El martes el precio del petróleo en el mercado de Nueva York alcanzó los 50,47
dólares. En Singapur se vendía a 50,18 dólares. Esto tuvo un efecto inmediato en
los mercados asiáticos que vieron como las acciones caían abruptamente,
especialmente las de empresas aéreas y automovilísticas. El yen y el dólar
cayeron. La OPEC, la organización que reúne a la mayor parte de los países
productores de petróleo del mundo, decidió aumentar la producción a un millón de
barriles diarios, era un intento de bajar el precio hasta unos niveles más
"razonables".
Sin embargo, el presidente de la OPEC, Purnomo Yusgiantoro, se ha visto obligado
a admitir que la "OPEC no puede hacer nada para bajar el precio del crudo" y
además añadió que "el elevado precio del petróleo podría provocar una recesión".
Incluso los cálculos más optimistas indican que si finalmente el precio del
petróleo se mantiene durante un tiempo importante por encima de los 40 dólares,
esto podría reducir en más de medio punto el crecimiento económico de los países
capitalistas desarrollados. Teniendo en cuenta la lenta tasa de desarrollo de la
economía en algunos de los países desarrollados, especialmente en la "zona
euro", esto podría tener serias consecuencias para el conjunto de la economía
mundial.
A principios de este año el crudo se vendía en Nueva York a 34 dólares e incluso
este nivel era considerado alto. Se han unido varios factores que han provocado
este aumento del precio del petróleo. En Iraq la producción de petróleo no va
como se preveía. Lejos de resolver los problemas de suministro de petróleo, Iraq
ha añadido más problemas y esta es la ironía a la que se enfrentan los
capitalistas. En Rusia tenemos la crisis de la petrolera Yukos. Los últimos
huracanes del Caribe han hecho que dejen de funcionar las refinerías. China está
absorbiendo unas enormes cantidades petróleo porque su economía continúa
experimentando un boom. Todos estos son factores que contribuyen a la crisis
actual. Pero los dos principales factores del callejón sin salida son la
situación en Iraq y la crisis que se está desarrollando en Nigeria. Los
huracanes pasarán. La industria petrolera rusa continuará extrayendo petróleo.
En realidad Rusia ha incrementado la producción para contrarrestar la escasez de
otras partes del mundo. Y la crisis de Iraq no tiene solución a la vista, en
realidad va a peor.
Pero lo que ha empujado el precio del petróleo en algunos mercados por encima de
la barrera de los 50 dólares han sido los últimos acontecimientos en Nigeria.
Este país es uno de los principales productores de petróleo, ocupa el quinto o
sexto puesto en el mundo. África cada vez es más importante, especialmente para
EEUU. ¡En los próximos años se espera que África proporcione a EEUU el 25% del
petróleo necesario para cubrir sus necesidades! Ya Nigeria le proporciona 2,3
millones de barriles al día. Aunque todos los ojos están puestos en Iraq y
Oriente Medio, lo que está ocurriendo en Nigeria es cada vez más importante para
los estrategas del capitalismo.
Un nuevo grupo armado que se autodenomina Fuerza de Voluntarios del Pueblo
del Delta del Níger ha declarado recientemente "una guerra total contra el
estado nigeriano". Es un grupo armado de ijaws, que son uno de los grupos
tribales que habitan la región del Delta del Níger. Los rebeldes han dirigido su
furia contra las empresas petroleras extranjeras que funcionan en la región.
Acusan a empresas como Shell y Agip de "colaborar con el estado nigeriano en
actos de genocidio contra nuestro pueblo".
Exigen a las empresas acusadas que abandonen todas las operaciones y han
advertido a todos los extranjeros que abandonen la zona el 1 de octubre. El
líder de la Fuerza de Voluntarios, Mujahid Dokubo Asari, ha dicho que su lucha
continuará hasta que consigan "la autodeterminación para el pueblo ijaw".
El régimen nigeriano les acusa de terroristas y desde hace un tiempo está
realizando una guerra contra ellos, han enviado tanques, helicópteros y miles de
soldados. La zona es muy importante para el régimen nigeriano y oprime al pueblo
Ijaw para garantizar que sus amos imperialistas puedan sacar el petróleo de la
región. El problema para los medios de comunicación occidentales es que los ijaw
son cristianos, por lo tanto aquí no pueden hablar de "terrorismo islámico" o de
al Qaeda. En realidad muchos de los funcionarios del estado nigeriano, que se
cuentan por millones y que oprimen a este pueblo, son musulmanes. Quizá por eso
el sufrimiento de los ijaw no aparece en las pantallas occidentales de
televisión.
Lo irónico de la región del Delta del Níger es que mientras literalmente mana
petróleo, es una de las zonas más pobres de Nigeria. Pero además Nigeria es uno
de los países más pobres del mundo. Port Harcourt, la capital del Estado del
Delta, es una masa enorme de chabolas donde las personas todavía utilizan velas
para alumbrarse. El desempleo alcanza unos niveles astronómicos. El
descubrimiento de petróleo en esta región no ha acarreado ningún beneficio para
la población local. Todo lo contrario, ha empeorado sus condiciones de vida. Los
ríos están contaminados. El pescado de los ríos locales es una de las
principales fuentes de alimentación de la población y ahora ha desaparecido. La
tierra agrícola también está contaminada y ya no se puede utilizar para cultivar
comida.
La vida de la población en el Estado del Delta es desesperada. Pero a los
privilegiados sólo les preocupa una cosa: mantener el control militar de la zona
a toda costa. Han aterrorizado a la población local, han perpetrado masacres
terribles en las que han muerto miles de personas.
