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Latinoamérica

Entrevista al presidente del EP-FA doctor Tabaré Vázquez


Tabaré Vázquez, presidente, convocará
a un plebiscito para que "se confirme
el artículo 4° de la Ley de Caducidad y dar vuelta la página"

"Voy a preguntar al pueblo uruguayo si está dispuesto a comprometerse en profundidad a desarrollar en su totalidad el tema de los derechos humanos", dijo en exclusiva a LA REPUBLICA, 14 10 AM LIBRE y TV

LIBRE.

Raúl Legnani
La República

El pasado viernes a las 18.30 horas el doctor Tabaré Vázquez recibió, en el Hotel del Norte de la ciudad de Artigas, a un equipo periodístico del multimedio plural. Junto al periodista de LA REPUBLICA y de 1410 AM LIBRE estuvo el colega Horacio Depauli, de TV LIBRE. Allí el líder del EP-FA anunció lo que será su primera consulta a la ciudadanía: el tema de los derechos humanos, la confirmación del artículo 4° de la Ley de Caducidad y el compromiso de todos los uruguayos a "dar vuela la página". Al finalizar la entrevista saludó al multimedio por su "trabajo profesional y plural" y reclamó de otros medios de comunicación un tratamiento equitativo para su fuerza política.
­Doctor Vázquez nuestros equipos periodísticos lo han seguido desde el comienzo de su gira, en que ha recibido importantes apoyos populares. Pero los actos pasan y los pueblos quedan. ¿Qué papel va a jugar el Interior del país si usted llega al gobierno?
­En primer lugar quiero agradecerles porque han hecho una cobertura muy importante con su participación en esta gira de la primera parte del año, que es un año particularmente complejo. Así que la presencia de ustedes y su trabajo tan profesional debemos destacarlo. Para nuestra fuerza política el interior del país es de capital importancia. El primer valor es la gente y en el Interior hay una riqueza humana enorme. También hay que decir que en el interior del país el Encuentro Progresista-Frente Amplio tuvo que trabajar mucho para ir conquistando conciencias y no ha sido fácil aumentar el caudal de apoyo. Creo que ese crecimiento y el apoyo que hoy tiene esta fuerza política se lo ha ganado con trabajo, trabajando junto a la gente, pueblo a pueblo, y en estos últimos diez años hemos recorrido quince o veinte veces el interior del país. Acá, a la ciudad de Artigas, hemos venido por lo menos diez veces. También hemos visitado Paysandú. Así que creo que el Interior del país tiene en primer lugar esa importancia, pero también tiene otro significado. Y es que nuestra apuesta a la descentralización política y jurídica es el reconocimiento que debe jugar el interior del país. No estoy hablando de desconcentración administrativa, estoy hablando de descentralización política, estoy hablando de generar capitales, abrir caminos de participación, estimular la inversión productiva. Todos estos elementos son los que pueden permitir cambios sustanciales en el país. El interior del país para nosotros es muy, pero muy trascendente.
­Ya entrando en temas políticos electorales. ¿Cómo está viendo usted que el doctor Julio María Sanguinetti se haya retirado de la contienda electoral y que el escribano Guillermo Stirling sea el candidato único del Partido Colorado?
­Por lo general no me gusta introducirme en aspectos internos de otra fuerza política. Lo que sí puedo decir y lo puedo decir con total tranquilidad, es que nosotros establecimos nuestra estrategia de trabajo para el año electoral más allá de quien fuera el candidato del Partido Colorado o del Partido Nacional. Y esto es por una razón muy sencilla, porque cualquiera sea el candidato de esas dos colectividades políticas, el programa de gobierno que tienen es el mismo que están desarrollando ahora. Si en estos cuatro o cinco años en lugar de estar el doctor Batlle en el gobierno hubiera estado el escribano Stirling, hubiera sido lo mismo. Lo mismo sucede con el Partido Nacional. Por lo tanto, más allá del reconocimiento personal, respetuoso, del escribano Stirling, decimos que si llega a la Presidencia de la República va a estar condicionado por quienes los están apoyando. Dos doctores, Batlle, Sanguinetti. Y si hay segunda vuelta van a necesitar el apoyo del Partido Nacional, del doctor Lacalle.
­Pero si usted gana el gobierno, ¿va a llamar a los doctores Sanguinetti y Lacalle para conversar?
­Si ganamos vamos a llamar al Partido Colorado y al Partido Nacional, institucionalmente. Más que a las figuras, nosotros respetamos a los partidos políticos, a sus instituciones, a su funcionamiento.
