Un nuevo aumento en el precio interno de los carburantes reforzó en las últimas horas el clamor popular para que el gobierno acceda a la demanda de la Central Obrera Boliviana (COB) de nacionalizar el gas y el petróleo.

Sectores de clase media, amas de casa, choferes, profesionales y estudiantes saturaron de llamadas a las radioemisoras locales y canales de televisión protestando por el leve pero constante alza de los carburantes, lo que empobrece a la mayoría nacional y otorga mayores beneficios a las transnacionales petroleras que comercializan los carburantes producidos en Bolivia al precio internacional.

"Es injusto", "Es una provocación del gobierno", "Hasta cuándo vamos a pagar tanto para engordar a las transnacionales", "Sube el gas y el diesel, pero no los sueldos", "De una vez hay que recuperar lo que es nuestro", "Tenemos nomás que nacionalizar", "Por fin la COB ya no habla sólo de los salarios y ahora reclama por el gas y por el pueblo", dijeron algunos de los ciudadanos consultados por las emisoras locales.

La nacionalización del gas y el petróleo se ha convertido ya en la demanda aglutinadora de los sectores sociales y populares, que este martes volvieron a protagonizar masivas marchas de protesta en las ciudades de La Paz y Oruro, bajo la convocatoria de la COB.

Los dirigentes sindicales, a la cabeza del líder de la COB, Jaime Solares, han instruido continuar con las medidas de presión (marchas y el bloqueo de la principal carretera del país), mientras se realicen las negociaciones con el gobierno, abiertas al mediodía tras una reunión con las autoridades.

"Nuestra principal exigencia es que (el Presidente Carlos) Mesa nacionalice los hidrocarburos, y si no puede o no quiere, entonces en seis u ocho meses llame a elecciones para no enfrentarnos entre bolivianos", dijo Solares, tras asegurar que la lucha de la COB por recuperar el gas y el petróleo es "inclaudicable".

Sin embargo, la idea de la nacionalización ya ha sido rechazada por el presidente Mesa y su principal aliado, el diputado cocalero y jefe del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales. Ellos consideran que la nacionalización no es conveniente para Bolivia por los conflictos que se enfrentarían con las transnacionales petroleras (como Repsol, Total, British Gas, Exxon, Petrobras y otras) y los organismos internacionales que cortarían el apoyo financiero al país.

El temor de Mesa y Morales a la nacionalización es tal que, como adelantó el propio Presidente, en el referéndum que intenta llevar adelante el gobierno el próximo 18 de julio no se consultaría al pueblo sobre este tema, lo que ha motivado la protesta de la COB y su rechazo al referéndum.

Y es que la idea de la nacionalización del gas y el petróleo, acuñada en la heroica insurrección de octubre, que derrocó al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y puso en su lugar a Mesa, que era su vice, parece avanzar en forma incontenible en todos los segmentos de la población y en todas las latitudes del país, tanto en el área occidental altiplánica como en los valles del centro, en las llanuras del oriente y en los extremos norte y sur de la patria.

Así, recuentos parciales de un "pre-referéndum" realizado este fin de semana por la red de emisoras Erbol detectó, por ejemplo, que apoyan la nacionalización el 85% de la población petrolera de Camiri, el 87% de la localidad paceña de Sorata, el 72% de la localidad oriental de San José de Pocitos, el 79% de la sureña Tupiza, el 88% de Monteagudo, en el sur, el 86% del centro de Cochabamba, el 88% del centro minero de Huanuni y el 70% de la fronteriza Bermejo, entre muchas otras.

La recuperación de la propiedad y el control total de los hidrocarburos es vista por muchos como la gran salida a la crisis y pobreza que se han generalizado en el país. "Antes de la capitalización (privatización parcial) y de exportar a Brasil, la empresa estatal de YPFB entregaba al TGN (Tesoro General de la Nación) más de 470 millones de dólares, pero ahora las transnacionales no dan más de 130 o 140 millones (...) El Estado está perdiendo plata, por eso no hay plata para la educación, para la salud. Por eso la COB no puede callarse, por eso la COB pide a todo el pueblo que luche por la nacionalización", dijo Solares al advertir que al gobierno de Mesa se le acaba el tiempo para aceptar pacíficamente la demanda popular