VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Europa

31 de marzo del 2004

Asnarismo

Ramón Chao
otrarealidad.net

Escasos nombres, raros apellidos son capaces de evitar su limitada condición de nombres propios. Se es Rodríguez y ni modo de salir de la uniformidad, a menos que vaya seguido de Zapatero o La Fuente. Y no digamos García. Hay que ser un Márquez o un Lorca para que el primer apellido se mantenga. Y aún más: estos personajes consiguieron elevar sus apellidos al rango de adjetivos. Se dice lorquiano por todo lo andaluz convencional, y toda novela real maravillosa es garcíamarquiana. La transformación del apellido en denominación genérica es algo que sólo los grandes alcanzan. El viajero homérico Odiseo nos ha legado odisea, que designa cualquier periplo turístico: la bajada al último círculo de los infiernos del florentino Dante merece el calificativo de dantesco. Ahora, cualquier viaje azaroso es una odisea y nadie dice aterrador, inmundo o infernal: todo es dantesco, cuando lo más cercano a su dimensión apocalíptica fue la matanza de Atocha. ĦLo que ha tenido que escribir Dante Alighieri para adjetivarse, o Louis Pasteur para lograr la pasteurización. Son consagraciones que suelen ocurrir post morten de los genios. Jorge Luis Borges deseaba desaparecer porque estaba harto de que los críticos no se pusieran de acuerdo entre borgiano y borgesiano.

Lo consiguió el señor Aznar siendo como es. Su adjetivación la establecieron los franceses, tan amigos de la lógica y del cartesianismo, valga la redundancia. Igual que de Franco salió franquismo, de Aznar sale aznarismo. Lo explicaba el otro día el periódico Liberation: Aznarizacion, escribe, y se pregunta si Bush, de tanto mentir, corre el riesgo de ser aznarizado. El colmo.

Ahora bien, ocurre que los franceses no pronuncian la zeta. La transforman en ese.

Y ahí, he de tomar cartas en el asunto. Porque yo formé parte de la asociación "Platero", junto con Octavio Paz y Juan Goytisolo. Nuestra misión consistía en defender a los burros maltratados. Ahora integro la dirección de la cátedra de asnología que dirige en Palma el escritor mallorquín Cristóbal Serra. Nos proponemos rehabilitar a estos animales bíblicos tan inteligentes, mansos y ninguneados. De modo que me opongo rotundamente a que ningún manipulador, embustero arrogante, venga a ensuciar el prestigio de los burros.