­Sobre la precandidatura del senador Jorge Larrañaga, en el Partido Nacional, algunos sostienen que la candidatura del ex intendente de Paysandú se propone presentar una propuesta que se parezca a la del EP-FA...
­Yo creo que ahí hay un aspecto bien interesante para profundizar. Muchas de las propuestas que el doctor Larrañaga está haciendo, también otras del profesor Manuel Flores Silva, coinciden enormemente con el programa del Encuentro Progresista-Frente Amplio. Ya el doctor Larrañaga ha hablado de implementar el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas. En Uruguay, todos saben que nuestra fuerza política ha defendido este posicionamiento. Hemos escuchado también al doctor Larrañaga, al doctor Gallinal, al propio ex ministro Abreu, defendiendo un país de producción y de trabajo, de un país productivo, que coincide con nuestra propuesta. Lo mismo ha pasado con precandidatos del Partido Colorado. Yo creo que se abren perspectivas interesantes para lograr acuerdos políticos-programáticos con integrantes de los partidos tradicionales.
­¿Cómo piensa pararse usted ante la eventualidad de que no gane en la primera vuelta y tenga que ir a un balotaje?
­Si se llega a un balotaje vamos a conversar con aquel sector político que no esté, por supuesto, compitiendo con nosotros. También hay sectores de partidos no tradicionales o partidos no tradicionales que tienen su caudal electoral, con quienes, a veces, tenemos coincidencias programáticas, no totales. Pero la Unión Cívica y el propio Partido Independiente pueden ser parte de esas alianzas.
­¿Ha tenido algún contacto con esos partidos?
­En los últimos meses no, pero he conversado con el arquitecto Aldo Lamorte, presidente de la Unión Cívica y me he reunido, en la sede del Frente con el diputado Iván Posadas, con el diputado Mieres, del Partido Independiente.
­Los partidos tradicionales han estado en el poder durante muchos años y poseen funcionarios experientes, ¿le puso el ojo a algunos de ellos? ¿Puede quedarse con algunos funcionarios que son importantes para darle continuidad a aquellos aspectos en que la política requiere de continuidad?
­Yo creo que puede ser una muy buena fuente de apoyo al proyecto progresista, la existencia de funcionarios del Estado pertenecientes a los partidos tradicionales, pero que tienen puesta la camiseta del instituto, de la función que están desarrollando. Nosotros vivimos en el primer gobierno departamental de Montevideo una experiencia muy interesante. Había funcionarios de los partidos tradicionales que eran municipalistas, que querían su trabajo, lo defendían y lo hacían muy bien. Y más allá del color del gobierno de turno estaban perfectamente en condiciones de desempeñar una gran tarea. Y a esos funcionarios los tuvimos en cuenta. Podría dar varios ejemplos de funcionarios de los partidos tradicionales que en la Intendencia de Montevideo cumplieron una estupenda tarea, porque primero que nada eran funcionarios municipales que cumplías con honestidad y con conocimiento sus funciones. Yo creo que esos funcionarios son una fuente de recursos humanos muy importantes.
­Pero si ese funcionario valioso hoy tiene un contrato de obra, ¿qué va a hacer con él?
­Vamos a aclarar bien este punto. Nosotros no estamos contra todos los contratos de obra, porque hay contratos de obra que son necesarios, que son importantes y donde esas funciones se están cumpliendo bien. Analizaremos cada caso en particular y en aquellos que se justifique, se podrán tener en cuenta.
­Usted ha hablado, en distintas oportunidades, de los cambios que se han producido en la región y en América Latina. Tanto Lula, como Kirchner y Chávez están apuntando a cambios en lo regional y continental, tratando de modificar el orden económico mundial. Pero no se notan grandes cambios en las políticas internas. ¿Cómo se va a parar el EP-FA? ¿Va a apostar a esa ofensiva internacional o va a poner más acentos en las políticas internas? ¿Qué va a hacer?
­El Uruguay es el mejor país del mundo. Vivo en Uruguay por elección, además de haber nacido en Uruguay, porque pude trabajar en otras partes del mundo y elegí trabajar y quedarme en Uruguay. Quiero que mis hijos y mis nietos se queden en este país. Pero Uruguay tiene una dimensión internacional que no le permitiría a un gobierno progresista tener una proyección como la de Lula, como la que tiene Venezuela y Chávez con el petróleo o una dimensión como la que tiene Argentina y Kirchner, que es un país con un gran impacto internacional. Nuestro país es muy pequeño. Por lo tanto, nosotros debemos integrarnos a este contexto de países importantes y junto a ellos avanzar. Pero nosotros tenemos que hacer un gran esfuerzo hacia la interna del país, para mejorar la situación que los uruguayos viven. Creemos con absoluta confianza que se puede.
