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Latinoamérica

Aristide secuestrado: la táctica del limón

NIKO SCHWARZ

A pesar de las negativas de Colin Powell y Donald Rumsfeld, es evidente que Jean-Bertrand Aristide fue secuestrado por fuerzas militares de EEUU, conducido contra su voluntad al avión, mantenido 20 horas incomunicado y sin poder moverse y trasladado sin su conocimiento a la República Centroafricana. Mientras tanto, las antiguas fuerzas represoras dirigidas por Guy Philippe y Louis-Jodce Chamuluin (ex "ejército caníbal", violadores de derechos humanos y vinculados al narcotráfico) se adueñaron de Port-au-Prince, y el primero anunció que se hará cargo de la policía y de la reorganización del ejército haitiano.
Las mentiras de Colin Powell La oposición civil, cuya máxima expresión es la Plataforma Democrática, ha sido mantenida al margen del proceso de formación de un gobierno transitorio. El secretario de Estado Colin Powell desmintió el secuestro en una conferencia de prensa trasmitida al mundo (a la que siguieron declaraciones de Donald Rumsfeld y del vocero de la Casa Blanca), pero no pudieron invalidar las afirmaciones en directo de Aristide en reportaje en español a Daniel Viotto de la CNN, coincidentes en un todo con las que reveló la congresista demócrata Maxine Walters, que también conversó directamente con él. Todos los detalles del operativo surgen de esas declaraciones: cómo los marines sacaron a su guardia personal del palacio presidencial y lo tomaron a su cargo, lo desplazaron contra su voluntad al aeropuerto y no le informaron de nada durante una dilatada permanencia allí.
Dijo Aristide: "Una y otra vez lo llamó golpe de Estado, fue un secuestro moderno". La radio francesa RTL presentó el testimonio de un conserje y de la residencia de Aristide, según el cual soldados de EEUU lo fueron a buscar y se lo llevaron en un helicóptero.
El mencionado pasaje central del reportaje fue retirado por CNN en ulteriores emisiones; sólo dejaron la introducción y el final, en que sostiene que piensa regresar a su país.
A esta altura por cierto la credibilidad de la plana mayor del gobierno de Washington está por el suelo, al haber quedado archidemostrado que mintieron al por mayor sobre las armas de destrucción masiva en Irak. Lo recordó puntualmente Sean Penn al recibir el Oscar, pero esa parte de la ceremonia fue censurada por la CNN y por los canales locales.
Relaciones peligrosas Fue un desembarco de 20 mil marines al que restableció a Aristide en el gobierno en 1994 después que el golpe de Estado del general Raoul Cédras cortara abruptamente su primera presidencia en setiembre de 1991, a pocos meses de su asunción.
En ese período dictatorial (1991-94) se crearon los grupos represivos (mimetizados bajo la sigla Fraph; Frente Revolucionario para el Avance y el Progreso de Haití), dirigidos por Louis-Jodel Chamblain y Guy Philippe, el cual también protagonizó una tentativa golpista cuando Aristide se reeligió en elecciones fraudulentas en noviembre de 2000.
En esos períodos EEUU sostuvo a Aristide como la cuerda al ahorcado, y se valió de él para mantener una situación de virtual control en todos los aspectos sobre la mitad de la isla de la Española, que habían invadido en 1915 y ocupado hasta 1934. Ahora, cuando Aristide perdió el control de la situación interna, el gobierno de Washington lo arroja a la basura como un limón exprimido, y maniobra para digitar un nuevo gobierno proclive a sus intereses, en particular contar allí con bases militares a cercanía de Cuba y de Venezuela. El presidente transitorio, Boniface Alexandre, titular de la Corte de Justicia, juró ante el embajador yanki James Foley, "quien parecía custodiar cada palabra que allí se decía", según las crónicas. Como Endara en Fort Clayton.
Destino transitorio Hasta su partida para Sudáfrica, Aristide está en la República Centroafricana, capital Bangui, país que conquistó su independencia en 1960 y sufre los resabios del colonialismo francés y creciente influencia yanki.
De su historia reciente se recuerda el golpe de estado de Jean Bédel Bokassa, coronel del ejercicio francés que se declaró presidente vitalicio y después emperador; y que el país envió tropas al Zaire en apoyo a Mobutu. La llegada allí de Aristide, según el canciller francés Dominique de Villepin, fue "una perfecta coordinación franco-estadounidense".