Econoticiasbolivia.com (La Paz, enero 14, 2004).- La Embajada de Estados Unidos en La Paz advirtió que continúan vigentes los factores que desencadenaron los sangrientos sucesos de octubre pasado y que culminaron con la caída del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, respaldado hasta el último momento por Washington.
En un informe actualizado a la primera quincena de enero del 2004, la legación diplomática señala que "mientras las protestas y demostraciones han menguado, muchas de las causas sociales, políticas y económicas (de los sucesos de octubre) permanecen".
La Embajada recuerda que "en febrero y octubre del 2003, aproximadamente cien personas murieron durante demostraciones violentas y protestas en el centro de la ciudad de La Paz y la cercana ciudad de El Alto. Estas demostraciones también afectaron a Cochabamba y a otros pueblos en el Altiplano".
Según esta evaluación, a la que tuvo acceso la agencia Econoticias, en algunas regiones del país se vive un "clima de violencia e inquietud civil, asociada principalmente a las actividades de lucha anti-narcóticos en la región de Chapare entre Santa Cruz y Cochabamba, y en los Yungas en la región nordeste de La Paz".
El informe previene a los residentes y ciudadanos estadounidenses que visitan Bolivia también sobre la posibilidad de que se realicen manifestaciones y marchas de protesta contra el gobierno o las empresas privadas. "Las huelgas y otras acciones pueden ocurrir en cualquier momento y pueden interrumpir el transporte a nivel local o nacional", agrega al convocar a los norteamericanos para que se pongan en contacto con el Consulado si es que pretenden viajar hacia el Chapare o a Sorata en La Paz, escenarios de pasados enfrentamientos y conflictos.
INQUIETUD GENERALIZADA
En la percepción de la Embajada, "la inquietud civil se ha vuelto más generalizada en los últimos años y se ha extendido a las áreas urbanas y rurales. Los manifestantes bloquean caminos con piedras, árboles y otros objetos, y reaccionan violentamente cuando los viajeros intentan atravesar o pasar barricadas. Los ciudadanos americanos deben evitar barricadas y demostraciones en todo momento".
Asimismo advierte a "los ciudadanos americanos, que están considerando visitar Bolivia, que deben estar informados sobre las condiciones actuales y estar atentos a las noticias locales antes de considerar viajar por tierra dentro del país".
APOYO DE BUSH
La inquietud estadounidense sobre la situación en Bolivia es un rasgo común en toda la administración del presidente George Bush y se ha intensificado en la última semana ante la inminencia de duras medidas económicas. El propio Bush anunció este lunes su respaldo político y financiero al gobierno del presidente Carlos Mesa.
"Continuaremos nuestros esfuerzos para apoyar la democracia en la región (...) Y como parte de nuestro esfuerzo para proteger las instituciones de la democracia en Bolivia, codirigiremos (con el presidente de México, Vicente Fox) la reunión inicial del grupo de apoyo a Bolivia en Washington", dijo durante la Cumbre de las Américas en Monterrey.
En esta reunión, Bolivia aspira lograr un apoyo financiero por más de 105 millones de dólares que le permitirán cubrir parte del déficit en sus quebrantadas finanzas y también atenuar en algo el impacto de las medidas económicas que se aplicarán sobre las empresas y el pueblo a fines de enero.
MEDIDAS ANTIPOPULARES
Muchos, en La Paz, temen que entre estas medidas se incluyan mayores cargas tributarias sobre los asalariados, la suspensión de la subvención al gas licuado y el alza del precio de los principales carburantes, lo que elevaría significativamente el costo de la canasta familiar, reduciría los escasos ingresos de los sectores populares y exacerbaría al extremo la lucha política y social contra el gobierno de Mesa.
Este temor es compartido. En varias oportunidades, Washington había expresado su preocupación por la evolución de la situación política y social en Bolivia tras la salida del poder del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, al que respaldaron hasta el final al considerarlo como uno de los principales puntales de la cooperación con Estados Unidos en el cono sur americano.
Ahora, con Mesa en el gobierno, la administración Bush le ha expresado su apoyo y su demanda para mantener la gobernabilidad y la estabilidad social y económica que, por todo lo conocido, será puesta a prueba otra vez al promediar el primer trimestre del año, tal como ya advirtió el Banco Mundial, temeroso de una nueva eclosión social en el país más pobre del sur de América.