Internacional
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12 de enero de 2004
Inteligencia S.A. ocupación de zonas estratégicas del mundo
Isidro Herrera Hernández
Rebelión
Cuando todavía casi la mayor parte de los estados miembros de la Organización
de Estados Americanos (OEA) no firma ni ha expresado ningún tipo de intención
para aprobar la Convención Interamericana contra el Terrorismo, durante
la próxima Cumbre de las Américas a celebrarse en Monterrey la
siguiente semana, el gobierno de México se dice dispuesto a desempeñar
el papel de peón al servicio del proyecto geoimperialista de Washington,
sirviendo como principal promotor de la recolonización hemisférica
a manos del grupo neoconservador que dirige la política mundial.
Junto a Perú, El salvador, Nicaragua, Canadá y Antigua y Barbuda,
el gobierno mexicano, en voz del subsecretario para América Latina y
el Caribe de la cancillería, Miguel Hakkim Simón, comprometió
su apoyo para convencer a toda costa a los demás países reacios
a doblegarse ante los designios estadounidenses, para que otorguen poderes plenipotenciarios
a sus enviados y así puedan firmar la Convención contra el Terrorismo
sin necesidad de llevarla a discusión en el pleno camaral de sus respectivos
congresos nacionales.
Tanta sumisión despertó indignadas y correctas recriminaciones
contra la entrega de los servicios de inteligencia mexicanos a los de Estados
Unidos; como la del secretario de la Comisión de Comunicaciones de la
Cámara de Diputados, Jesús González Schmal, quien advirtió
que el permiso otorgado a Washington para que sus agentes secretos puedan vigilar
los puntos estratégicos nacionales, como los aeropuertos y demás
instalaciones vitales, constituye "un grave atentado a nuestro régimen
jurídico... puesto que se violentan las garantías individuales".
La falta en que incurrió el gobierno mexicano es de tal gravedad que
el propio Schmal considera oportuno someter al presidente Fox a juicio político
"pues está permitiendo que se vulnere la soberanía nacional",
puesta en un verdadero predicamento por la firma de tratados completamente ajenos
al interés nacional. Ni las exclamaciones alarmistas de la Secretaría
de Gobernación sobre presuntas amenazas terroristas pueden ocultar la
incontestable trasgresión del orden constitucional, perpetrada por ordenanzas
del Nuevo Caos Global, grandemente interesado en las riquezas naturales del
continente latinoamericano, región que ocupa, según Claudio Katz,
"un lugar comparable al de Medio Oriente en la estrategia de dominación
imperialista, porque ambas zonas nutren de materias primas a la economía
estadounidense y son mercados privilegiados de su producción".
Hoy más que nunca las instancias encargadas de velar por la defensa soberana
del territorio nacional, como el Congreso mexicano, deben poner un dique contra
cualquier tipo de intervensionismo atentatorio de nuestra integridad como país
independiente, cualidad puesta en comprometida situación por los "voceros
locales de la Casa Blanca", tal cual afirma Katz, para quien sólo
a estos propagandistas pro Washington "se les ocurre pregonar un nuevo
alineamiento con el invasor, repitiendo que esta sumisión favorecerá
el ingreso de inversiones extranjeras... olvidando el desprecio que los gobiernos
norteamericanos suelen demostrar por sus lacayos más obsecuentes".
Inauditas resultaron las declaraciones del coordinador panista, Germán
Martínez Cázares, durante el encuentro entre senadores mexicanos
y el senador estadounidense, Bill Frist, sobre la obligación de combatir
el supuesto terrorismo que puede cernirse sobre México. Inmediatamente
González Schmal acudió al expediente de la invasión contra
Irak, recordando los fútiles pretextos esgrimidos por Bush para destruir
primero Afganistán y luego Irak, desde la pretendida búsqueda
del fantasmagórico Osama Bin Laden, hasta las fantasiosas declaraciones
sobre los todavía más imaginarios armamentos de destrucción
masiva que hoy, por cierto, se reconoce que sólo existieron en la mente
belicosa de Washington; nada de esto resultó cierto, todo fue una atroz
fantasía para justificar la doctrina de guerra perpetua pregonada por
los halcones; y ahora nos salen con la existencia de presuntas bombas en aeronaves
mexicanas.
Es el mismo esquema empleado para conquistar Medio Oriente. Preguntémonos
sobre la fuente del verdadero terror. Para ello revisemos el currículo
de los miembros más connotados que conforman el gobierno estadounidense.
