EEUU cuenta en Irak con 10.000 mercenarios, muchos acusados de violaciones de DDHH en Sudáfrica, Chile o Ulster
Europa Press
Estados Unidos cuenta en Irak con alrededor de 10.000 mercenarios, muchos de ellos vinculados con abusos de Derechos Humanos en Sudáfrica, Chile e Irlanda del Norte, según informaron los especialistas en asuntos estadounidenses del diario mexicano 'La Jornada'. Asimismo, el Pentágono ha reactivado la unidad Tiger Force, empleada durante la guerra de Vietnam para asesinar a guerrilleros y sus simpatizantes civiles, con la misión de vigilar el oleoducto de Kirkuk.
Según Jim Cason y David Brooks, el contingente internacional más numeroso de la coalición en Irak después de los estadounidenses no procede de Reino Unido o España, sino de los contratistas militares privados que en estos momentos constituyen uno de cada 10 soldados destinados en el país mesopotámico.
La semana pasada, cuatro de estos contratistas militares privados, antiguos soldados de fuerzas especiales estadounidenses que trabajaban para la Blackwater Security Consulting Company, murieron en un ataque y los cuerpos de dos de ellos colgados desde un puente cerca de Faluya (oeste).
Según el diario, Blackwater no ha logrado contratar a suficientes estadounidenses -en su mayoría soldados retirados- para todos los puestos que tiene en Irak, y ha empezado a contratar a antiguos militares chilenos de la época del dictador Augusto Pinochet. El periódico británico 'The Guardian' informó el pasado mes de febrero de que la empresa había enviado a Irak un primer contingente formado por unos 60 comandos chilenos, con salarios que llegaban hasta mil dólares por día. Un portavoz de Blackwater declaró a 'The Guardian' que "los comandos chilenos son muy, muy, profesionales".
Asimismo, el diario sudafricano 'The Nation' informó recientemente de la contratación de la empresa sudafricana Erinys para proteger los oleoductos iraquíes. No se sabía mucho de esta compañía hasta el pasado mes de enero, cuando murió un empleado de Erinys y otros resultaron heridos en Irak. Los medios de comunicación sudafricanos descubrieron que Francois Strydom, el soldado privado de Erinys que murió en Irak, fue integrante del conocido grupo contrainsurgente Koevoet, implicado en numerosos asesinatos políticos en Namibia en los años ochenta.
Uno de los sudafricanos heridos en Irak fue Deon Gouws, antiguo miembro de la policía secreta de Sudáfrica en la época del 'apartheid', quien durante las audiencias de la Comisión de la Verdad en los años 90 confesó que había participado en un atentado contra un opositor político e incendiado los hogares de entre 40 y 60 activistas contra el régimen de segregación racial.
Según el diario 'Washington Post', se calcula que hay alrededor de 10.000 soldados privados en Irak. Uno de ellos es Derek William Adgey, un marine real británico retirado, contratado por la empresa inglesa Armor Group para trabajar en el país árabe. La organización de investigaciones empresariales CorpWatch informó el pasado mes de marzo de que, antes de viajar a Irak, Adgey estuvo en la cárcel durante cuatro años por su trabajo con los paramilitares Ulster Freedom Fighters, en Irlanda del Norte.
UNIDADES DE VIETNAM
Las organizaciones de Derechos Humanos han expresado su preocupación por los peligros que representan los ejércitos privados y los agentes de servicios de seguridad privada destacados en Irak.
El experto en asuntos estratégicos del diario 'The Guardian', Michael Klare, ha alertado también de que Estados Unidos ha reactivado en Irak algunas de las unidades militares más conocidas del Ejército durante los años de la guerra de Vietnam. Por ejemplo, entre los grupos armados movilizados para defender un oleoducto que transporta petróleo de Kirkuk (norte) a la frontera turca, destaca la unidad Tiger Force, de la aerotransportada 101 estadounidense, que fue empleada durante la guerra de Vietnam para asesinar a guerrilleros y sus simpatizantes civiles.
"Armados con miras de visión nocturna y rifles de alto poder M-107 de calibre 50, los francotiradores sobrevolaron los oleoductos en helicópteros UH-60 Black Hawk especialmente configurados y dispararon contra sospechosos de sabotaje a distancias de más de 1.5 millas", escribió Klare, quien destacó que los disparos se hicieron sin confirmar la identidad de los presuntos sospechosos o que estuvieran cometiendo actos hostiles.