Internacional
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La caza a los "electodólares".
Emir Sader.
ALAI-AMLATINA 13/01/2004, Río de Janeiro.- Se
engaña quien imagina que esta semana comenzó la campaña
presidencial estadounidense con el inicio de las primarias del Partido Demócrata.
Se engaña también quien imagina que la búsqueda es de electores.
La campaña comenzó hace tiempo atrás, basta ver cuanto
cada precandidato -y, especialmente, cuanto Bush- recabó. Porque,como
constata un analista de las campañas electorales estadounidenses "la
verdadera campaña es la carrera por ledinero". Esto vale para las elecciones
presidenciales y parael Parlamento, atravesando completamente la vida política
deun país en que "todo se vende, todo se compra" lo cual sepresenta como
el "mundo de las oportunidades".
En las elecciones del Congreso, el candidato que tienen másdinero vence
en un 90% de los casos. Un candidato que aspira atener por primera vez una silla
en la Cámara tiene menos de 0,5% de posibilidades de conquistarla, si
no consigue reunir por lo menos medio millón de dólares. En el
Senado la situación es aún más difícil. En las campañas
para el Congreso de los Estados Unidos, los candidatos que entran enla recta
final de las tres últimas semanas disponiendo de másdinero que
sus adversarios, vencerán en un 93% de los casos -electos, claro, por
Don Dinero.
El tipo de sistema electoral estadounidense -considerado"modelo" por los liberales
y tienen razón en el sentido de quees el mejor modelo liberal, en el
país más capitalista delmundo, en que todo está atravesado
por el dinero- hace que eléxito electoral dependa en gran medida del
financiamiento de las campañas. La dependencia de los medios es para
proyectar la imagen de los candidatos, pero como no hay propaganda gratuita,
eso ya depende de la disponibilidad de grandes recursos -con lo que las campañas
son grandes negocios paralos medios que, allá como aquí, se oponen,
por esta razón, al horario electoral gratuito.
Necesitar de dinero es una invitación a la moderación, porque
quienes tienen dinero son los millonarios, poco dispuestos acolocar su dinero
en quien amenace sus intereses en favor de reivindicaciones sociales de la mayoría
desposeída de la población. En las elecciones de 2000, los republicanos
obtuvieron 496 millones de dólares de empresas y empresarios y,apenas
3,8 millones del mundo del trabajo. Los demócratas -que se jactaban de
vínculos estrechos con el movimiento sindical estadounidense- consiguieron
340 millones venidos delmundo del capital y 52 millones del mundo del trabajo.
Sobre las razones por las cuales son hechas las donaciones,una parte se origina
en el interés del donador de que las ideas del candidato sean puestas
en práctica, pero en las mayoría de los casos apuntan a tener
acceso al poder. Son donaciones que implican que le cobrarán la cuenta.
Es por eso, también, que Bush sigue favorito en la campaña presidencial
estadounidense: porque el solo ha recaudado mucho más que todos los precandidatos
demócratas. Y nadie tiene duda que él seguirá batiendo
sus propios records de recaudación, incluso porque gobierna expresamente
para los ricos -que participan directamente en su gobierno, que se reparten
el negocio de la "reconstrucción" de Iraq, que se benefician de exenciones
privilegiadas de impuestos.
La campaña comenzó el año pasado. Las primarias sirven
para que se aumente la popularidad de los candidatos -o mejor, de los que consigan
un monto mínimo de recursos para poder participar en todas las primarias
en los más de 50 estados delos Estados Unidos, sin lo cual no tienen
oportunidad alguna de ganar-, pero sobre todo para utilizar sus resultados en
la búsqueda de financiamiento. Porque, como dice Dan Clawson (en"Repensar
os Estados Unidos", Daniel Lins e Loic Wacquant,organizadores, Ed. Papirus),
"politics is money". De ahí la búsqueda de los "electodólares",
los que deciden en el liberal-capitalismo.