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Latinoamérica

Protesta popular conmociona las ciudades de bolivia

Econoticiasbolivia.com

En abierta condena a la política neoliberal seguida por el Presidente Carlos Mesa, las principales ciudades de Bolivia quedaron hoy virtualmente paralizadas, sin transporte ni comercio pero con multitudinarias marchas de protesta y constantes bloqueos callejeros convocados por los poderosos sindicatos del autotransporte, los gremialistas y universitarios. La rebelión de los pobres da otro paso.

En las primeras horas de la mañana la protesta era contundente al igual que el creciente repudio popular a la inconsulta y resistida decisión gubernamental de autorizar a las petroleras Repsol/YPF y Petrobras para que exporten diariamente cuatro millones de metros cúbicos de gas hacia la Argentina, lo que beneficiará a estas petroleras y a Chile, que recibirá otra vez el energético desde el vecino país.

Los transportistas y los comerciantes se oponen al aumento del precio de los carburantes y a la intención gubernamental de elevar los impuestos a estos sectores, eliminando los regímenes tributarios especiales en los que se encuentran, mientras que los estudiantes exigen un mayor presupuesto para asegurar el funcionamiento de las universidades públicas. Estos sectores se oponen también a la venta del gas a la Argentina.

"La venta del gas sólo está logrando convulsionar al país. Los transportistas nunca nos hemos opuesto radicalmente a la exportación del gas, pero primero debe haber un marco legal favorable a Bolivia y no sólo a las transnacionales. No puede haber un contrato de seis meses sólo para beneficiar a la Argentina y Chile", dijo el máximo dirigente de los transportistas en huelga, Angel Villacorta.

PARO CONTUNDENTE

Desde las primeras horas de hoy, los reportes radiales daban cuenta que el paro de 24 horas, los bloqueos y las manifestaciones se cumplían disciplinadamente a lo largo y ancho del país, tanto en las ciudades del occidente como en las del oriente y el sur, en lo que parecía ser hasta ahora la mayor acción de protesta contra Mesa.

"Tarde o temprano el gobierno se va a arrepentir de lo que ha hecho en la Argentina (al firmar el contrato de exportación de gas)", advirtió el líder de la Central Obrera Boliviana (COB), Jaime Solares, que respalda la acción de los transportistas, gremialistas y universitarios, y que alista la huelga general indefinida y el bloqueo de caminos, que se iniciaría desde el 2 de mayo con el respaldo de los campesinos y de los sectores que hoy protagonizan la protesta contra Mesa.

En varias ciudades capitales, como Sucre y Cochabamba, el paro era tan contundente que las autoridades decretaron la suspensión de clases en las escuelas públicas y privadas en previsión a posibles enfrentamientos y por la evidente falta de transporte. "Hay que proteger la integridad física de los educandos", dijo el responsable de los Servicios Educativos en Sucre.

En otras ciudades, como Oruro, Potosí y Trinidad, la protesta incluía el cierre de mercados y de los centros de expendio de productos. En las ciudades de La Paz y El Alto, el paro era total y los bloqueos contundentes, principalmente en los accesos a ambas ciudades, tanto en el sur como en las cabeceras del norte.

REPUDIO POPULAR CONTRA MESA

Hasta las primeras horas de hoy, los reportes radiales no informaban sobre incidentes entre los manifestantes y las fuerzas policiales, tal como sucedió ayer en La Paz con un saldo indeterminado de heridos leves y contusos, aunque eran cada vez más evidentes las muestras de repudio e indignación popular por la venta del gas.

Las voces de los ciudadanos se escucharon a través de las radioemisoras locales: "El Presidente no está cumpliendo con los compromisos de Octubre". "Primero hay que nacionalizar nuestros recursos naturales y desnacionalizar a todos los partidos que han rifado nuestros recursos naturales", "El Presidente ya se ha olvidado de ser boliviano y ahora estamos en manos del Congreso. Le pido al Congreso que recuperemos los hidrocarburos. No hay que tener miedo a la nacionalización ". "No estoy de acuerdo con la venta del gas, para qué han muerto tantos en octubre?". "Estoy de acuerdo. Hay que vender ahora porque necesitamos más recursos. Hay que apoyarlo (a Mesa) porque aquí en El Alto la gente se opone a todo". "No está gobernando con el pueblo. Se está burlando de nosotros". "Hay que exportar en las mejores condiciones, no como ahora que no va en beneficio de los bolivianos".

