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Latinoamérica


19 de marzo del 2004

El terrorismo estadounidense está al descubierto en Venezuela

Omar Gómez
ARGENPRESS

La actual embajadora estadounidense en Brasil, y anterior embajadora en Venezuela, la Sra. Donna Hrinak solicitó al gobierno brasileño que endureciera su posición en torno a su relación con Venezuela. Esto revela que, el Gobierno Estadounidense continúa conspirando contra el Gobierno y la Democracia venezolana.

Hace poco tiempo se destapó un escándalo cuando se descubrió el financiamiento de organizaciones venezolanas involucradas en el Golpe de Estado de abril del 2002 por parte de los EEUU. Han pasado pocos días desde que se descubrió el secuestro efectuado por el Gobierno Estadounidense contra el Presidente de Haití, Jean-Bertrand Aristide. El Gobierno de Bush, al parecer, no descansa.

Pero volviendo a la Sra. Donna Hrinak, es importante destacar que la misma fue la embajadora estadounidense en Venezuela en los días previos al Golpe de Estado. Según lo denunció el diputado a la Asamblea Nacional, Saúl Ortega, 'siendo embajadora en Venezuela, se fue un mes antes del Golpe de Estado, después de hacer todos los preparativos para esa acción. Todos los protagonistas (...) fueron vistos por todo el mundo en la fiesta de su despedida, civiles y militares'.

El diputado también señaló que el trabajo de la funcionaria es 'el de desestabilización y conspiración'. Estas declaraciones del parlamentario Ortega, dadas este martes 9 de marzo a la agencia de prensa venezolana Venpres, vienen a confirmar el perverso plan estadounidense, que pretendía derrocar al Presidente Constitucional de Venezuela y confiscar la Democracia venezolana. Es el modo de operar del terrorismo de los EEUU.

Sin embargo, el terrorismo de los EEUU se va desenmascarando paulatinamente. Este lunes 8 de marzo, la organización Human Rights Watch emitió un informe en el que declara que las 'tropas estadounidenses en Afganistán se excedieron en el uso de la fuerza en arrestos de personas sospechosas de ser militantes islámicos, lo que provocó muertes innecesarias'. Estas aseveraciones están, al parecer suficientemente documentadas.

Es en ese sentido que la política internacional del Gobierno venezolano ha puesto énfasis en denunciar el terrorismo de estado, y las agresiones contra los pueblos oprimidos y débiles.

Por tal razón, este martes 9 de marzo se aprobó, en el Gabinete Político y en el Gabinete Internacional, solicitar un derecho de palabra en el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) con el fin de denunciar pública y formalmente la intervención extranjera (especialmente la injerencia del Gobierno de EEUU) en los asuntos internos de Venezuela. Así mismo, el Gobierno venezolano ha reiterado públicamente la denuncia del Golpe de Estado en Haití y del secuestro de su Presidente.

Ahora bien, no basta la denuncia formal ante las organizaciones internacionales. Es preciso desarrollar organizaciones que permitan confrontar, en todos los frentes, el terrorismo estadounidense. Debemos organizarnos ya que lo que se pudiera avecinar no es fácil.

Por eso es interesante recordar lo que señalaba el Sr. Steve Kangas, en su artículo Memorial de Atrocidades de la CIA, publicado en Rebelión en diciembre del 2003, en el que escribía que la Asociación para el Disenso Responsable estimaba que para 1987, seis millones de personas habían muerto como resultado de las operaciones encubiertas de la CIA. El ex-funcionario del Departamento de Estado, William Blum, llamó a esto correctamente un 'Holocausto estadounidense' (Coleman McCarthy, 'The Consequences of Covert Tactics' Washington Post , December 13, 1987). Ese Holocausto Estadounidense debe llevarnos a reflexionar sobre la titánica tarea que se avecina.

Debemos prepararnos para enfrentar desde una amenaza gigantesca como la que representa la CIA, hasta el terrorismo mediático llevado a cabo, principalmente, por las televisoras comerciales de Venezuela. Los disturbios mediáticos escenificados durante la primera semana de marzo señalaron fehacientemente la complicidad de estos medios con el macabro plan de los EEUU que pretendió copiar en Venezuela lo que perpetró en Haití.

Pero los medios no se quedaron tan sólo en el terrorismo y en la apología del foquismo. Llegaron incluso al racismo. En el marco de la XII Cumbre del Grupo de los 15, la televisora Globovisión, se burló en forma descarada, grosera, racista y segregacionista, del Presidente de Zimbabwe, Sr. Robert Mugabe. El Sr. Leopoldo Castillo y la Sra. María Isabel Párraga, periodistas de dicho canal, rieron burlonamente, con saña y desprecio, en medio del racismo que, al mejor estilo del apartheid surafricano, destiló la controvertida televisora. Incluso, este lunes 8 de marzo, el Comité Afro-Latinoamericano contra la Discriminación Racial y la Xenofobia, condenó en forma enérgica las agresiones racistas de Globovisón.

Los venezolanos y latinoamericanos en general debemos estar alertas. El Gobierno Estadounidense a través de la CIA y de sus lacayos nacionales, los medios de comunicación privados, pretenden robarnos nuestras conquistas, nuestra Democracia y nuestro derecho a ser libres y soberanos. El pueblo en la calle, movilizado, informado, politizado y organizado es la única garantía de triunfo que tiene nuestra Democracia y es el epitafio de la política guerrerista de los EEUU.