Internacional
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La lobotomía de Bush fue un éxito
¿Invadir Irak?: es perder la cabeza
Terry Jones
La Jornada
Todos están de acuerdo en que la lobotomía al presidente George Bush fue un
rotundo éxito. El vicepresidente Dick Cheney declaró que desde su punto de vista
había sido enteramente satisfactoria. "Sin la lobotomía", dijo el señor Cheney a
la Academia Americana de Neurología, "habría resultado difícil persuadir al
presidente de iniciar guerras por todo el mundo sin un buen pretexto. Pero el
remover esas partes del cerebro asociadas a la comprensión de las consecuencias
de los actos propios ha facultado al presidente para funcionar por completo y
sin vacilaciones. Incluso cuando es obvio que el desastre se encuentra a la
vuelta de la esquina, como ahora sucede en Irak, el Ejecutivo máximo es capaz de
aparecer en tv y anunciar que todo marcha sobre ruedas y que no se propone
cambiar unas tácticas que ya han resultado desastrosas."
El señor Cheney añadió: "Quisiera hacer un reconocimiento a los cirujanos,
enfermeras y a todos los involucrados en la operación." En forma similar, Donald
Rumsfeld (Secretario de la Defensa) contempla la cirugía como un éxito sin
precedentes. Así lo señaló este mes en el Diario de la Asociación Médica
Americana: "Laleucotomía prefrontal al presidente ha extraído todos los reflejos
naturales resistentes a las ganancias bélicas. Que el presidente sea capaz de
seguir adelante como si lo asistiera una razón moral, sin importar cuán
estrechas sean las conexiones entre los que instigaban a hacer la guerra y las
compañías que se benefician con ella, es un tributo al equipo médico que llevó a
cabo esta delicada operación."
Paul Wolfowitz, subsecretario de Defensa, también está encantado con los efectos
benéficos de la intervención médica al presidente. "Sólo imagine usted cómo
habría respondido el presidente a los desquiciados esquemas de Ariel Sharon si
no hubiéramos tenido la previsión de quitar las conexiones nerviosas normalmente
asociadas con la percepción y la comprensión," dijo el señor Wolfowitz en una
reunión de la Asociación de Neurocirujanos Musulmanes por un Israel sólo-
para-judíos. "Ahora el presidente es capaz de tratar al responsable de las
masacres de Sabra y Chatila como a un ser humano decente, cuyos consejos para
abordar los problemas de Israel no sólo vale la pena escuchar sino también
seguir."
Con todas estas alabanzas a la lobotomía del presidente de Estados Unidos no es
de sorprender que Tony Blair haya decidido seguir en el turno y someterse a una
neurocirugía similar.
Gracias a la inhibición de terminalespresinápticas específicas, el señor Blair
parece ahora sentirse totalmente sosegado al dar su apoyo a la masacre
estadunidense en Fallujah y a las acciones de los francotiradores, que en esa
ciudad se han visto muy activos tiroteando a mujeres, niños y conductores de
ambulancias, en venganza por el asesinato de cuatro mercenarios.
También se cree que la intervención en el área motora del lenguaje en el córtex
permite que el señor Blair pueda ahora describir a los iraquíes, que
respondieron negativamente a la voladura de sus casas, como "fanáticos,
extremistas y terroristas".
Una ablación similar en su nervio óptico significa que el señor Blair ahora es
capaz de ver los planes israelíes para conservar los asentamientos judíos en
Cisjordania como un gran paso adelante en el proceso de paz para Medio Oriente.
Sin embargo, lo que ha sido una verdadera sorpresa es la reciente revelación de
que la cirugía en el cerebro del señor Blair podría ser incluso anterior a la
del presidente Bush, pues es difícil entender que sin la remoción de grandes
porciones de su cerebelo el primer ministro inglés hubiera rechazado la oferta
sin condiciones del señor Bush de no intervenir en el combate en Irak.
De esta forma, a los comentaristas políticos les resulta imposible decir si el
pionero en el uso de las lobotomías ejecutivas en la guerra contra el terrorismo
fue el señor Bush o el señor Blair.
The Guardian (Traducción de Rubén Moheno)
Terry Jones es escritor, director de cine y actor de la agrupación artística
inglesa Monty Python