La victoria del Frente Amplio en Uruguay tiene numerosos responsables, aparte del trabajo de conjunto de todos los partidos progresistas y del empuje fundamental del pueblo uruguayo. Hay historia detrás y no hay olvido, y por eso es fundamental escuchar a los militantes históricos de la causa revolucionaria del paisito. Uno de ellos, es Julio Marenales, fundador junto con Raúl Sendic y Eleuterio Fernández Huidobro, del MLN Tupamaros, la fuerza que –como integrante del Movimiento de Participación Popular- a través del tupamaro José Mujica, está en la cima de la adhesión por parte de los votantes frenteamplistas. Marenales estuvo como varios de sus compañeros 13 años en la cárcel y al salir continuó bregando para que la organización siga creciendo desde el pie. Estas son sus opiniones en la hora del triunfo electoral.
-¿Qué cambia en Uruguay a partir del triunfo del Frente Amplio? -Creo que el cambio se debe a que hay una fuerza política que se ha ido construyendo a través de más de 30 años, que viene con ideas, no de transformar el sistema en profundidad ya que por ahora no estamos hablando de socialismo, sino de cambiar a fondo un país donde en otra época podía vivir la gente y hoy está prácticamente paralizado. Nosotros, por eso, vamos a retomar lo que fue una parte de la historia uruguaya, cuando el pueblo podía trabajar. Ahora, como todos sabemos hay gente que come de la basura y una gran mayoría está sumergida en la miseria. Ese fue un cambio profundo que operaron los que mandan para hacernos retroceder. Nosotros, en cambio, aspiramos exactamente a caminar en sentido inverso.
Siempre decimos, que aquí se juega mucho, porque no solamente el país retrocedió enormemente. Acordémonos que Uruguay en otro tiempo era considerada la "Suiza de América", donde había pobres pero no había miseria. Eso que ha afectado mucho a las clases populares, también influye en el conjunto del país, porque lo han endeudado espantosamente. El nuevo gobierno se va a encontrar con una situación tan grave, que al decir de Tabaré Vázquez: "el país quedó como si hubiera atravesado una guerra, pero sin bombas".
-¿En qué momento de su historia, los Tupamaros vislumbraron que lo que ahora ocurre tras el triunfo de Tabaré, podía ser posible? -Yo diría que el objetivo era este, pero no sabíamos cuándo podía ser. Hasta tal punto, que el proceso surge demasiado pronto, sin darnos tiempo para prepararnos mejor. Aquí, para llegar al momento actual no ha operado tanto lo que hemos hecho nosotros, izquierdistas o progresistas, sino que el principal aporte ha sido lo negativo que ha sido la gestión de los gobiernos anteriores. Esto hay que decirlo muy claramente. Porque si bien nosotros estamos gobernando como Frente Amplio en el municipio de Montevideo desde hace tres períodos, y la gestión ha sido bastante buena, tampoco fue tan espectacular como para decir que la gente se convenció para votarnos por esa gestión. No, aquí lo más importante es el desastre que nos han dejado. - ¿Cuánto del ideario o los principios de los Tupamaros han tenido que postergar para llegar a esta alianza que componen el Frente, el Encuentro Progresista y Nueva Mayoría?
- Nosotros no hemos postergado absolutamente nada, ya que nuestra definición inicial fue de "lucha prolongada" y ahora estamos en lo mismo, en un proceso de acumulación. Esto no es solamente un fenómeno nuestro: las fuerzas que luchan por un cambio profundo, es decir la construcción de una sociedad donde el centro de la actividad humana no sea la ganancia sino el ser humano, están todas en un período similar. Repito, nosotros no hemos dejado nada de lado, simplemente estamos en una coyuntura histórica diferente. Militamos en un conjunto mayor, juntos pero no entreverados, y si bien decimos que contra el enemigo común hay que unir todo lo que se avenga a unirse, también decimos: en este conjunto humano hay muchas contradicciones. Pero la principal es sacar a este gobierno neoliberal que nos ha hundido a todos, y después vendrán las otras. Nosotros estamos dentro de una fuerza, el Frente Amplio, en la cual tenemos diferencias muy grades con otros movimientos, pero hay que reconocer que no solamente nosotros sino todos hemos sabido priorizar lo que nos une, no lo que nos divide. Entonces, hasta dónde podamos marchar en un sendero común, es imposible saberlo; nosotros vamos a hacer el esfuerzo para que ese conjunto pueda seguir caminando en sentido positivo. El tiempo dirá si lo logramos o no. - El senador y militante tupamaro "Pepe" Mujica es hoy, junto con Tabaré Vázquez, una de las figuras más carismáticas de la política uruguaya. No sólo ha entusiasmado a los históricos seguidores del Frente, sino que también ha acercado a los más jóvenes. ¿Cuál es la clave del discurso de "Pepe" que ha llegado más a la gente?
