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Latinoamérica

MESA LANZA PAQUETAZO CON ANESTESIA

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Econoticiasbolivia (La Paz, febrero 1, 2004).- Las amenazas de huelgas y bloqueos de los sectores sociales y populares han hecho mella en el presidente Carlos Mesa, que ha dejado de lado su inicial intención de eliminar de un solo golpe la subvención al gas licuado y aumentar el precio de los carburantes. Temeroso de virulentos conflictos sociales, ha optado por los mini aumentos constantes en los precios de la gasolina, el diesel y el gas licuado y por solicitar el doble de apoyo financiero de la cooperación internacional para aliviar las quebrantadas finanzas públicas.

También ha solicitado al Congreso nacional aprobar tres nuevos impuestos, uno que grava todas las transacciones financieras y los ahorros bancarios, otro sobre las clases medias y altas que tengan un patrimonio superior a los 50 mil dólares y un tercero, aunque modesto, sobre las petroleras extranjeras.

En un mensaje televisado a toda la nación, Mesa enumeró una serie de medidas de austeridad y exigencias sobre los sectores de ingresos medios que le permitirán recaudar internamente 220 millones de dólares, 100 millones menos de lo inicialmente planificado. El resto del déficit fiscal que estaba pendiente de financiar, otros 200 millones de dólares, serían cubiertos por créditos y donaciones de los organismos internacionales y países amigos. Hasta hace unos días, según anunciaron los ministros de Hacienda y de Desarrollo Económico, el requerimiento de apoyo externo era sólo de la mitad, 105 millones de dólares.

APOYO EXTERNO

"Estamos cubriendo más de la mitad de ese déficit no financiado, demostrando, con responsabilidad, con seriedad, que Bolivia va hacer su parte y que además puede hacerlo sin castigar a los más pobres, a los desposeídos, a los que más sufren", dijo un Mesa esperanzado en que los organismos internacionales comprendan la crítica situación política, económica y social del país.

"Soy optimista, en que con esta acción económica, con este programa económico, seremos capaces de conseguir ese saldo que nos queda para cubrir la totalidad de nuestro déficit no financiado y llegar a esta meta de un déficit del 6,8%", agregó.

MINIGASOLINAZO CONSTANTE

El apoyo externo es vital para suplir, por lo menos en lo inmediato, la falta de nuevos e importantes ingresos, producto de la paulatina y lenta adecuación de los precios internos de los carburantes a la cotización internacional.

"¿Qué vamos a hacer con la gasolina, el diesel y el gas licuado? No subimos el precio, pero a partir de la fecha se permite que el precio de estos productos varíen de acuerdo a los precios internacionales del petróleo y a la variación del tipo de cambio. La variación de los precios internacionales considera un promedio de 365 días con el objetivo de minimizar su efecto sobre la población", dijo.
"La idea es (...) que liberando los precios de la gasolina, el gas licuado y el diesel; tengamos incrementos muy pequeños que pueden llegar -y esto es simplemente una mención de referencia- a un 4, 5 o 6% al año, en función de esa variación combinada de la devaluación interna y de los precios internacionales. La razón es muy simple. Hemos decidido subsidiar el gas licuado. Sabemos que el precio de nuestra gasolina está desfasada, y por lo tanto tenemos que establecer un mecanismo que -sin un trauma sobre la gente- pueda lentamente, muy lentamente, acercarlo a la realidad", aseguró esperanzado en que esta decisión sea comprendida por los sectores laborales.

La poderosa Confederación de Transportistas y la Central Obrera Boliviana (COB) habían amenazado con una huelga general y un bloqueo de caminos si el gobierno decretaba el aumento del precio de los carburantes, no respondía satisfactoriamente las exigencias sociolaborales de los trabajadores y no desmantelaba el modelo neoliberal.

NUEVOS IMPUESTOS

En e programa económico gubernamental se contempla la creación de nuevos impuestos que recaerán sobre los ciudadanos de ingresos medios que tengan un patrimonio superior a los 50 mil dólares y para todos aquellos que realicen transacciones financieras, con los que espera recaudar un total de 135 millones de dólares.

El Impuesto a las Transacciones Financieras, que se establecería una vez el Congreso apruebe la ley remitida por el Poder Ejecutivo, representará un ingreso anual de 100 millones de dólares; monto que se hubiera obtenido de haberse elevado el precio de la gasolina en 18 por ciento.

