por Cristóbal Rodríguez Guerra

Datos escalofriantes han salido a la palestra pública y que tienen relación con la vinculación, no sólo del ex embajador en Argentina, Germánico Molina, sino del mismo presidente de la República, Lucio Gutiérrez con los fascistas del Cono Sur. Para el 19 de este mes está previsto el establecimiento de un Tribunal de la Dignidad, donde será juzgado el actual mandatario ecuatoriano.

Quito, 11 de febrero de 2004.- Una serie de actos violentos registrados en las últimas semanas han generado la zozobra y el caos político, social y económico en el país. La mayoría de dirigentes sociales apuntan a que el actual régimen sería el autor intelectual de estos hechos, tanto es así que para la mayoría de organizaciones sociales, populares, campesinas, de trabajadores, de maestros y estudiantiles han empezado a movilizarse con miras a deponer al actual mandatario.
El próximo 16 de febrero, podría considerarse una verdadera prueba de fuego para los sectores populares, tomando en cuenta que por varias ocasiones, principalmente la dirigencia de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), han evitado un posible levantamiento, pero que éste tomó vigencia tras el atentado en contra de su presidente, Leonidas Iza y varios de sus familiares, el pasado 1 de febrero.
Desde esa fecha fatal, incluso un día antes, con el asesinato del funcionario de Petrocomercial, Patricio Campana, quien estaba investigando el robo millonario de combustible de esa entidad estatal, coincidencialmente se intensificaron los atentados supuestamente políticos y que han desembocado en el intento de homicidio de Carlos Muñoz Insua, presidente de Telesistema, pasando por los actos bochornosos registrados en el Congreso Nacional y en el set de Teleamazonas entre diputados a fines al Gobierno y los de oposición.
Los parlamentarios de la Izquierda Democrática, Guillermo Haro y Carlos González, ante el silencio cómplice de la mayoría, arremetieron con otra serie de denuncias que vinculan a Gutiérrez no sólo con el aparente apoyo económico para su campaña electoral desde México (prohibido por la Ley de Elecciones), sino con el financiamiento y supuesta protección a personas vinculadas con grupos guerrilleros latinoamericanos, entre ellos las FARC-EP.
Pero en medio de esta vorágine de secreción política y guerra de clases, el expulsado embajador en Argentina, Germánico Molina, parecería ser la punta del ovillo que determine los vínculos existentes entre los dictadores militares argentinos de la década de los 70s y los militares y policías ecuatorianos, donde incluso estaría directamente vinculado el presidente Lucio Gutiérrez Borbúa, conforme se desprende de las denuncias hechas por Alexis Ponce, vocero de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos (APDH), haciéndose eco de las declaraciones que le confiará este miércoles 11 de febrero, Nora de Cortiñas, dirigente de las Madres de la Plaza de Mayo, quien vendría al Ecuador el próximo jueves 19 para denunciar datos espeluznante en el Tribunal de la Dignidad, organizado por entidades políticas, sociales, gremiales y de derechos humanos.
?Nora de Cortiñas, quien confirmó esta mañana su presencia en el Ecuador, va a servir de testigo para, en primer lugar, testimoniar el caso propio, pues ella tiene un hijo desaparecido por la dictadura Argentina, es decir, por los mismos genocidas que este Embajador (Germánico Molina), ahora en la persona de Suárez Mason, ayudó como si fuera una quinceañera a escapar de casa para asistir a ese cumpleaños de asesinos?, manifestó Alexis Ponce, en una entrevista realizada por Paco Velasco, del noticiero La Clave que se transmite por radio La Luna, emisora que fuera amenazada por este régimen con quitarle el permiso de emisión.
Pero, por increíble que parezcan esta serie de denuncias que muchos allegados a Gutiérrez quisieran que ya acabe, no terminan ahí. Nora Cortiñas, va más allá en sus testimonios entregados a Ponce: ?Ella va a relatar cómo conoció a Gutiérrez, en porto Alegre-Brasil y que junto a otras Madres de Mayo se entrevistaron con Gutiérrez, quien les dijo que estuvo en Argentina en 1978, es decir cuando la dictadura militar más profundizaba el proceso de genocidio.
Ellas le habían preguntado, qué hacía en Argentina, y él (Lucio Gutiérrez), había dicho que estaba asistiendo a unos cursos militares. También le habían preguntado que con quién estaba él y Lucio Gutiérrez había afirmado que sus amigos son los oficiales coronel ?Sheinelding? y Aldo Rico, es decir, los genocidas que precisamente están en la picota en la Argentina?.
Según el dirigente de la APDH, Nora de Cortiñas, podrá relatar y testimoniar toda la barbaridad del Plan Cóndor y que ella conoce muy bien, al igual que los vínculos de la Triple A - Suárez Mason.
El Tribunal de la Dignidad, a decir de Alexis Ponce, se constituye como una iniciativa de todas las organizaciones ciudadanas de derechos humanos, de desarrollo, sociales, de medios de comunicación, con el objetivo de que no se borre de la memoria ciudadana y por el contrario se convierta en un tribunal de juzgamiento ético la actitud y comportamiento del embajador, Germánico Molina, en la Argentina, al ayudar al genocida Suárez Mason.
En este evento simbólico de juzgamiento está previsto igualmente descubrir las graves falencias existentes por parte del Gobierno en política internacional, así como de los tenebrosos vínculos entre Lucio Gutiérrez y los genocidas del Cono Sur. ?En ese marco el Tribunal se constituirá el próximo día jueves 19 como iniciativa de todas las instancias sociales, ciudadanas y civiles de Quito y del país?, afirma el dirigente.
De acuerdo con los datos preliminares conocidos, en el Tribunal participará un jurado catalogado por los organizadores de primera categoría, como el doctor Julio Prado Vallejo; en calidad de testigos, el doctor Mauricio Gándara Gallegos, la hermana Elsie Monge, el padre Eduardo Delgado y la presidenta de las Madres de Plaza de Mayo, línea fundadora, Nora de Cortiñas.
Se conoce que las dirigentes Hebe de Bonafini y Noria Cortiñas están complacida por la decisión tomada por la Cancillería Argentina y del presidente Néstor Kirchner, al haber dispuesto, de inmediato, la declaración de persona no grata a Germánico Molina.