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Cumbre Extraordinaria de las Américas en Monterrey

''No tememos a nada'', dice el presidente Chavez.

Rosa Elvira Vargas y Blanche Petrich Enviadas.

Monterrey, NL, 12 de enero. Desde hace días una andanada de declaraciones de altos funcionarios estadunidenses anunciaban que el presidente de Venezuela Hugo Chavez sería el punching bag de la delegación de ese país en esta cumbre de Monterrey. Por ello, quizá, desde que el mandatario venezolano bajó del avión procedente de Caracas, con cuatro horas de demora, empezó con provocativas declaraciones a la prensa, con el viejo método de que la mejor defensa es el ataque.
Repitió su vieja frase de que mientras los presidentes van de cumbre en cumbre, los pueblos van de abismo en abismo, y se plantó: "no tememos nada; nosotros no tenemos miedo a nada''.
Con esa misma actitud, el presidente venezolano hacía frente a quienes insisten en acusarlo de financiar movimientos rebeldes en otros países.
Dijo: la culpa de la reciente caída de varios presidentes, como en Ecuador, Argentina y Bolivia, "es del neoliberalismo; la política económica impuesta desde Washington, que ha generado más pobreza, miseria y exclusión social''.
Tampoco renunció a confirmar su respaldo a la idea de que Bolivia debe tener una salida al mar, y reiteró aquello de que sueña con bañarse algún día en una playa boliviana. Y si a cambio de expresar tal apoyo, el gobierno de Chile mandó llamar a su embajador en Caracas, "pues yo también mandé a buscar al mío, bueno, en reciprocidad'', ironizó.
Aquí mismo, más tarde, el presidente chileno, Ricardo Lagos, recordaba en declaraciones que existe una agenda más amplia entre los gobiernos de La Paz y Santiago.
Apenas puso pie en Monterrey para participar en la Cumbre Extraordinaria de las Américas, Hugo Chávez se sumergió en una vorágine de actividades, encuentros y declaraciones. Decidió y alteró su agenda; también se hizo esperar para algunas citas y se apareció en otros lugares donde nadie lo esperaba.
Su decisión de entrevistarse con Cuauhtémoc Cárdenas antes que con Vicente Fox lastimó la susceptibilidad del gobierno mexicano, pero Chávez no acusó recibo y aclaró que, en todo caso, su amistad con el perredista es más antigua. Se dijo que la bilateral con el mandatario mexicano se había pedido, con antelación, para el martes.
Cárdenas habló luego de la reunión y declaró que la subordinación a Estados Unidos ha sido la pauta que ha impuesto este gobierno desde que llegó al poder. "Fox apoya a Estados Unidos incondicionalmente en todos los temas, buenos o malos para México." Después de su arribo y casi sin detenerse, Chávez llegó al hotel Ancira para reunirse con su similar de Jamaica. Pero en ese momento, un centenar de periodistas lo aguardaba en un recinto universitario, donde desde la víspera se anunció que dictaría una conferencia.
Pero al mismo tiempo lo esperaba Cárdenas en otro hotel, mientras algunas versiones ya lo hacían en otro lado, en reunión bilateral con el presidente Fox.
Chávez sabía, pues los mismos periodistas le pedían reacciones, que en esos momentos George W. Bush se ufanaba de decir que su país trabaja con México para lograr que se realice un referéndum revocatorio en Venezuela.
"Eso lo dice por ignorancia de lo que es la Constitución venezolana. Le voy a mandar unos ejemplares", trató de ironizar cuando se le relató el tono de Bush respecto a Venezuela en su conferencia de prensa. Sin embargo, su gesto se descompuso.
-¿Será una fuerte declaración contra usted, presidente, el as bajo la manga que trae Bush a Monterrey? -se le planteó.
-Vamos a ver, vamos a ver -respondió, y se perdió en los pasillos del hotel donde se hospeda su homólogo brasileño, Lula da Silva. Con él almorzó minutos después y recibió un fraternal abrazo.
A ésa y a otras referencias recientes de la Casa Blanca, Chávez respondía: "hemos tenido bastantes fricciones con Estados Unidos, sobre todo por las declaraciones muchas veces contradictorias que dan; pareciera que allí hay varias corrientes de opinión, que ellos se responden unos a otros''. Y por eso invitaba a Condoleezza Rice a leer primero la Constitución de Venezuela antes de hacer declaraciones Así fue el primer día de Hugo Chávez en Monterrey, y así estará también el martes. Porque él sigue su propia máxima de aprovechar los viajes para otras cosas, ya que "a la cumbre llegamos hoy, nos saludamos, hacemos unos discursos, firmamos una declaración -si es que la firmamos-, nos tomamos la foto, sonreímos y nos vamos, ¡ja, ja, ja!, una comida, un saludo... un encuentro social''.