- Lo más claro del "Pepe" es su autenticidad. La gente lo ve como uno de ellos, y no como esos políticos habituales, que son impostados. Lo veía bajar de su motoneta –ahora no la tiene más, porque se lo prohibimos- cuando iba al Parlamento. No se viste para ejercer de senador , ni tampoco se disfraza de obrero, anda con la ropa que usa en la "chacra" (granja) para trabajar, muchas veces llena de barro, porque el camino de acceso a la misma por supuesto no está pavimentado. Mujica es tal cual es, un hombre que anda sin auto, conversando con todo el mundo, tratando temas difíciles con un sentido didáctico profundo. Una persona con gran capacidad de transmisión.Siempre el "Pepe" fue así, la gente lo ve como alguien que tuvo la trayectoria que tuvo, que nunca se arrepintió de pertenecer a nuestro movimiento y de hacer lo que hicimos en otras épocas. Eso es lo que valoran quienes le siguen. Tiene además un discurso de alto contenido emocional. Es bastante filósofo. Lo que ocurre es que recién ahora la gente lo descubre, porque ha empezado a tener más cobertura por los medios de comunicación, pero para nosotros es el mismo de siempre, el de la lucha, el de los años de cárcel, el de la reconstrucción del Movimiento. - ¿Qué significa para usted, en estos días de triunfo, recordar el nombre de Raúl Sendic?
- Tener el recuerdo de un compañero, que a pesar de ser el fundador de un Movimiento que hizo política con armas, tuvo una gran visión de futuro. Cuando salió de la cárcel fue uno de los que planteó la construcción de lo que denominamos el "Frente Grande". Es decir, la coalición de una fuerza que tuviera suficiente poder como para llevar adelante determinados objetivos muy concretos, y no muchos tampoco. Esto que vemos ahora, esta coalición que llega al gobierno es parte de ese pensamiento del "Bebe" Sendic. - Indudablemente, Uruguay se incorpora con fuerza a esta ola rebelde de América Latina, encabezada por Fidel y Chávez. ¿Va a alcanzar esta alianza de países y movimientos para hacer frente a un imperialismo tan voraz como el de EEUU?
- No, no lo creo. Primero, porque a pesar de que es una corriente progresista, no es lo mismo el fenómeno de esta fuerza política de Uruguay o lo de Venezuela, que lo que pasa en Argentina con Kirchner o en Brasil con Lula. Hay matices y diferencias fuertes.
Lo otro a tener en cuenta es l o siguiente: poder enfrentar tal poderío significa no solamente juntar determinadas cabezas que piensen algo, sino que el pueblo esté detrás. Y todavía eso no se da como quisiéramos, hay que trabajar mucho más. Quizás el lugar donde esto se ha logrado es en Venezuela. A mí hay mucha gente que me ha dicho sobre Chávez: pero ¿ese hombre no es un demagogo?. Y les contesto: no lo sé, pero si es demagogo perdió como en la guerra, porque la gente se lo tomó en serio.
El otro proceso que parece caminar en ese sentido es el nuestro. Aquí estos días ha habido una auténtica pueblada. - ¿Marenales sigue soñando con el socialismo?
- Claro que si. Nunca quise verlo, nunca fui cortoplacista, pero la humanidad no tiene otra salida. Si eso no se diera, y siguen estos, los de siempre, va a haber millones de muertos de hambre por un lado y pequeños grupos de países superprivilegiados, pero tampoco va a funcionar. El capitalismo tiene su dinámica, el desarrollo científico está permitiendo una capacidad de producción que nunca la humanidad pudo soñar, y entonces, ¿quién va a consumir eso si todos somos miserables? No soy catastrofista, para decir que mañana el capitalismo se va a hundir, pero a la larga no tiene perspectivas. La humanidad va al socialismo o de lo contrario se hunde.