.