Una maniobra gubernamental para lograr que los maestros, trabajadores en Salud y camineros abandonen a la Central Obrera Boliviana (COB) concluyó en un rotundo fracaso al radicalizar estos sectores su adhesión a la lucha nacional por la nacionalización del gas y el petróleo y por sus propios reivindicaciones.

El gobierno del neoliberal Carlos Mesa había definido suspender por seis meses, hasta el 2005, la vigencia del Decreto 27457, mediante el cual se descentralizaban los servicios de salud, educación y mantenimiento de caminos a favor de las Prefecturas, lo que constituye un paso hacia su privatización.

Sin embargo, con o sin suspensión, este Decreto no podía ser aplicado a mediados de año, cuando están en curso las labores escolares y programados los trabajos en el sector salud y de caminos, por lo que la suspensión sólo era "una maniobra" para desorientar a los trabajadores opuestos a la medida.

Por ello, el principal dirigente de los trabajadores en Salud, Jaime Álvarez dijo que el paro general e indefinido de este sector continuaba en pie frente a esta nueva burla del gobierno.

"Esta suspensión sólo servía para desinflar el movimiento de los trabajadores", agregó el dirigente de los salubristas, Octavio Urquizo, al informar que este lunes el Comité Ejecutivo de los Trabajadores en Salud definirá nuevas medidas de presión.

Lo propio señalaron los dirigentes de los maestros urbanos y rurales que decretaron la huelga general indefinida, con paralización de las labores escolares y la movilización hacia las ciudades.

El dirigente del Magisterio urbano de La Paz, José Luis Álvarez, dijo que la suspensión "era un engaño" para su sector que ha decidido ingresar en la huelga indefinida con movilizaciones a partir del martes.

"El lunes todos los maestros vamos a explicar en las escuelas a los padres de familia y estudiantes que luchamos por la nacionalización del gas que hoy está en manos de las transnacionales y por defender la educación fiscal y gratuita que el gobierno quiere privatizar", dijo Álvarez, que cumple ya cinco días de huelga de hambre dura (sólo consume agua), otra medida de presión definida por los maestros que apoyan a la COB.



UNIVERSITARIOS

Otros que han comenzado a sentirse burlados son los trabajadores y estudiantes universitarios, que habían pactado una tregua en sus movilizaciones para iniciar negociaciones sobre el presupuesto que asigna el gobierno para la educación superior.

Sin embargo, estas negociaciones no han dado resultados positivos, como es el caso de la universidad de La Paz, que tiene una gran capacidad de movilización en la sede de gobierno.

"El gobierno está jugando a la dilación, no hay respuestas positivas (...) Otra vez estamos en estado de emergencia", dijo Víctor Ladino, dirigente del Sindicato de Trabajadores Universitarios, quien informó que su sector y los estudiantes universitarios podrían reanudar las movilizaciones a partir del próximo jueves, si es que hasta esa fecha el gobierno no atiende su pedido de incrementarles el presupuesto.

A mediados de abril, los estudiantes universitarios habían convulsionado la ciudad de La Paz con masivas manifestaciones y fuertes enfrentamientos con la Policía. "Si esto se repite será responsabilidad del gobierno", advirtió Ladino.