Edward Herman los identifica como "los partidarios más fervientes
del terrorismo y de los escuadrones de la muerte de los años de Reagan,
tales como Otto Reich, Richard Perle, Paul Wolfowitz, John Negroponte, Elliot
Abrams y Lino Gutiérrez"; cómo es posible tan descomunal
desconocimiento sobre asuntos estratégicos que revisten una gran importancia
para el futuro de nuestro país. Estas ideas apocalípticas emanaron
de los tanques pensantes y de las poderosas agrupaciones que sirven como refugio
al grupo neoconservador, lugares desde los cuales preconizaban su doctrina unilateral
expansionista, contraria al desarrollo de potenciales rivales que contradijeran
su hegemonía, que pretendieran competir por la supremacía mundial
o que tan sólo representaran un duro escollo a sus proyectos de saqueo
de los más preciados recursos naturales.
Acaso nuestros gobernantes no conocen los alcances de la ofensiva neoimperial
que, tomando como pretexto el 11-S, "se arroga el papel de fijar normas
a escala global, determinar amenazas, usar la fuerza e impartir justicia acorde
a sus intereses y principios", tal nos dice Miguel Álvarez Sánchez,
para quien, este poder imperial busca satisfacer sus intereses hegemónicos
mediante la imposición de "sus deseos y concepciones a partir de
un sistema de propaganda de alcance planetario".
Demos por sabido que Martínez Cázares desconoce por completo la
información proporcionada por la televisora noruega Nettavisen, la cual
difundió las afirmaciones vertidas por fuentes de la oficina de inteligencia
alemana, quienes ratifican la falsedad de la alerta antiterrorista de la CIA
y la diplomacia norteamericana sobre presuntos terroristas viajando en aviones
germanos; en entrevista con estas fuentes de inteligencia la televisora inquirió
al oficial Vahldiecker sobre la autenticidad de las amenazas terroristas, ante
lo cual este oficial respondió: "no hemos encontrado ninguna prueba
de que la alarma sea genuina... es posible que sea una falsificación".
No escatimemos en la importancia estratégica de los servicios de inteligencia
para cualesquier nación independiente. El término "inteligencia"
fue acuñado no por los militares sino por los banqueros medievales, quienes
gracias a estos servicios conocían el mejor momento y lugar para asentar
sus capitales. La inteligencia se encargaba de avituallar militarmente a los
ejércitos reales. Eran los antiguos vendedores de armamento. Además,
en ellos recaía el cobro de impuestos, el cuidado de las aduanas, la
acuñación de moneda y la venta de ciertos productos textiles.
Ellos manejaban a su antojo el destino de los reinos medievales. Sólo
las ciudades que contaban con un servicio de inteligencia propio y unificado
sobresalían por encima del común. Ahí tenemos a los principales
centros financieros: Florencia, Génova y Venecia. Ningún estado
puede sobrevivir sin un servicio de inteligencia propio y no sujeto a las órdenes
de un servicio extranjero. México dejaría de ser un país
independiente si llegará a ceder el control de sus áreas más
sensibles a los grupos que buscan ejercer su dominio sobre todo el mundo a base
de guerras de conquista y pillaje.
A la sombra del neo expansionismo norteamericano, el presidente de Argentina,
Nestor Kirchner anunció que su país no se doblegará ante
los imperativos que Estados Unidos dictará durante la Cumbre de las Américas
en asuntos relativos al combate al terrorismo, en realidad concernientes al
control de los servicios de inteligencia de los países latinoamericanos,
a los que Washington desea ver dentro de su propia órbita y no cercanos
al bloque opositor integrado por Venezuela, Brasil, Cuba y Argentina.
Tanto lastima a Estados Unidos la cercanía de estos países entre
sí, que el mismo secretario para el hemisferio occidental, Roger Noriega,
en una conferencia patrocinada por el banquero David Rockefeller y el Consejo
de las Américas de Washington, mostró su desconcierto porque Argentina,
a la cual suponían todavía dentro de su esfera de dominación,
ha tenido un acercamiento muy estrecho con Cuba y Brasil, ha despreciado a la
oposición cubana demasiado adepta al propio gobierno estadounidense,
y recientemente secundó la idea de su homologo brasileño quien
asumió con dignidad su papel de garante de la soberanía nacional
al anunciar que su gobierno respondería de igual a igual a los intentos
norteamericanos por fichar a las personas provenientes de países latinoamericanos,
medio orientales y africanos que ingresaran a su territorio; de esta forma,
el gobierno brasileño también fichará a los estadounidenses
que quieran ingresar a Brasil, en una posición digna de alabarse e imitarse
por aquellos gobiernos que, como el de México, pretenden convertirse
en peones a las órdenes de la Casa Blanca.