LA PROTESTA SINDICAL

Los dirigentes de los sindicatos y organizaciones sociales y populares también condenaron la decisión de Mesa de firmar en Buenos Aires el contrato de exportación de gas, sin contar con el aval de un referéndum, tal como se comprometió hacerlo cuando asumió la presidencia en octubre, tras el derrocamiento del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.

"Huele a traición. Mesa ha decidido gobernar con la oligarquía (...) Mesa firmó su sentencia", dijo Roberto de la Cruz, uno de los líderes de la insurrección popular en la ciudad de El Alto.

En Cochabamba, la autodenominada Coordinadora de Defensa del Gas quemó simbólicamente el documento de venta de gas a Argentina y el proyecto de Ley de Hidrocarburos. El dirigente Oscar Olivera dijo que el presidente Mesa al firmar la venta de gas a Argentina estaba quemando el futuro de todos los bolivianos. Un periodista argentino apoyando la posición de la Coordinadora aseguró que su país no sufre ninguna crisis energética.
En Santa Cruz, los dirigentes del Movimiento Sin Tierra, que tomaron las instalaciones del Instituto de Reforma Agraria, se declararon en huelga de hambre y pidieron la renuncia del Tribunal Agrario, también condenaron la política gubernamental. El dirigente Angel Duran dijo: "que no se regale nuestros recursos naturales sin cambiar la ley de Hidrocarburos".
Evo Morales, aliado de Mesa, también lamentó que el Presidente haya firmado un acuerdo con Argentina aceptando la venta de gas a Argentina. "El negocio debió ser para los bolivianos y no es posible que las transnacionales sigan operando", dijo. Otros que respaldan al Presidente, como Juan Melendres de la Central Obrera de El Alto dijo que antes de exportar el gas, "se debió analizar La Ley de Hidrocarburos, que recién llegó al Parlamento (...) El Alto volverá a las calles en defensa de los recursos naturales".

RESPALDO EMPRESARIAL

Unos que respaldaron la firma del contrato de exportación de gas fueron los dirigentes de los sectores empresariales, reeditando la misma actitud que asumieron con los proyectos del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, al que acompañaron en todas sus acciones hasta el final de su gobierno.

"Sería una locura no exportar ahora que el Estado no tiene recursos", dijo el presidente de la Confederación de Empresarios, Roberto Mustaffá, que cree que "no es nada despreciable" un ingreso anual para el fisco de al menos 25 millones de dólares que reportaría la venta del gas. El beneficio para las petroleras extranjeras se estima en algo más de 170 millones de dólares.

Otros que respaldaron la venta del gas fueron los miembros del Senado Nacional, que anoche aprobaron una minuta de comunicación aprobando las gestiones de Mesa. En cambio, en la Cámara de Diputados, se aprobó una propuesta de ley con nuevas modificaciones a la Ley de Hidrocarburos, aumentando los tributos para las petroleras extranjeras. Sin embargo, tanto la posición del Senado como de Diputados no tienen mayor incidencia, ya que de persistir en sus posiciones lo único que lograrían sería inviabilizarse mutuamente, ya que cualquier proyecto debe ser respaldado por ambas Cámaras para tener vigencia de ley.

MÁS TEMORES

Otros que manifestaron su preocupación por la creciente crisis y convulsión social que vive Bolivia fueron los representantes de la Iglesia Católica, de la Asamblea de Derechos Humanos y de la Defensoría del Pueblo, que convocaron a los sectores sociales radicalizados a no presionar tanto al actual gobierno y a cuidar la democracia. Similar convocatoria emitieron los dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS) del cocalero Evo Morales, que continuaron agitando el fantasma de un golpe militar si persistían las protestas contra Mesa.