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EL JEFE DEL COMANDO SUR FORMULA DECLARACIONES EN QUITO AL TERMINO DE SU MISION
La guerra en Colombia no tiene salida militar dice el general james hill y reconoce la presencia de sus soldados en
ecuadorAltercom
"Nunca habrá solución militar al problema interno colombiano. Eso requerirá una reforma política sostenida ". "Aquí (en Quito) tenemos un grupo de militares que trabaja fuera de la Embajada ". "Los militares ecuatorianos tienen una gran cooperación e intercambio con los militares colombianos ". "EEUU ha tenido, cada vez, mejores relaciones en los campos del comercio, de la economía la política y el militar. Mi papel fue asegurarme de que en el campo militar esa relación continúe ".
James Hill, general, jefe del Comando Sur del ejército estadounidense que se
encarga de las operaciones en Centro y Sudamérica, luce en su brazo izquierdo la
insignia de "Ranger " que corona el sello del comando que se apresta a dejar en
el mes de noviembre, mientras declara para el Diario "El Comercio ", el más
importante de la capital ecuatoriana, ante la atenta mirada de la embajadora
Kristye Kenney .
La entrevista publicada a seis columnas en el periódico fue realizada en la Base
Aérea de Quito minutos antes de que partiera para su país de origen y luego de
realizar una visita a destacamentos fronterizos (según informara el corresponsal
del mismo Diario en la Amazonía norte), a las autoridades militares y al
presidente Gutiérrez, con el fin, según se indicó, de despedirse de todos ellos,
antes de entregar el mando al general Bantz Craddock en la Superioridad ubicada
en el sureño estado de La Florida, residencia también de terroristas de origen
cubano y venezolano, además de los prófugos banqueros ecuatorianos.
Esta, al parecer, será la última de sus seis visitas en los diez meses del 2004.
El general Hill nunca ha escatimado palabras para endurecer el ambiente
ecuatoriano con declaraciones descarnadas y ausentes de toda mesura. Como si la
frialdad y el aplomo de la estrategia comunicativa del "ranger " acercaran a los
habitantes de este pequeño país a la triste realidad de asumir la pérdida
definitiva de "dignidad y soberanía ". Todo a sabiendas que se ha posicionado el
tema para una discusión ciudadana que terminará esterilizada por los pragmáticos
de la política oficiosa y oficial.
"Ecuador es un país importante en una región importante " dice Hill y no está
refiriéndose a la productividad y al comercio necesarios para el advenimiento de
un tratado de libre comercio con su país de origen, ni a los recursos turísticos
y culturales de Ecuador y sus vecinos, si no a la aplicabilidad del denominado
Plan Colombia que según sus propias palabras involucra a los países fronterizos.
A todas luces el South Comand es un generador de relaciones entre los militares
de los dos países (Ecuador y Colombia) y también de la próxima reunión de
ministros de Defensa que se reunirán en Quito en noviembre. "La cooperación
regional es muy importante y yo he jugado una parte pequeña en asegurar que la
democracia continúe " -dice el general, sin especificar donde ésta estuvo
amenazada y por qué liga la reunión ministerial al tema de la estabilidad
democrática.
En el marco de las relaciones, Hill reconoció que existió "la matriz de
seguridad para la frontera " con Colombia, un documento sacado a luz por "El
Comercio " el 17 de febrero. Según las fuentes del Diario, en ese entonces el
jefe militar de EU expuso ante sus colegas ecuatorianos el alcance de una
estrategia global de seguridad y control en la frontera norte y su contenido,
para después entregarles por escrito la propuesta a la que se anexó la
denominada "matriz " y en la que constaban las tareas asignadas a las Fuerzas
Armadas de Ecuador para el cumplimiento del Plan.
Entre las tareas citadas estaban "la construcción de batallones e
infraestructura en la Amazonía; el mejoramiento de la capacidad de fuerza; la
provisión de armas y equipos para operaciones especiales; la ejecución de
programas de entrenamiento, operaciones de inteligencia, así como la instalación
de facilidades aéreas y marítimas en Galápagos ". Por supuesto, siguiendo la
"sana " costumbre gubernamental, el ministro de Defensa del gobierno gutierrista
negó entonces la existencia de la "matriz " que hoy Hill acepta y admite. Lo
preocupante de esto no son las "relaciones " interarmas de las fuerzas de los
dos o los tres países envueltos, tanto como el creciente involucramiento de un
país pequeño, inerme, pobre, desgastado, en un conflicto de grueso calibre como
el colombiano, por "sugerencias " de la más poderosa potencia del sistema solar.
Se suma a la alarmante situación ecuatoriana la confesión de que "tenemos un
grupo de militares que trabaja fuera de la Embajada ". A saber, oficialmente,
nunca se informó al respecto. Lo único que sabían los ecuatorianos, por público
y notorio, es que la embajadora Kenney si trabaja incansablemente fuera de su
Embajada, en el Palacio de Gobierno y en las instalaciones militares de la
frontera norte. Ahora las autoridades criollas tienen la palabra, no para negar
lo afirmado por Hill, como es su costumbre, si no para precisar el número y los
sitios de los "visitantes ".
Para terminar Hill concluye sobre la situación colombiana en el sentido de que
el espacio para una salida militar a la crisis está negado. Contrastante
declaración con la del presidente Uribe Vélez hace pocos días en la que afirmaba
que cumpliría el denominado Plan Colombia hasta sus últimas consecuencias.
¿Acaso la visión del general que se retira está sugiriendo la cordura? ¿Tal vez
James Hill pronostica el final de la intervención militar en la Colombia
desangrada? ¿Puede Hill dejarnos un gran mensaje, de sabiduría, entre líneas?
¿Si otros, como Uribe o los halcones de la Casa Blanca, insisten en la salida
militar, no será que el general de cuatro estrellas les está presupuestando un
horizonte adverso, inviable, parecido al de Vietnam o al de Irak?
Interrogantes de la partida de un general norteamericano, con mucha información
y formación.