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Latinoam�rica

17 de mayo del 2004

La rancia clase pol�tica boliviana

Jaime Zalazar F.
Rebeli�n

Nacionalizar los hidrocarburos y el gas, hoy a manos de poderosas transnacionales, seria una rancia propuesta, a decir de Jaime Paz Zamora, una idea del siglo XX, caduca y antigua; no del contempor�neo siglo XXI. Adem�s, una idea inviable, porque nacionalizar le costar�a al pa�s cinco mil millones de d�lares para indemnizar a las petroleras. Este es un criterio compartido por una buena parte de la denominada clase pol�tica y hasta algunas de las principales autoridades del �rea econ�mica del gobierno; es el t�pico razonamiento de una mentalidad colonial y su falaz idea de progreso, que asocia mec�nicamente las nociones de progreso y superaci�n a la sucesi�n de fen�menos hist�ricos, como novedades que envejecen y son sustituidas inmediatamente por novedades m�s nuevas. As�, la nacionalizaci�n es cosa del pasado, lo actual ser�a la globalizaci�n o ese algo indefinible, denominado posneoliberalismo, que pretende ser usado como sin�nimo de modernidad y promesa de desarrollo.

Hoy, en este momento que vive el pa�s, no hay tal novedad: Ni la globalizaci�n o lo posneoliberal es lo nuevo, y no es nuevo porque si bien, se logr� derrotar a un s�mbolo del neoliberalismo, al echar a Goni del poder - una gran victoria popular sin duda- el sistema neoliberal sigue en pie.

La nacionalizaci�n no es cosa del pasado sino exigencia del presente. El fracaso que sufrimos es consecuencia de la globalizaci�n neoliberal.

A lo largo del siglo XX, Bolivia tuvo que nacionalizar en dos oportunidades sus recursos naturales hidrocarbur�feros: En 1936 y en 1969, estos per�odos de soberan�a han sido breves. En Octubre de 1955 se promulga el C�digo Davenport que posibilit� el predominio de la Gulf Oil Company hasta 1969, Ovando tuvo que abrogar este c�digo y nacionalizar los hidrocarburos nuevamente, por brev�simos tres a�os, ya que luego, en 1972, fue desvirtuada bajo la figura de "Contratos de operaci�n" bajo la dictadura banzerista. No por casualidad, Marcelo Quiroga Santa Cruz, calific� esta acci�n como la segunda desnacionalizaci�n del gas y el petr�leo.

Las nacionalizaciones en Bolivia fracasan, no porque se los haya puesto en pr�ctica, sino justamente por lo contrario, por sus permanentes interrupciones con medidas entreguistas como fueron el C�digo Davenport y los Contratos de Operaci�n banzeristas.

En la d�cada del 80 en medio de plena ofensiva neoliberal empez� a sonar la palabra "globalizaci�n". Su tesis rezaba: "El estado naci�n, en cuanto unidad fundamental de la vida organizada del hombre, ha dejado de ser la principal fuerza creativa. Los bancos y las corporaciones act�an y planifican en t�rminos que llevan mucha ventaja sobre los conceptos de Estado-Naci�n"[i], �sta es la famosa teor�a de la interdependencia formulada por la llamada comisi�n trilateral, conformada por Transnacionales, la Banca Internacional e ide�logos de los EEUU, Jap�n y la Comunidad Europea. Es esta idea la que se puso en pr�ctica a partir del decreto 21060, en el a�o 1985. Hasta ese entonces y no obstante los lesivos "Contratos de operaci�n" subsist�a a�n el fifty-fifty, es decir, el 50 % de regal�as, mecanismo que permit�a al Estado compartir los excedentes econ�micos de la explotaci�n y comercializaci�n de los recursos hidrocarbur�feros y del gas. Goni se esmer�, toda su imaginaci�n y sabidur�a empresarial para dejar al pa�s con solo el 18 % de ese excedente. Rapacidad sin l�mites, eso es lo que ha significado para Bolivia la famosa globalizaci�n.

Si la construcci�n de la naci�n, el lugar com�n, �l yo colectivo, la construcci�n compleja de cierto grado de centralizaci�n y homogeneidad en torno al mercado interno [ii], o sea, la construcci�n colectiva del capitalismo nacional, es una tarea fracasada, no ser� correcto preguntarse � Qui�nes son culpables de ese fracaso? En vez de hablar de una perimida nacionalizaci�n.

Acaso, no deber�a movernos a reflexionar serenamente, para pensar, por qu� la v�a del capitalismo nacional se ha tornado en el obst�culo fundamental para construir la naci�n.

En cambio, parece que, la condici�n de ser contempor�neos para nuestros neoliberales, es asumir plenamente su condici�n colonial. Sino, como explicar que asuman el rol de abogados de pobres y ausentes de las transnacionales, como si a estas empresas no les sobrara precisamente abogados, llegando al extremo de calcular cu�nto debemos pagarles si decidimos ser soberanos.

Algo de raz�n le asiste a Paz zamora. Se siente un mal olor en el ambiente pol�tico, es el olor de la rancia clase pol�tica, esa que acompa�� todas las medidas de Goni y que ahora alienta los aprestos golpistas de unos no menos rancios militares.

[i] AA.VV. La Capitalizaci�n, Fraude y Frustraci�n. Ed. Altos Estudiods nacionales-2000. Citado por el Ing.Enrique Mariaca en su ensayo: " El Petroleo Boliviano y su rescate"

[ii] Zabaleta Rene, El Estado en America Latina, Ed.los amigos del libro-1990


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