"La otra medida fundamental es el Impuesto a las Transacciones Financieras. Ese es el otro proyecto de ley que estamos poniendo en consideración del Congreso. Se grava con una tasa del tres por mil las operaciones de crédito y débito de los depósitos a la vista y cajas de ahorros en cualquier transacción financiera en el país", explicó el Presidente.
En cambio, el Impuesto al Patrimonio Neto de las Personas retribuirá 35 millones de dólares al Estado. El impuesto, que será de 1,5 por ciento, gravará el patrimonio neto de las personas superior a los 50 mil dólares, castigando en mayor proporción a los segmentos de clase media que poseen un departamento y un vehículo.

IMPUESTO PETROLERO

Otros 50 millones de dólares adicionales provendrían del nuevo Impuesto Complementario a los Hidrocarburos, por lo que las transnacionales petroleras, que están amasando verdaderas fortunas en el país, aportarían al fisco tan sólo un tercio de lo que contribuirían los sectores nacionales de clase media y altos.

"El Impuesto Complementario a los Hidrocarburos es progresivo y llega hasta un tope del 32 por ciento, que sumado al 18 por ciento de regalías, cubre un 50 por ciento de impuestos, en función del tamaño de los campos, en función del volumen de producción", explicó el Presidente.
El Impuesto Complementario a los Hidrocarburos permitirá recaudar 50
millones de dólares. Si las empresas desarrollan grandes proyectos vamos a "recaudar muchísimo más, 50 millones de dólares adicionales a los que ya estamos cobrando, estos son impuestos nuevos", insistió.

AUSTERIDAD PÚBLICA

Entre las medidas internas para recaudar más ingresos, el Presidente presentó un programa de austeridad estatal que permitirá un ahorro anual de 35 millones de dólares. Aquí se incluye la reducción del 5% del salario de las principales autoridades gubernamentales: el presidente ganará un salario de 3.420 dólares, los ministros 2.530 dólares, los viceministros 2.250 dólares y los directores generales 2.150 dólares.

Mesa también se comprometió a eliminar los sobresueldos y pluses, que estaban vigentes hasta ahora, mecanismo por el cual los ministros obtenían dolosa e irregularmente un promedio adicional de 5 mil dólares cada mes, los viceministros 4 mil dólares y los directores generales 3 mil dólares.
Los gastos reservados, que se usaban para pagar estos sobresueldos, para sobornar parlamentarios y corromper periodistas, además de otras acciones encubiertas y de seguridad interna, disminuirán en 10 millones de dólares. Desde ahora los gastos reservados alcanzarán a 7,6 millones de dólares.

MEDIDAS DE REACTIVACIÓN

Mesa destacó también en su mensaje que estaba aprobando 23 decretos y 3 proyectos de ley orientados a superar el déficit fiscal y avanzar en la reactivación productiva.

Entre estos mencionó a un decreto de licitaciones públicas favorable a los productores nacionales, el fomento a la producción y las exportaciones a través del pago diferido de impuestos para la importación de equipos y maquinaria, incentivos y apoyo financiero a la banca para que aumente sus créditos al público, la creación de una red de protección social en las regiones más pobres del país y la posibilidad de refundar la estatal petrolera de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) con las acciones que tienen en los ciudadanos en las empresas capitalizadas del sector.

YPFB Y REFERENDUM

"Nuestra propuesta es que la parte de los Fondos de Capitalización Colectiva -propiedad de las y los bolivianos- en lo que se refiere a las acciones de Chaco, Andina y Transredes que significa alrededor de 750 millones de dólares; pasen a fortalecer Yacimientos convirtiéndose en su patrimonio accionario. Se trata de hacer que la compañía tenga una gran capacidad de inversión y pueda ser una socia fortalecida en los proyectos que asuma por iniciativa propia e individual, o los que comparta con las empresas inversionistas en Bolivia".
"Como se trata de un dinero de ustedes, de las y los bolivianos, lo que yo voy hacer es poner el tema en su consideración a través del Referéndum sobre el gas y los hidrocarburos, para conocer su decisión. Les vamos a preguntar a las y los bolivianos si están de acuerdo en que esos fondos, esas acciones vinculadas a los hidrocarburos pasen a propiedad de Yacimientos y puedan ser el punto central del fortalecimiento de Yacimientos. Ésta es una pregunta que tengo que hacerles a ustedes, porque es su dinero y no del Estado boliviano", explicó.