Latinoamérica
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26 de febrero de 2004
Chile
Inversión productiva: la "pata débil de economía"
Hugo Fazio
La inversión productiva en el año 2003 fue la segunda más baja de la última década, alcanzando sólo a un 22,6% del PIB. Se trata de los mismos niveles registrados desde 1999 cuando la economía ya se encontraba frenada. En la recesión de 1998 la caída más fuerte se produjo precisamente en la inversión y desde entonces no se ha recuperado. Mientras ello no acontezca, las visiones optimistas sobre el futuro de la economía chilena seguirán en duda. Según el presidente del Banco Central, Vittorio Corbo, la inversión es la "pata débil" de la actividad nacional. Se trata de una "pata" que incide en el presente ya que es un componente de la demanda interna y también en el futuro, en la capacidad productiva del país.
Tasa de formación bruta de capital fijo 1996-2003 (Fuente: Banco Central. % del PIB)
Año |
% |
Año |
% |
1996 |
26,4 |
2000 |
23 |
1997 |
27,4 |
2001 |
22,9 |
1998 |
27 |
2002 |
22,7 |
1999 |
22,3 |
2003 |
22,6* |
(*): Cifra estimada.
Keynes observó que la inversión no dependía sólo de la tasa de interés, que es la herramienta "reactivadora" utilizada por el Banco Central, sino también de otras variables entre las cuales destacó la sensibilidad de ella para responder a los movimientos de tasas. Es cierto que la disminución de los intereses reduce el costo de financiamiento de las empresas, lo que debiera estimular la inversión. Pero el capital tiene presente otras variables, entre las cuales destaca que el aumento de producción pueda ser realizado, lo cual depende en gran medida de lo que acontezca con la demanda interna. El año pasado las tasa de interés llegaron a un nivel extraordinariamente bajo. Sin embargo, la inversión productiva no aumentó. El bajo nivel de la demanda interna fue determinante para que la formación bruta de capital fijo se mantuviese estancada.
No puede sino llamar la atención que quienes consideran la inversión la "pata débil" de la economía, entreguen al mismo tiempo proyecciones optimistas sobre el nivel a alcanzar en los próximos meses por la demanda interna y el producto. Mientras la formación bruta de capital fijo siga tan contraída, ni la demanda interna ni el producto pueden recuperarse en las dimensiones que se señalan.
En el año 2003 tanto la demanda interna como el producto se ubicaron muy por debajo de las proyecciones oficiales. El ministerio de Hacienda había estimado el crecimiento de la demanda interna en el 4,5% y la del producto en el 4%. Ambas variables alcanzaron en realidad sólo un 3,2%. Las diferencias entre las estimaciones oficiales y la realidad han sido en los últimos años una constante. Mientras la demanda interna no se recupere el crecimiento económico dependerá fundamentalmente de factores externos.
El gasto público
Para que la inversión productiva entre a una fase ascendente, se requiere, entre otros hechos que crezca el gasto público. Pero éste permanece muy débil y el presupuesto del 2004 indica que seguirá siendo así hacia adelante.
El gobierno tiene depositadas sus esperanzas en que el TLC aumente la inversión productiva. Sin embargo, la probable llegada de capitales externos no se producirá en un nivel importante hacia este sector. Por lo demás debe tenerse en cuenta que la inversión extranjera incide en un porcentaje bajo, en contra de lo que habitualmente se supone, en la formación bruta de capital fijo. De otra parte, de los antecedentes disponibles se desprende que la mayor parte de la inversión extranjera estimulada por el TLC será de cartera. Según la Dirección de Relaciones Económicas de la Cancillería "el TLC con EE.UU. abrirá importantes oportunidades de inversión en tecnología de información, afirmando con ello a Chile como plataforma de servicio en este sector. En este sentido, se trata de remplazar servicios que se hacen hoy en EE.UU. o en la región para eventualmente producirlos en Chile" (04/2/2003). De todas maneras, la tecnología de la información aumentará en porcentajes reducidos la tasa de inversión productiva en el país.
Al mismo tiempo la inversión extranjera directa es muy difícil –por no decir imposible- que se concrete mientras continúe el proceso de revaluación del peso, lo que al capitalista externo no le conviene. Su inversión medida en dólares se reduce automáticamente. La rentabilidad del proyecto debe ser extraordinariamente elevada para que en esas condiciones le resulte atractiva. La evolución general de la inversión hasta el año 2003 muestra que ello no es así.
Por otro lado, la inversión productiva es afectada por las tasas de intereses que cobra la banca comercial, la cual, en general, no tiene ninguna relación con la fijada por el Banco Central. El vínculo con el mercado lo tienen los bancos comerciales, que a la gran mayoría de sus usuarios siguen cobrándoles tasas prohibitivas, y no el Banco Central. En consecuencia, el principal mecanismo reactivador utilizado por el Estado tiene una repercusión muy limitada en la inversión productiva.
Las utilidades de la banca privada
Los bancos comerciales han obtenido tasas de rentabilidad muy elevadas y, por ende, altos niveles de utilidades. En 2003 las utilidades de la banca comercial alcanzaron el nivel récord de US$ 1.084 millones. Para este año se estima que volverán a crecer. De ser así, seguirán constituyendo un freno a la recuperación económica y también de la inversión productiva.