VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Latinoamérica


ESTADO MAYOR NACIONAL EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL DE COLOMBIA,
Montañas de Colombia, abril del 2004

Medidas para enfrentar esta fase de la guerra.

Documento del Comandante Pablo Beltrán del ELN Rueda radial: 19 abril del 2004 -Asistentes : 155 Compañeras y compañeros, los saludo y les envío mi fraterno abrazo, aprovechando este encuentro de la gran familia Elena. Me ha correspondido explicarles las medidas que orienta la Dirección Nacional para todos los mandos de la Organización, con las que buscamos preservar y proyectar nuestra fuerza.
El presente Instructivo esta destinado para los mandos de Frente y Compañías, mandos de Área y de F de G. Por tanto, el deber de Ustedes es difundirlo, explicarlo y capacitar a los compañeros en lo que se necesite, con tal de llevar a la práctica estas medidas.
Los 4 temas de este Instructivo son los siguientes:

A. Propósitos de los gringos.
B. Metas que persigue el enemigo.
C. Los desgastes propios.
D. Nuestras metas.
A. Propósitos de los gringos.
Estados Unidos quiere asegurar mejor su dominación sobre América para contar con un buen pulmón para resolver sus problemas como potencia.
Con tal motivo su plan de guerra busca eliminar y desaparecer a todos los opositores del plan de saqueo que tienen.
El régimen actual en Colombia es de los más serviles a los intereses de EEUU y aplica sin chistar su plan económico, su plan político y su plan militar.
La población esta siendo objeto de un plan de hambre y miseria, para garantizar el pago de la deuda externa y las ganancias de las grandes empresas extranjeras y nacionales.
Los líderes populares que protestan son detenidos por centenares y acusados de auxiliar a la guerrilla.
La guerra en Colombia hoy se caracteriza por un escalamiento desarrollado por la mayor intervención gringa, en el que tratan de mantener una ofensiva militar prolongada, a las fuerzas y zonas revolucionarias. Ellos están aprovechando este momento mundial de defensiva de los revolucionarios.
B. Las metas de la campaña enemiga.
1.- CONTROL TERRITORIAL del área. Para lograrlo desarrollan el paramilitarismo, el bloqueo del comercio, el destierro de la población de las zonas revolucionarias, los programas de soldados campesinos, la creación de redes de informantes y el establecimiento de bases militares internas.
Además de la disputa de las principales vías de comunicación y de los cruces críticos entre regiones con los Batallones de alta montaña.
Lo anterior produce un constreñimiento del área y le resta libertad de movimientos y acción a la guerrilla.
2.- CONTROL POBLACIONAL que se extiende desde las áreas más pobladas hacia las zonas internas.
En este contexto de un amplio cierre a las zonas se da la penetración masiva y prolongada, como maniobra principal que usan para el estrangulamiento de las zonas revolucionarias, su fragmentación y marginalización; en el que hacen un amplio uso del bombardeo aéreo y de la artillería, incluida la de 120 milímetros, como técnica de ablandamiento durante varios meses.
3.- DESABASTECIMIENTO de los grupos guerrilleros y de su base social por medio de buscar su asfixia económica y el bloqueo a los aprovisionamientos, para debilitar su retaguardia, reducirlos a la sola supervivencia y obligar a la guerrilla a realizar acciones contra sus principios y contra su misma base social.
4.- AISLAMIENTO de las organizaciones insurgentes, por lo que tratan de separarlas de la población por medio del desprestigio, la interferencia y eliminación de los canales de acceso con la población. De mayor uso han sido las detenciones masivas de supuestos colaboradores de la insurgencia.
5.- ADOCTRINAMIENTO de la población civil y el fomento de la deserción de las filas guerrilleras. En un gran esfuerzo de manipulación ideológica a través de los monopolios de la comunicación, con los que pretenden estrechar los vínculos entre los sectores oprimidos y explotados de la población con el régimen. Además de las ofertas económicas tanto a los guerrilleros como a la población no combatiente.
