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Latinoamérica

Desmitificando el Domingo de Ramos y la crisis haitiana

(Dedicado a Richie Pérez, amigo y compañero)

Este domingo celebramos en nuestra tradición Cristiana la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.
Si tenemos la capacidad de rescatar esta hazaña desde su perspectiva histórica, social, política y espiritual descubriremos que la misma es una de las proezas más subversivas del hermano y compañero Jesús contra el imperio Romano, quien mantenía a su patria Palestina colonizada. De aquí el que los ramos sean por un lado un símbolo de resistencia contra quienes les oprimían y a la misma vez un símbolo de reafirmación hacia la liberación en todas las dimensiones.


La entrada triunfal de Jesús cercenó desde una perspectiva revolucionaria el desorden político y económico que existía en Palestina. La estrategia del gobierno imperialista de Roma y de sus asalariados en Palestina, era la de mantener al pueblo en una confusión que dejara como resultado el desmotivar y desmovilizar cualquier resistencia del pueblo. Jesús se convirtió en el antídoto que despertó la conciencia social y política del pueblo, les educó y les movilizó hacia su liberación. Esto fue suficiente para que Roma diera el permiso para su ejecución. O sea, que Jesús fue un prisionero político y fue ejecutado por sus acciones políticas luego de su entrada triunfal en Jerusalén.
Esta metodología subversiva de entrar, desobedecer y desmentir fue la misma que utilizamos en nuestra visita a la República Dominicana a través de la Comisión Estadounidense de Investigación sobre el golpe de estado en Haití que se llevo a cabo el pasado 29 de febrero.
Podemos catalogar esta visita de entrada triunfal porque la misma tuvo como meta principal el descubrir y denunciar el papel desempeñado por el gobierno del presidente Hipólito Mejía y sus militares al obedecer las órdenes dadas por el gobierno del presidente George W. Bush para que entrenaran, asistieran y protegieran a unos criminales militares haitianos que tenían como intención por un lado derrocar al presidente constitucional Jean-Bertrand Aristide y por otro lado establecer un gobierno que fuese mucho mas complaciente con la agenda imperialista de Washington. El extremo de todo este cambio golpista es que ahora hasta Baby Doc Duvalier ­un ex dictador y criminal protegido por Washington- quiere retornar a Haití.
Como el propósito de la investigación era el compartir con el pueblo la complicidad del gobierno dominicano y de sus fuerzas armadas con el gobierno de Estados Unidos, luego de la investigación el pasado lunes, 29 de marzo, llamamos a una rueda de prensa. Allí estaban todos los medios de comunicación con la excepción de aquellos que fueron secuestrados y colonizados por el gobierno de Hipólito Mejía con la excusa del escándalo de Baninter. No es un secreto que estos medios ­por el ejemplo El Listín Diario- están siendo muy descaradamente utilizados para la campaña de reelección de Mejía.
Nuestro informe preliminar demostró que el golpe de estado del 29 de febrero contra el gobierno del Presidente Aristide fue engendrado en Washington y parido en la República Dominicana. También que el gobierno de Hipólito Mejía colaboró con el gobierno de de Bush y permitió reuniones de entrenamiento en el Hotel Santo Domingo a quienes amaestraban logísticamente y daban dinero a través del Instituto Internacional Republicano (Internacional Republican Institute). Un punto interesante lo es que este Instituto es el mismo que lleva a cabo las mismas reuniones de entrenamiento y financiamiento con la oposición cubana y la oposición venezolana. Este modelo ³del poder cívico² fue creado por el presidente Ronald Reagan con el propósito de utilizar los servicios de la CIA de una manera más sutil en el derrocamiento de gobiernos o destrucción de grupos populares con agendas progresistas que interfieren con las agendas imperialistas del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, por solo mencionar dos de estas entidades demoníacas.
Eso si, en una entrada triunfal es necesario declarar que la complicidad va mas allá de la participación directa como la que tuvo el gobierno dominicano y las fuerzas armadas, sino que también el silencio otorga complicidad criminal a quienes siguen manteniendo un mudez incriminatoria. De aquí el que cuestione el silencio oportunista de Leonel Fernández candidato por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y de Eduardo Estrella candidato por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) quienes están pescando en río revuelto en estos momentos y no se atreven a tomar posición contra el gobierno del presidente Bush porque como partidos de derecha responden a los mismos interese que responde el Partido Revolucionario Dominicano (PRD); a la oligarquía dominicana y a la agenda neoliberal del ALCA. De aquí el que en este preciso momento crea que gane quien gane de estos tres partidos de dercha, el pueblo seguirá perdiendo, porque son los mismo. Como me decía mi querido hermano y compañero padre Rogelio Cruz, ³es un monstruo con tres cabezas². Aunque debo decir muy responsablemente que en estos tres partidos existe un remanente profético de gente muy buena y seria que son quienes deberían de estar al frente de los mismos. La complicidad de la supuesta ³izquierda dominicana² la discutiré en el próximo artículo.
No quiero finalizar sin antes dejar claro que yo soy un crítico de la segunda administración política del Presidente Aristide. No tengo la menor duda que en esta segunda entrada llegó mucho más complaciente con la agenda de Washington y muy irresponsable gente en su gobierno combatió a los grupos de resistencia popular que estaban en su contra. Aquí hubo asesinatos, arrestos y torturas que hemos demandado que se investiguen y se procesen a los/as culpables. Ahora bien, yo no tengo la menor duda que las acusaciones de Washington contra el Presidente Aristide son pura falacias y mierderías de preocupaciones por los procesos democráticos y derechos humanos. En sus fines expansionistas y militaristas, y su deseo de derrotar a los gobiernos de Cuba y de Venezuela, el Presidente Aristide era un obstáculo para Washington y decidieron removerlo del poder.
Por lo tanto, entiendo y sostengo que este golpe de estado es una acción criminal e inconstitucional; que el mismo es una violación a la Constitución Haitiana; que para bien o para mal Jean-Bertrand Aristide es el Presidente Constitucional de Haití ­ y existen mecanismo democráticos para fiscalizar y enjuiciar su administración-; que no fue una insurrección popular del pueblo haitiano quien tumbó a Aristide; que el gobierno impuesto por Washington es ilegal e inconstitucional; y que Haití, con la ayuda del gobierno y las fuerzas armadas de la República Dominicana, volvió a convertirse en una colonia de Estados Unidos.
Por lo tanto, sigamos condenando el golpe de estado contra el pueblo haitiano pidiendo la restitución del gobierno constitucional y tomemos los ramos de la resistencia y liberación este domingo y gritemos a toda voz que con la paz con justicia un mundo diferente y mejor es posible.
P. Luis Barrios Iglesia San Romero de Las Americas New York, New York Lbarrios@jjay.cuny.edu 2 de abril de 2004