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Latinoamérica

El Salvador: Otra vez el fantasma del anti-comunismo

Eduardo Tamayo G.
ALAI-AMLATINA

Con la caída del Muro de Berlín supuestamente desapareció el "comunismo" no así los anticomunistas que, como en el caso de El Salvador, continúan agitando el fantasma del comunismo "come guaguas" para tratar de frenar al candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Shafik Handal, que tiene grandes posibilidades de triunfo en la contienda electoral del próximo 21 de marzo.

Según las encuestas, los candidatos favoritos son el empresario radial Elías Antonio Saca -39 años- del Partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), y Shafik Handal - 73 años-, ex comandante guerrillero y dirigente del Partido Comunista de El Salvador. En realidad, los dos representan proyectos totalmente diferentes: el primero defiende el statu quo, la continuación del modelo privatizador, autoritario, excluyente y sumiso a los intereses de Washington; el segundo plantea un proyecto de independencia nacional, priorizar la satisfacción de las necesidades de la población y combatir la corrupción.
Cabe anotar que el FMLN, luego de la firma de los acuerdos de paz, se convirtió en partido político en 1992, llegando a ser una de las más importantes fuerzas políticas del país, con una significativa representación parlamentaria (en las elecciones de 2003 obtuvo 31 escaños, superando a ARENA que ganó 28) y presencia en las alcaldías de las cabeceras departamentales, ganando por tres veces consecutivas la de San Salvador.
Lo que llama la atención de esta contienda electoral no es tanto el carácter reñido de la misma sino la campaña sucia orquestada por ARENA para tratar de continuar en el gobierno, por cuarta ocasión desde 1989.
"El partido oficial ha lanzado una campaña de terror, ha habido actitudes negativas por parte del FMLN, pero nosotros hemos visto los discursos de los seguidores de ARENA y la violencia", dice a ALAI Miguel Montenegro, director de la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador (CDHS). Los mensajes de ARENA están dirigidos a infundir temor y terror entre la población: "no votés por los comunistas, porque con un gobierno comunista los salvadoreños van a ser regresados de los Estados Unidos, porque los Estados Unidos ya no van a apoyar. Y lo otro, es que vamos a vivir una vida igual a la de Cuba, la población desconoce lo que es la vida en Cuba, entonces que van a venir los comunistas, que van a implantar un sistema comunista en donde no va a haber libertad de expresión", enfatiza Montenegro.
La maquinaria propagandística de ARENA utiliza hábilmente el tema de los emigrantes salvadoreños, un tema muy importante y sensible puesto que las remesas familiares que envían más de un millón de salvadoreños que viven en Estados Unidos representan el primer rubro de ingresos para el país.
Al comenzar la campaña, el candidato de ARENA prometió que actuaría limpiamente pero esto no se ha cumplido. "En lo personal tal vez no haya atacado, ni insultado a nadie, pero organizaciones y colaboradores vinculados a ARENA sí han cometido actos ilegales e inmorales. Antiguos guerrilleros convertidos al neoliberalismo recorren las empresas para atemorizar a los trabajadores y pedirles el voto a favor de ARENA. En varios ministerios se utilizan recursos públicos para la campaña de ARENA y se exige a sus empleados trabajar gratuitamente para ella y votar por este partido", señala el boletín semanal Proceso (18.03.04) del CIDAI (Centro de Información y Documentación y apoyo a la Investigación) de El Salvador.
La campaña anti-comunista no es nada original. Ya fue utilizada en Nicaragua hace tres años por los sectores anti-sandinistas, aliados con los principales medios de comunicación y sectores conservadores de Estados Unidos que orquestaron una campaña de miedo y terror psicológico en la que llegaron a utilizar imágenes comparando a los sandinistas con los seguidores de Bin Laden. En esa ocasión les dio resultado, y el candidato del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Daniel Ortega, fue derrotado.
En este proceso electoral, sin embargo, hay un árbitro extranjero parcializado que interviene sin ser invitado, querido ni deseado. Se trata -cosa rara en la región- del gobierno de George W. Bush, que a través el subsecretario de asuntos hemisféricos, Roger Noriega, hizo votos para "que la gente salvadoreña elija a alguien que comparte nuestra visión, nuestros valores y el interés de profundizar y mejorar las relaciones y la asociación entre nuestros países".
A Washington le comienza a preocupar la instauración de un gobierno independiente en El Salvador que pueda oponerse a sus proyectos hegemónicos y establecer alianzas con Cuba y Venezuela, principalmente.
Pero a más de Washington, ARENA tiene muchas razones para estar nervioso con un triunfo electoral del FMLN, pues teme que éste último le pida cuentas por los numerosos actos de corrupción que se han producido en estos últimos 15 años de gobiernos areneros.
"ARENA está desgastado por la corrupción y el mal manejo administrativo, la población quiere un cambio verdadero que beneficie a los intereses sociales. Las propuestas del FMLN son aceptables para los sectores sociales pobres e inclusive para la clase media, pero el gran problema es el terror que se le ha querido meter a la población. El FMLN, en el tema de la salud, habla de la no privatización, de garantizar la salud de la población, de la educación, vivienda, desarrollo, de incentivar la micro y mediana empresa, de respeto a los derechos humanos, programas que no han sido tomados en cuanto por el gobierno actual de Francisco Flores. No habla de mano dura contra las "maras" (pandillas juveniles) sino de insertar a la juventud, de combatir las "maras" pero de una manera diferente de lo que está haciendo el gobierno en este momento", concluye Montenegro.