C. Los desgastes propios.
Cinco son los desgastes principales que agobian a la fuerza insurgente.
1. DISPUTA entre guerrillas. Es una muestra del poco tino de los dirigentes que no acatan a resolver los enfrentamientos incubados desde hace años, en un momento en que la cooperación es la salida más eficiente para enfrentar la escalada gringa.
2. SEPARACIÓN de las masas y de las ciudades. Por obra del plan enemigo y de extravíos, que llevaron a pensar que el sólo ejército guerrillero era necesario para el triunfo revolucionario, sumado a los errores causados por la impropia valoración de la conveniencia política de las acciones.
3. MODELOS AUTÓNOMOS de construcción en las distintas regiones del país, que lleva a darle unas respuestas regionales a un escalamiento enemigo que tiene un plan ofensivo nacional e integral. Un mando nacional en esta realidad no siempre logra cumplir su función centralizadora.
4. FUERZA AFECTADA por acción de la guerra integral de los gringos a la que respondemos de forma unilateral, más en lo militar y poco con la acción política e ideológica externa e interna.
Estamos ante un aflojamiento del mando que no domina la doctrina y estructuración para la guerra del pueblo, que no sabe regular el esfuerzo ofensivo, que no tiene objetividad para valorarse y valorar la fuerza enemiga, que hizo reclutamiento sin mucho criterio, agravado por la baja capacidad de transformación social con que cuenta cada unidad guerrillera, que descuidó la ampliación del territorio y el desarrollo de una retaguardia adecuada para tal despliegue, además de realizar muchas de sus operaciones y construcciones de forma rutinaria y pública.
5. TENDENCIA A SUPERVIR sin avanzar. Muchas actividades que son el quehacer diario de la guerrilla en muy poco contribuyen a la revolución, se abre entonces una reflexión crítica a lo que hacen nuestros Frentes y demás estructuras, y si es lo que se debe hacer, para evitar que sea la rutina o el acostumbramiento el que mande sobre los imperativos de la lucha.
D. Nuestras metas.
Para sostener y proyectar la Organización necesitamos un esfuerzo de corto y mediano plazo, liderado de forma firme y constante por los mandos de cada estructura.
1. SUMAR FUERZAS. Es buscar la unidad de las organizaciones del pueblo, ganar unidad de acción con todo el que sea posible. Construir confianza entre revolucionarios. Ganar aliados y neutralizar a otros factores de poder, evitando casar pelas simultáneas en varios flancos.
2. GANAR LA POBLACIÓN. La mejor propaganda guerrillera y la mejor charla política es esta consigna: " Todo combatiente hace trabajo político con su conducta diaria ante la población" . Para recuperar la confianza perdida a causa de los traidores y de nuestros errores, por medio de una relación que cuide su seguridad, sus bienes, su familia y su cultura.
La participación del pueblo en esta lucha se obtiene por medio del ejemplo, de la explicación, de su organización y lucha consciente por sus intereses.
Esto es lo que significa el principio de la Guerra del pueblo y no sólo que los pobres nos apoyen logísticamente o que nos hagan mandados a cambio de un pago.
Nuestro deber es estar con los desterrados allí donde se encuentren, organizarlos para disminuir sus sufrimientos y para luchar por el retorno y restitución de sus bienes.
3. MORALIZAR Y UNIFICAR LA CONDUCCIÓN. Hoy ser mando en la insurgencia significa sostener y proyectar las estructuras que hemos construido en 40 años de lucha, ellas son un tesoro y el principal patrimonio del pueblo. La unificación de la conducción la hacemos alrededor de nuestra identidad revolucionaria, siendo concientes de que parte de ella la hemos dejado desteñir y otros elementos los debemos renovar y actualizar.
El trabajo del mando también debemos unificarlo alrededor del principio de que, "El ejercicio de la autoridad implica más deberes, no, más derechos" .