­En Uruguay existe la tradición de que el primer año de gobierno es clave. Sin duda usted va a tener un plan de gobierno de cinco años e incluso de más años, pero ¿qué va a hacer en el primer año?
­Lo primero y fundamental es la puesta en marcha de un plan de emergencia para atender la problemática social que tienen vastísimos sectores de la población. Estoy hablando de sectores marginales y no sólo me refiero a las familias que no tienen trabajo, sino también a las familias que tienen un jefe de hogar que es funcionario público y que no pueden alquilar una vivienda porque no tiene garantía o porque no le alcanza lo que gana en su función pública. Y por eso tiene que vivir en zonas marginales. También hablo de policías y soldados que tienen que vivir en asentamientos marginales. Lo primero es lo primero, y lo prioritario más prioritario, será atender a los niños, a los jóvenes de estos sectores marginados de la sociedad para garantizarle, por parte del gobierno, la atención a la problemática de alimentación, de salud y de educación.
Esto no quiere decir que agotemos todas las medidas exclusivamente en esto, pero es el primer paso que tenemos que dar.
Un plan de emergencia no se sustenta en el tiempo si no está unido, concatenado a políticas sociales de mediano y largo plazo. Por eso la principal política social que se debe desarrollar es trabajar para generar puestos de trabajo.
­Uno de los fenómenos críticos que ha mostrado Venezuela es que el corte social ha sido tan profundo, que ha llevado a que los sectores más marginados no encuentran un diálogo con las capas medias. ¿No teme que con su política a favor de los marginados lleve a que las capas medias estén protestando contra usted a los cuatro meses de gobierno?
­No, no, no, porque el pueblo uruguayo es muy solidario. Esto le hemos comprobado desde el gobierno departamental, durante la recorrida de los barrios para hacer los acuerdos semanales. Cuando en barrios de Montevideo cuyo aporte en recursos era mucho mayor planteábamos que íbamos a utilizar esos recursos para atender situaciones de grave posicionamiento social, encontramos una gran solidaridad y comprensión por parte de estos barrios que estaban en mejor condición económica, para que las inversiones en políticas sociales las desarrolláramos en aquellos sectores que más lo necesitaban. Pero, por otra parte, esta política de emergencia que estamos planteando busca revertir la situación de desintegración y marginalidad, lo que busca es la inclusión social de todos aquellos que hoy, ciudadanos uruguayos, están fuera del sistema. Para un país como el nuestro en el que la clase media predominó, para que esa clase media vuelva a predominar necesitamos llevar adelante una política de integración social. Por eso creo que nuestra política va a ser comprendida por aquellos sectores que hoy están en una mejor posición económica, social, cultural, educativa y que van a comprender que esta política busca afianzar a esa clase media.
­La izquierda ha promovido muchos referendos y plebiscitos. Desde el gobierno ¿qué tema pondría a consideración de la ciudadanía?
­Qué buena pregunta, ¿no? Qué buena pregunta... Hoy, si tuviera que promover una consulta desde un gobierno progresista (silencio) ­es difícil dar una respuesta concreta­ pero, me parece, que si tuviera que dar una respuesta a esta pregunta le tendríamos que preguntar al pueblo uruguayo si está dispuesto a comprometerse en profundidad a desarrollar en su totalidad el tema de los derechos humanos. Cuando digo el tema de los derechos humanos, digo conocer el paradero de los ciudadanos uruguayos detenidos-desaparecidos, menores y adultos. Saber no solo lo que ha pasado con ellos, sino también saber dónde están sus cuerpos, pero también el compromiso de que una vez superada esta instancia dar vuelta la página, y todos los uruguayos juntos mirar hacia adelante, y cuando digo todos los uruguayos digo civiles y militares.
­A ver si lo comprendemos bien. ¿Está proponiendo un referéndum o plebiscito sobre la confirmación del artículo 4º de la Ley de Caducidad?
­Confirmación del artículo 4º de la Ley de Caducidad, cumplir con este artículo y dar vuelta la página para terminar con este tema.