En Nigeria se descubrió petróleo en 1956, desde entonces ha conseguido
aproximadamente 400.000 millones de dólares. Esto no ha solucionado los
problemas del país ni tampoco los del conjunto del África sub-sahariana. El
pueblo nigeriano podría estar fácilmente entre los más ricos del mundo. En su
lugar el dinero se lo llevan funcionarios avariciosos mientras que la población
no ve ni un céntimo.
Mientras tanto, las empresas petroleras extranjeras, las que realmente se han
beneficiado, han continuado apoyando a la elite nigeriana, la llamada "clase
dominante" nigeriana. Ésta en cuarenta y cuatro años de independencia ha sido
totalmente incapaz de desarrollar Nigeria. No ha jugado ningún papel
progresista. Es simplemente una herramienta en manos de los imperialistas. Su
tarea es someter a las masas nigerianas y permitir que la riqueza salga del país
hacia las manos de los imperialistas. A cambio se lleva su parte del botín.
Esa es la condición terrible de las masas del Estado del Delta y que las ha
llevado en los últimos años a lanzar ataques contra las empresas petroleras,
contra sus oleoductos, técnicos y directores. Los jóvenes organizaron grupos de
resistencia para luchar. Parte de sus acciones son los secuestros de los
trabajadores de estas empresas. La respuesta del régimen ha sido un absoluto
desprecio. En cada secuestro su respuesta ha sido enviar a las tropas para que
asesinaran a cientos de personas.
Las petroleras ahora claman su inocencia, pero es de conocimiento común que
estas empresas con frecuencia financian milicias privadas para que hagan el
trabajo sucio. También se han dedicado a enfrentar entre sí a los distintos
grupos étnicos para provocar rebeliones. Aunque desde fuera nos pueda parecer
inexplicable un conflicto étnico, la realidad es que tiene una lógica. Los
medios de comunicación occidentales piensan que todo esto es un reflejo de la
sociedad incivilizada, atrasada y tribal del África negra. ¡Nada más alejado de
la realidad!
Parece que la chispa que inició el último conflicto fue el asesinato de cientos
de personas acusadas de apoyar a los rebeldes, y estos acusaron a algunas de las
empresas petroleras extranjeras de estar detrás de los asesinatos. Parece que
encargaron a algunos de sus amigos locales que hicieran el trabajo sucio por
ellas. No sería la primera vez que ocurren este tipo de cosas.
Las actuales amenazas han obligado a Shell a cerrar una de sus plantas. La
semana pasado redujo la producción en un millón de barriles y evacuó a 235
trabajadores. Otras empresas petroleras siguen de cerca los acontecimientos y se
preparan para hacer lo mismo que Shell si es necesario. En realidad, lo que está
ocurriendo es que el ejército nigeriano ha intensificado sus operaciones y las
petroleras han fortalecido sus milicias privadas para garantizar en la medida de
lo posible la producción.
El problema de estos rebeldes es que no pueden competir con el ejército
nigeriano, tienen muy pocas armas. En el mejor de los casos pueden ser vistos
como un problema local molesto. Continuarán destruyendo, quemando sus aldeas,
bombardeando y ahogándoles en sangre. El petróleo es demasiado importante para
los imperialistas occidentales "civilizados" como para preocuparse por los
métodos utilizados por el ejército nigeriano y las milicias privadas
pro-gubernamentales. El petróleo nigeriano está mezclado literalmente con la
sangre de los pobres.
Lo que está ocurriendo en la región del Delta del Níger es el resultado de la
desesperación de personas muy pobres que no ven una salida. Pero su destino está
estrechamente unido al de los otros pueblos que forman la Federación Nigeriana.
Nigeria es un país con 120 millones de personas, con más de 120 lenguas y
muchos, muchos grupos étnicos, algunos grandes como los yorubas, hausas e igbos,
y otros pequeños como los ijaws. Sus enemigos son el régimen actual de Obasanjo,
la clase dominante nigeriana y sus socios imperialistas.
Lo que hace falta es la lucha común de todos los trabajadores, campesinos y
pobres nigerianos contra el enemigo común. Al mismo tiempo que se rebelan los
ijwas hay toda una oleada de luchas en el resto del país. Hay huelgas de
profesores, trabajadores de aerolíneas, sanidad y se está desarrollando un
enorme sentimiento de rabia entre los trabajadores nigerianos. Los estudiantes
están participando en luchas contra la política del gobierno, contra las subidas
draconianas de las tasas. Y, lo más importante, en los últimos años hay habido
varios huelgas generales.
La situación en la región del Delta es sólo la expresión extrema de la situación
general a la que se enfrentan los trabajadores nigerianos. La tarea es unir a
los distintos sectores implicados en la lucha y convertirlo en un movimiento de
masas contra el gobierno. Esa es la tarea de la dirección de movimiento obrero
nigeriano.
Si el movimiento obrero no se pone a la cabeza del país, la situación podría ser
desastrosa. Los marxistas en Nigeria intentan dar a los trabajadores y jóvenes
una perspectiva alternativa. Si los trabajadores movilizan todas sus fuerzas y
se aglutinan tras de sí a los pobres y oprimidos, el régimen no duraría más de
un día. Si los trabajadores de Nigeria toman el poder se podrían resolver todos
sus problemas porque la riqueza existe. También sería una señal para el resto de
los trabajadores africanos.