Conducir es servir, es formar continuadores, es socializar nuestra identidad. Es encarnar los principios organizativos y construir confianza entre los dirigentes. También, ser conductor es cumplir diariamente las cuatro funciones universales de todo jefe: Encabezar todo, controlar su gente y sus recursos, comunicarse y hacer inteligencia.
4. GUERRA DEL PUEBLO. La historia demuestra que todo lo que ha conseguido el pueblo, ha sido con la lucha. El imperio traza contra estrategias para exterminar a las organizaciones y a la lucha popular, por lo que nuestro deber es promover la masificación y generalización de las luchas de los pobres y de los oprimidos.
Nuestro trabajo es desgastar el aparato de guerra del imperio, negarle victorias y atacarlo cuando tengamos seguro el éxito. "Es hacer mucho con lo poco ". Es hacer propia la consigna de que, "Más vale la astucia que la fuerza". Hoy Guerra del pueblo también es aplicar esta enseñanza: "El secreto es la mejor arma antiaérea" , unida a la movilidad de nuestra fuerza; con la unión de ambas, siempre podremos sorprender a los demás.
También implica recordar que, "El valor de un arma depende d e la moral de quien la porta" y que "El explosivo y las trampas son las armas por excelencia de la Guerra del pueblo".
Cada unidad nuestra debe ejecutar misiones políticas y militares, para poder desplegarlas en un territorio amplio. Independientemente del tipo de zona a donde sea asignada, cada unidad guerrillera debe cumplir cuatro misiones : Acción política, inteligencia, tareas militares, economía y logística.
Hay que evitar al máximo que nuestras unidades sean golpeadas militarmente, para eso el mando de toda unidad está obligado a realizar un ANÁLISIS TÁCTICO cada día, donde se precise la ubicación de las unidades enemigas y sus propósitos, y preparar a su unidad para los cursos de acción posible.
Es clave la promoción de buenos mandos medios que lideren Equipos de Combate - EDC-, con los que copemos un territorio amplio. A mayor número de mandos medios, más EDC podremos desplegar. Este dislocamiento debe ir acompañado de una rigurosa centralización del mando, por medio de órdenes precisas y comunicaciones ágiles y seguras.
5. COPAMIENTO TERRITORIAL. El control de un territorio depende de que su población acepte nuestra presencia, se identifique con ella y se sienta representada por nuestra fuerza. Por principio, no defendemos territorios, pero tratamos siempre de acompañar a la población aún en los momentos de mayor agresividad enemiga.
Los bloqueos y cercos los rompemos con un despliegue en un territorio amplio, así llegaremos a zonas nuevas, que exigen definirles un propósito distinto a cada una, por ejemplo, unas serán para empalmes y corredores de paso entre regiones, otras serán corredores logísticos, otras servirán para finanzas o reclutamiento, etc. De acuerdo al propósito el mando define la acción política que debe hacerse, las modalidades a emplear, el tipo de asentamiento, la movilización y composición de los EDC asignados para cada zona.
Hay que desocupar de presencia guerrillera los sitios y áreas donde se ha mantenido un funcionamiento duradero, de años y dejar compañeros encargados de su atención política. Un despliegue acertado depende en gran medida del dominio del terreno y este depende a su vez de la promoción de buenos exploradores.
Especial atención requiere nuestra presencia urbana y el trabajo suburbano de empalme con nuestras fuerzas rurales. En las ciudades debemos renaturalizar nuestra militancia, insertarla en la población y en sus luchas, ajustar modalidades y crear un nuevo tipo de combatiente urbano.
6. FORTALECER LA RETAGUARDIA. La retaguardia inmediata social y geográfica es necesario encubrirla, demás de fomentar el comercio y producción en ella.
El propósito es depender lo menos posible de suministros externos, buscando el auto sostenimiento, incluidos asuntos tan vitales como el tratamiento en salud y la rehabilitación de heridos. Por su parte la construcción económica depende en alto porcentaje del esfuerzo urbano propio de cada Frente de Guerra.