El 41,4% de la población urbana (3,2 millones de personas) vive en la pobreza en las ciudades ecuatorianas, revela una encuesta del Instituto de Estadísticas y Censos (INEC).

El sondeo, difundido hoy por medios de prensa nacionales, refleja que cuatro de cada 10 personas sobreviven con menos de 2,7 dólares al día en las zonas urbanas, mientras 586.000 ciudadanos son indigentes.

Jofre Calderón, coordinador de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de Hogares Urbanos, resaltó que durante los cuatro años de la dolarización el nivel de pobreza apenas ha cambiado.

La miseria afectaba en 1999 al 41,9% de la población y sólo ha bajado décimas hasta 2004, mientras que el índice de indigencia, del 8,9% hace cinco años, se ha reducido al 7,6% en la actualidad, destacó.

Calderon puntualizó que en Ecuador el 20% de la población más pobre recibe apenas el 5% del ingreso nacional; en cambio el sector más rico acapara el 48% de la riqueza.

La dolarización fue aplicada en el país tras la severa crisis económica, política y social desatada a partir de 1999, cuando el sucre -la antigua moneda nacional- alcanzó niveles de depreciación de más del 300%.

En ese período, el dólar se cotizaba a unos 7.000 sucres, pero en enero del 2000 su valor subió a más de 25.000, lo cual provocó una inflación que rondó el 100%.

La entrada de la moneda estadounidense fue anunciada por el entonces presidente Jamil Mahuad, quien en enero de 2000 dijo que con esta medida se acabarían los problemas económicos en el territorio.

Tras la caída de Mahuad el 21 de enero de ese mismo año por un levantamiento popular y la llegada de Gustavo Noboa (2000-2003) al poder, se mantuvo la dolarización, y el actual gobernante, Lucio Gutiérrez, ha descartado cambiar el sistema monetario.

Para Gutiérrez, esta medida ha permitido reducir la inflación, que ronda el 2% anual, aunque reconoce que no resolverá los problemas de pobreza y desigualdad en el territorio.

Se considera indigente en Ecuador a la persona que sólo tiene ingresos máximos de 1,3 dólares al día, mientras que un pobre sobrevive con 2,7 dólares diarios.

Según estadísticas oficiales, más que la dolarización, la miseria no ha crecido de manera alarmante en el país gracias a las remesas de dinero que envían los emigrantes ecuatorianos desde el exterior.

Con ingresos anuales de 1.500 millones de dólares, las remesas se han convertido en la segunda fuente de recursos para el territorio, sólo superado por las exportaciones petroleras que, a su vez, han sido el sostén de la macroeconomía nacional.

El INEC realizará el próximo año un estudio sobre la pobreza en los sectores rurales, donde se estima que el 70% vive bajo el umbral de la miseria.